España es uno de los nueve países europeos que han pedido permiso a la UE para contaminar por encima de los límites que establece la legislación.  La Oficina Europea del Medio Ambiente  (EEB) denuncia esta situación.

España, Austria, Bélgica, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda y Luxemburgo solicitan que se levanten los topes que deberían haber cumplido en 2015, según la denuncia de la EEB.

Esta red europea de organizaciones medioambientales hace constar su denuncia en una carta dirigida a Karmenu Vella, Comisario de Medio Ambiente. Los países infractores se acogen a las nuevas disposiciones de la Directiva 2016/2284 sobre la reducción de las emisiones nacionales de determinados contaminantes atmosféricos para incumplir sus compromisos medioambientales.

“La Comisión Europea no debe aprobar el ajuste solicitado por España que emitió homologaciones a los automóviles que circulan por sus carreteras, cuando las autoridades deberían haber tomado medidas correctivas contra las discrepancias entre lo testado en el laboratorio y las emisiones de la carretera”, argumenta en su informe sobre nuestro país la Oficina Europea del Medio Ambiente. EEB constata el fracaso del Gobierno español para penalizar al Grupo Volkswagen por el uso de dispositivos ilegales para burlar el control de las emisiones que es objeto de  un procedimiento de infracción de la Comisión Europea.

España tiene permiso para excederse pero está bastante por encima de la raya. España es el tercer país de la Unión Europea que más ha incrementado sus emisiones de gas invernadero en las últimas dos décadas. Desde 1990 –el año de referencia oficial–, el incremento se ha colocado en el 22% según los últimos datos comparativos actualizados por Eurostat en agosto de 2015.

«La contaminación atmosférica es todavía un problema muy real», ha asegurado el director ejecutivo de la Agencia, Hans Bruyninckx. Ha añadido, según recoge una nota de prensa de la EEA, que solo hay que recordar las altas concentraciones de contaminantes registradas en las últimas semanas en amplias zonas de Europa Occidental. «Tenemos que mejorar la situación recortando más emisiones. Las nuevas tecnologías pueden ayudar, pero también tenemos que animar a los ciudadanos a que adopten medidas, por ejemplo impulsando alternativas al uso del coche», ha señalado.

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