Pere Aragonès ha anunciado que Esquerra Republicana gobernará en solitario contando con el apoyo, desde fuera del Gobierno, de JuntsxCat. Después de 83 días de un intento de acuerdo entre ERC y Junts las diferencias entre la hoja de ruta de las dos formaciones han resultado insalvables. Las negociaciones entre las dos principales formaciones independentistas “han evidenciado las enormes dificultades para llegar a acuerdos y generar consensos y confianzas sobre cuestiones troncales y básicas para construir una coalición” declaraba Aragonés.
No se puede esperar más
El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat ha recordado que el Gobierno de Cataluña lleva 222 días en funciones y que “ya no se puede esperar más”. Aragonès ha puesto énfasis en las prioridades del momento actual marcado por la crisis generada por la Covid-19 y en la necesidad de “un gobierno plenamente operativo con urgencia para poder trabajar desde el primer día con cohesión y confianza” ha señalado.
Seguir negociando
Faltando tan solo 18 días para que se cumpla el plazo para formar gobierno. Aragonès y su formación asumen la responsabilidad de afrontar la próxima legislatura con un gobierno en solitario y poder seguir negociando con el resto de fuerzas independentistas y “evitar la presión de una repetición electoral” , ha declarado Aragonés, que será investido como presidente de la Generalitat “gracias a los votos que le cederá Junts” hacc V2 señalado Jordi Sánchez desde la prisión de Lledoners.
Bicefalia
Las divergencias entre JuntxCat y ERC; y la bicefalia entre el Pragmatismo de Oriol Junqueras y la apuesta por la confrontación pura y dura de Puigdemont han pesado lo suficiente para tirar abajo un gobierno de coalición entre las dos formaciones independentistas. A pesar de que sumando todos los votos soberanistas se alcanzó el 52%, cifra más alta hasta la fecha, las diferencias estuvieron presentes desde el principio. Cuando ERC y la CUP presentaron un acuerdo que ponía presión a JuntsxCat para acordar un pacto tripartito. Pero las tiranteces entre pragmatismo y confrontación; y entre nacionalismo y políticas de izquierda han pensado demasiado.
