La Selección Española ha cumplido en su enfrentamiento con Turquía, correspondiente al segundo partido de la fase de grupos de la Eurocopa de Francia, y con los tres puntos obtenidos tras su victoria, está matemáticamente clasificada para los octavos de final de la competición, sin necesidad de recurrir al tercer encuentro contra el combinado de Croacia, que terminó empatando a dos frente a la República Checa.

Decidía salir Del Bosque con el mismo once inicial que utilizó frente a la República Checa, con Nolito y Silva como volantes, y con el madrileño Álvaro Morata como referencia en la punta de ataque. Su homónimo en el banquillo turco, el veteranísimo Fatih Terim, dispuso a sus jugadores con un sistema ofensivo, utilizando a tres jugadores en el medio campo que a la postre no le sirvió para mantener el juego de su equipo, sobre todo ante el trabajo de los españoles en la presión. Encomendados a Burak Yilmaz, emparejado con Piqué, y con Arda Turan como enganche y creador de juego, los otomanos poco a poco fueron desdibujándose en el terreno de juego gracias al talento español en la creación de juego, basado en el toque de balón y en las transiciones para mantener la posesión, empujando a su rival hasta embotellarlo frente a su área. Fue cuando otra vez más aparecía el de siempre, el incombustible Andrés Iniesta, que supo conducir el juego ofensivo y liderar el ataque español desde atrás.

Tras un comienzo algo titubeante por ambas partes, Turquía quería proponer un juego elaborado, pero con la presión que realizaron los centrocampistas de “La Roja” apenas fue un espejismo. A medida que fueron pasando los minutos de juego, España se hizo dueña de la pelota, y a partir de ahí, también de las ocasiones de gol. Morata, a diferencia del partido contra los checos, estuvo especialmente inspirado en la primera mitad, así como también Nolito. Entre ambos deshicieron la defensa turca a base de buen fútbol y velocidad en las transiciones, lo que terminó desembocando en el primer gol español, obra del delantero de la Juventus con la testa tras un gran pase desde la izquierda del gaditano. Poco después sería Cesc el que se sumaría a la fiesta, poniendo un balón desde la frontal que superó a la defensa rival por alto y dejando solo a Nolito delante del portero. Con un toque a bote pronto, el jugador del Celta supo cambiar el balón al palo largo y anotar el segundo de la noche. España se estaba gustando, y con sus jugadores enchufados en el partido, provocaron el enfado del técnico turco, que no daba crédito a lo que veía desde el banquillo.

En la segunda parte, más de lo mismo, España salió a proponer juego elaborado con transiciones largas, mientras que Turquía trataba de llegar a la meta de De Gea, pero sin demasiada fortuna. Y a las primeras de cambio, llegaría el segundo gol español, nuevamente de Morata, a pase de Nolito otra vez. Iniesta desde la frontal del área envió un pase con el exterior de la bota hacia el gaditano, y éste, que tuvo la posibilidad de disparar a portería, prefirió dejársela al madrileño para que anotara el tercero de “La Roja” y el segundo en su haber. El tanto español supuso un obstáculo insalvable para el combinado turco, que prácticamente renunció al sueño del empate cuando se vio superado por un equipo que no dejó ni una sola fisura en todo el encuentro.

Ya embocando el final del partido, Del Bosque comenzó con los cambios, esta vez más pensados en mantener el resultado que en lograr nuevos tantos, a pesar de que el equipo seguía con frescura buscando más goles. El primero en salir del banquillo fue el centrocampista Bruno Soriano, quien se colocaría junto a Busquets para formar un doble pivote y controlar definitivamente el medio campo. El jugador del Villarreal sustituyó a un David Silva muy inspirado en todo el partido, dando opciones a sus compañeros para aprovechar los espacios en el interior. Más tarde el Marqués decidía dar la alternativa al colchonero Koke Resurrección, que entró en lugar de un Cesc Fábregas visiblemente cansado por el esfuerzo. Con el vallecano sobre el campo, el equipo ganó mayor intensidad defensiva sin perder talento en el ataque, aunque no luciera mucho desde su entrada al césped. El último en entrar fue el talentoso canterano de Tajonar y futbolista del Chelsea inglés, César Azpilicueta, en sustitución de un Jordi Alba que derrochó entrega durante todo el partido, pero que al igual que su compañero Cesc, ya comenzaba a dar síntomas de cansancio. Con ellos en el campo la Selección Española cerró el resultado manteniendo la posesión de balón y no dejando que Turquía se acercara a la meta de De Gea, que apenas tuvo ocasiones de demostrar su valía, tan solo una jugada aislada con Yilmaz como protagonista llegó a inquietar a la defensa española.

La única nota discordante del partido corría a cargo de los aficionados otomanos, que cargaron contra Arda Turan cada vez que éste tocaba la pelota. Tanto llegaron a molestar, que los españoles, dando una lección de civismo, comenzaron a corear el nombre del exjugador del Atlético de Madrid, hoy en las filas del Barcelona. Ya con el partido finalizado, hubo algunos seguidores turcos que encendieron una bengala en uno de los fondos, aunque las autoridades francesas no tardaron mucho en solucionar la situación retirando la bengala y a los aficionados que la portaban.

Con esta victoria por 3-0 España logra la clasificación para los octavos de final, aunque no será hasta el próximo martes 21 de junio a las 21:00 horas cuando se sabrá si finalmente lo hará como primera de grupo o como segunda, al enfrentarse a Croacia en el estadio Matmut Atlantique de Burdeos. Para entonces, al conjunto dirigido por Del Bosque le valdrá el empate para mantener su primera posición, la que actualmente ocupa con 6 puntos en su haber, mientras que la selección croata suma tan solo 4, al haber empatado a dos contra el conjunto checo esta misma tarde. Será un partido entre los dos mejores equipos del grupo, y entre dos de las selecciones que mejor fútbol han demostrado en esta Eurocopa. Y hasta entonces, habrá que disfrutar de las victorias españolas en Francia, no se ha alcanzado aquel nivel bautizado por Andrés Montes como “el Tiki-Taka” y que tuvo a Don Luis Aragonés como maestro, pero hoy frente a Turquía poco le ha faltado.

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