El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva con la que reactiva las sanciones contra Teherán tras haber anunciado el pasado mes de mayo la retirada de su país del pacto firmado contra la fabricación de armas nucleares. Las sanciones se harán efectivas a partir de la próxima medianoche y tienen el objetivo de aplicar la máxima presión económica a Irán.

Trump realizó una serie de declaraciones en las que incitó a todas las naciones “a dejar claro que el régimen iraní se enfrenta una opción: o cambia su comportamiento amenazante y desestabilizador y se reintegra a la economía global, o sigue por el camino del aislamiento económico” y sugirió que aquellos que “no reduzcan sus vínculos con la economía iraní se arriesgan a consecuencias severas bajo las sanciones reinstauradas”.

Por su parte el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que “las renovadas sanciones estadounidenses contra Irán, serán implementadas enérgicamente” y seguirán en vigor hasta que el gobierno iraní cambie su curso.

El presidente de Irán, Hassan Rohani, ha respondido a las sanciones estadounidenses afirmando que su país se mantendrá en el acuerdo: “Pese a las sanciones, le mostraremos al mundo que mantenemos nuestra palabra y que respetamos los pactos internacionales”, dijo en una entrevista con la emisora estatal IRIB.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini afirmó que la UE planea continuar la cooperación económica legítima con Irán pese a la decisión de EEUU de reanudar las sanciones.

“Planeamos continuar y hasta aumentar la legitima cooperación económica con Irán, incluso si EEUU decidió restablecer las sanciones en violación de sus propias obligaciones en el marco del PAIC”, dijo Mogherini durante una intervención en Singapur que fue trasmitida por el servicio de prensa de la Comisión Europea. 

La reanudación de las sanciones busca aislar económicamente al Ejecutivo iraní, forzando a compañías extranjeras a que reduzcan o cierren sus negocios en el país persa. Penalizará principalmente el comercio de oro, metales preciosos y otros, incluidos el aluminio y el acero, al sector automotriz de Irán y prohibirá las transacciones financieras relacionadas con el sistema de ferrocarriles.

Washington impedirá que Teherán adquiera dólares estadounidenses e impondrá sanciones aquellos que compren o faciliten la emisión de deuda soberana iraní. El presidente Trump afirmó que está “abierto a alcanzar un nuevo acuerdo más amplio con Teherán”, que no se limite a su programa nuclear y que “englobe todas las actividades malignas de los ayatolás, incluyendo las que realizan en otros países de la región”.

El embajador de Austria en Teherán, Stefan Scholz, ha anunciado que, en caso de que se dejen de importar de Irán petróleo, bienes y servicios a Europa, el Viejo Continente perderá, como mínimo, 10.000 millones de dólares. Desde la capital iraní ha añadido que a la Unión Europea le interesa mantener los lazos económicos con el país persa.

El 16 de enero de 2016 quedaron levantadas todas las sanciones económicas y financieras asociadas al programa nuclear de Irán. Se mantuvieron, sin embargo, las relacionadas con la situación de derechos humanos y no proliferación nuclear, el embargo de armas y equipos relacionados con el desarrollo de misiles balísticos, que cuentan con un calendario de eliminación propio.

El acuerdo tiene una validez de 8 años, durante los cuales las sanciones sólo estarán suspendidas. Se prevé que en 2023 se anulen definitivamente y se firme un nuevo protocolo por 2 años. A partir del décimo año, Irán quedaría libre de controles. Para las armas y productos relacionados con el desarrollo de misiles balísticos, se ha establecido un calendario especial de manera que sus embargos se prolongarán durante 5 y 8 años respectivamente. No obstante, ante un incumplimiento por parte de Irán, el acuerdo prevé una reactivación automática de las sanciones, que en ningún caso puede tener carácter retroactivo, es decir, la reactivación de las sanciones no podrá afectar a aquellos contratos concluidos antes de dicha reactivación.

Descripción de las sanciones levantadas a partir del 16 de enero de 2016, relacionadas con el programa nuclear iraní

  • Actividades financieras, bancarias o de seguros
  • Actividades en el sector del petróleo, gas y petroquímico
  • Actividades en el sector del transporte, navegación y construcción naval Actividades en el sector del oro, otros metales preciados, billetes y monedas
  • Actividades con determinadas personas y entidades eliminadas de las listas de sanciones anteriores al 18 de octubre de 2015.

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