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España anabolizante

Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
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análisis

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Me gusta la ropa amplia. Será porque como bien pero no entiendo cómo alguien puede ir por ahí con una prenda que en vez de colgar de su cuerpo se sujete a él, cuando veo a estos tipos que profesan la visita a los nuevos templos, los gimnasios, y observo esos bíceps atrapados por costuras de polos reventonas pienso en un paquete de mortadela.

España, si algo es, es el reflejo de sus habitantes. Y la media tiende más al tríceps hipertrófico que al bosón de Higgs. A España le están reventando las costuras y encima está orgullosa de ello; el problema es que bajo toda veneración al cuerpo hay un culto a la espiritualidad, porque si el cuerpo nos demuestra algo es su irracionalidad y su decadencia ineluctable. Por ello, todo hedonismo es un culto a la presencia irrelevante de la muerte; y todo atisbo salutífero es una negación falsaria de la mortalidad, el ansia de orden, propia de la reacción engañosa de la fe.

Nuestros gestores sin ideas nos llevan a la ruina, porque disfrazados de responsabilidad y solemnidad, ocultando bajo la esfera del sacrificio aparente lo que es sino lucro personal, provocan la entronización de la estupidez egoísta transformada en Sistema. Existen ahora mismo tres clases sociales, los de arriba (que son los de siempre), los de abajo (en crecimiento pujante) y los de en medio que pagan con sus vidas y sus ganancias paupérrimas las plusvalías a los de arriba y la estulticia a los de abajo (y con el Código Penal, porque delinquir es irrelevante para quien tiene abogados o para quien ése es su “modusvivendi” cotidiano, mientras la indefensión de la honradez es total).

Que somos esclavos de quienes pueden invertir cansa ya reafirmarlo, pero ¿alguien está calculando las consecuencias de este abandono reaccionario de las zonas de exclusión social?, ¿de la demolición de la Educación y la no puesta en marcha real jamás de las políticas sociales? Lo digo porque hay zonas de España donde dar clase o atender a una consulta es casi imposible, donde el futuro lo pintan mafias de narcotráfico (la imparable Andalucía) o de ocupación de pisos no precisamente filantrópicas (la Barcelona secesionista) o de explotación de ilegales (por doquier), lugares de consumo juvenil sin conocimiento de estupefacientes o alcohol y de machismo hiperviolento con la violación en un sentido amplio como saludo, zonas de degradación social cuyas actividades sólo tienen relevancia cuando salen de esos círculos… y molestan al buen gusto refinado de la clase vip.

Naomi Klein lo cuenta bien, estamos generando un mundo de zonas rojas y verdes, toda esa parafernalia de zombis postapocalípticos o son el fruto de estas inquietudes o son el diseño de quienes quieren que veamos el mundo así. La mayoría, empero, somos “caminantes”, “muertos vivientes” eliminables sin remordimiento en la medida en que nos adentremos en esa zona verde y libre de nuestros amos, no lo olvidemos.

España ha cuidado su aspecto, se ha metido rellenos silicónicos de autopistas, trenes de alta velocidad, profusión de universidades, teatros, museos y demás aparataje, pero el cáncer que nos devoraba florece de nuevo: la ignorancia secular, medieval, causada por la tradición, el fanatismo (herramienta de la Iglesia) y la casta señoritil que ni sabe ni le interesa ni le perturba el qué de la Cultura. Esta España llena de orgullosos novios de la muerte no es más que el saco pestilente del detritus de su malhadada Historia.

Si la sociedad tiene un fin, vivir feliz puede resumirlo bien. Si gobernar no es distribuir felicidad, entonces es robar.

Conste que he abandonado toda política positiva (me saco de la chistera la ética apofática), a mí ya me interesaría más generar los menos daños posibles que la salvación universal, pero con firmeza y claridad. El gran error de nuestra ingeniería social ha sido arrancar del ideal ilustrado de una razón igual para todo cuerpo humano; éste es un mundo de locura, de insania, de cortitos y sobredotadas, de deficientes y sobrados, un mundo que sólo tendría remedio si la excelencia fuera el marchamo de cada una de nuestras naturalezas: fuéramos Down, ciegos, matemáticas prodigiosas, paralíticos cerebrales o atletas incorregibles, triunfo, fracaso son términos definitorios del Fracaso Social. Y esto sólo lo remedia un Sistema Educativo que no arranque de la mentira de lo ya hecho, que no se da: porque la democracia, la paz, la justicia, etc., se construyen cada segundo de nuestras vidas con el compromiso crítico, analítico y la dignidad individual… lo demás es folklore y procesiones por las calles. La Censura se impone, es el síntoma de nuestra decrepitud.

España es uno de esos tipos sin futuro repleto de anabolizantes con pinta de “chopped” que se cree libre y moderno por su vestimenta y sus tatús, mientras le suelta una hostia al vecino porque sí o a una amiga por guarrilla y reclama pensiones no contributivas a la vez que cuida su plantación de maría; España es una de esas tías chonis que salen en “Noséqué y Viceversa”… Ésta es la puta realidad. Madres y Padres de la Patria, no os quejéis, esto es lo que habéis criado para poder seguir mamando en vuestro mundo de exclusividad cursi y vergonzante.

Lamento ser tajante, pero es que si no: no me entenderían.

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