Sí, por supuesto, aún queda mucha tela por cortar y queda mucho mundial, más de tres cuartos del total, y sin embargo: algo empieza a oler mal.
No se trata de los amaños de la FIA ni tampoco de la SUPERIORIDAD EXCESIVA e INSULTANTE de un monoplaza respecto a los demás. En ese aspecto los Red Bull y los Ferrari parecen estar suficientemente a la par y con posibilidades de luchar.
Hemos tardado en escribir después de la carrera de Miami porque aún estamos anonadados: Max Verstappen ha acabado tres carreras y ha ganado las tres carreras que ha acabado. Y si hubiese acabado las cinco habría sido nada raro que hubiese ganado las cinco disputadas hasta este momento.
Sin embargo, y a primera vista, Charles Leclerc parece un piloto capaz de luchar de igual a igual con Max, y también parece que el Ferrari tiene suficiente chance para luchar por la victoria.
Pero… no sé, es que raro, es que da mala espina: que haya ganado las tres carreras que ha sido capaz de acabar.
Aunque desde aquí nunca hemos sido muy fans de Hamilton -a pesar de siempre y reconocer su calidad- ahora estamos rezando para que se recupere Mercedes, y aunque preferimos a Russell, amamos la novedad, ojalá también Lewis Hamilton se ponga a la altura y tenga posibilidades de ganar. Hasta la fecha y que haya quedado demostrado, el único piloto de la parrilla actual capaz de mirar de tú a tú en todo momento a Max Verstappen es Lewis Hamilton. Por supuesto, estamos seguros, Fernando Alonso también podría, pero sigue muy lejos de tener el monoplaza ideal a pesar de los sueños optimistas que se escondían tras la estrategia de EL PLAN.
Tigre Tigre
