Bill Clinton, expresidente de Estados Unidos, ha reconocido en una entrevista en la CNN que durante su mandato ofreció a las autoridades de Rusia entrar en la Alianza Atlántica, que vivía en aquella época un periodo de expansión.
En concreto, Clinton ha afirmado que «le ofrecí a Rusia no solo una asociación especial con la OTAN, sino también la perspectiva de una eventual membresía en la Alianza, argumentando que nuestros mayores problemas de seguridad en el futuro provendrían de organizaciones no estatales o de Estados autoritarios».
El expresidente ha incidido en que trasladó al gobierno ruso que, dependiendo de la fecha de dicha oferta pudo haber sido Boris Yeltsin o el propio Vladimir Putin, la necesidad de hacer frente juntos a aquellos países que «venden capacidades químicas, biológicas y nucleares a grupos terroristas», a la par que, dice, insistió en que Washington y la OTAN no tenían la intención de amenazar a Moscú.
Durante la presidencia de Clinton, se adhirieron a la OTAN procedentes del Pacto de Varsovia como República Checa, Hungría o Polonia. Años más tarde también entrarían en la Alianza a Bulgaria y Rumanía (Pacto de Varsovia), Estonia, Letonia, Lituania, ex repúblicas de la Unión Soviética.
Para ciertos sectores, el proceso de expansión de la OTAN ha sido uno de los principales argumentos de Putin para iniciar la guerra en Ucrania, al considerar que la OTAN habría ganado terreno en los últimos años a Rusia, país que está perdiendo presencia internacional.
Clinton ha rechazado esa argumentación y ha defendido que mientras él fue presidente de Estados Unidos, la OTAN «hizo lo correcto en el momento correcto. Y si no lo hubiéramos hecho, esta crisis podría haber ocurrido incluso antes», ha afirmado.
