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«Equidad precocinada”

Jesús Ausín
Jesús Ausín
Pasé tarde por la universidad. De niño, soñaba con ser escritor o periodista. Ahora, tal y como está la profesión periodística prefiero ser un cuentista y un alma libre. En mi juventud jugué a ser comunista en un partido encorsetado que me hizo huir demasiado pronto. Militante comprometido durante veinticinco años en CC.OO, acabé aborreciendo el servilismo, la incoherencia y los caprichos de los fondos de formación. Siempre he sido un militante de lo social, sin formación. Tengo el defecto de no casarme con nadie y de decir las cosas tal y como las siento. Y como nunca he tenido la tentación de creerme infalible, nunca doy información. Sólo opinión. Si me equivoco rectifico. Soy un autodidacta de la vida y un eterno aprendiz de casi todo.
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análisis

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Me acaban de trasladar. Llego nuevo a la oficina. Son las 08:30 horas. Estoy todavía sólo en una sala dónde hay varias mesas de oficina sobre los que reposan obsoletos monitores de ordenador, muchos de ellos aún cabezones y teclados manoseados y sucios. A algunos les faltan hasta alguna letra. Entre las mesas, armarios de chapa y archivadores también del mismo estilo. Delante de cada mesa, sillas de esas que, como estés mucho rato sentado sin moverte, acabas con la espalda como si hubieras estado descargando un camión de patatas. En un lateral de la sala, están los despachos. Miro. Los de los secretarios judiciales que tienen mesas de madera, sillones de despacho reclinables y cajoneras también chapadas en madera y junto a ellos, los de los diferentes juzgados. Estos son de otro nivel. Suelo de tarima, mesas fornidas de nogal y armarios robustos también de madera. Aquí no hay nada de chapa. Al fondo, cerrando la sala, un gran despacho, el del magistrado titular del Tribunal Supremo que, no sé por qué, se encuentra en este edificio en lugar de en la Plaza de la Villa de París que es dónde están todos los demás. Este ya es de nivel extra summun. Tiene baño propio dentro del despacho, mesa de caoba, un sofá de piel y varios sillones también de piel que rodean una pequeña mesa de mármol.

Hoy también vendrá el nuevo titular, aunque, por experiencia en mi otro puesto, ya sé que no aparecerá por aquí antes del mediodía. El caso es que el nombre me suena: Juan José Arnáiz Barrio. Aunque, como me han dicho que es paisano mío, igual es por eso. Los apellidos, de lo más común en mi tierra. Y en las fotos que he visto de él, (viene de Barcelona) no me resulta su cara desconocida, pero tampoco caigo de qué le conozco.

….

Hoy ha llegado una visita a ver al Juez Arnáiz. Y ha sido toda una sorpresa. Porque resulta que a este cabrón si lo conozco y he caído de qué me sonaba el juez. Resulta que el de la visita, es un fascista que estudió conmigo en el Instituto en Burgos al que llamábamos Flechacorta. Un tirano que se pasaba las horas de clase de gimnasia en el aula junto con el ahora juez y tres colegas más, a las que no asistían (desconozco por qué) aunque es probable que como yo estuvieran exentos por “morro” alegando algún tipo de problema médico justificado con un certificado de un doctor. La hora de educación física en la que el Menéndez les hacía correr y les tocaba el culo al resto de mis compañeros en cada paso, se la pasaban proyectando campos de concentración en los que gasear a los rojos cuando dieran un golpe de estado. Corría el año 81 y acababa de fracasar el golpe de Tejero. Este, y el juez, eran hijos de militares y estaban en el mismo grupo de La Falange. Y salían los sábados y domingos a la caza de chavales con camisetas de roquero (negras y sin mangas), con pelo largo o con algún otro distintivo que les hiciera parecer “comunistas” para «darles una lección y que aprendieran que esto es España y aquí no queremos rojos». Ahora, el tuercebotas fascista es coronel de la Guardia Civil y sigue teniendo, por lo que se ve, relación con sus antiguos compañeros falangistas del colegio.

Entonces nos reíamos mucho de ellos. Eran pocos y con gente alrededor, muy cobardes, aunque peligrosos si te los encontrabas en una calle apartada de noche y sin testigos. Durante las horas de clase de Gimnasia, me las pasaba riéndome de ellos, diciéndoles que el único campo que iban a construir era para meter gallinas porque, además de fascistas eran malos estudiantes. Aunque por lo que se ve, Juanita Reina, se puso las pilas porque acabó derecho y sacó la plaza de juez en cinco años y con el número uno de su promoción. El otro, el Flechacorta, era un mastuerzo de cuidado y seguramente habrá llegado a coronel por amiguismo. Siendo de mi edad debería ser al menos general ya. El caso es que entonces no les dábamos mucha bola y nos reíamos mucho de ellos, incluso cuando un día, el ahora juez, me dijo que no me reiría tanto cuando llegara a juez y metiera a todos los rojos en la trena por la patilla.

Parece que ha cumplido la amenaza. Porque el fulano ha metido en la cárcel a un centenar de catalanes por el 1O, ha inhabilitado a un montón de políticos también catalanes y ha sobreseído cientos de casos de corrupción de sus amigos del partido del Cormorán. A mí me mira raro. Yo no le he dicho que soy de Burgos, como él. Y ahora, después de saber quién es, mucho menos. Y no sé si me mira raro porque es un asqueroso elitista, porque no trata bien a nadie, o porque me tiene especial inquina porque sabe quién soy y lo que me reía de él y de sus maldades fascistas de entonces. 

De las de ahora, no sólo no me río, sino que me asustan. Y empiezo a entender por qué la justicia se ha convertido en este país una serie de actuaciones delirantes que dan vergüenza ajena. Aunque a mí, como digo, conociendo la historia de este asqueroso, lo que me dan es mucho miedo.

*****

Equidad Precocinada

Corría el año 96 y una de las frecuentes gotas frías (que ahora se llaman Danas) arrasaba el Camping de Las Nieves, situado en un cono de deyección de tres barrancos, junto a la localidad oscense de Biescas. Un camping construido en terreno público, con informes periciales negativos que ya advertían de la peligrosidad para las vidas humanas y que, desde las distintas administraciones (local, autonómica y nacional) omitieron. Su negligencia acabó costando la vida a 87 personas además del sufrimiento y los cientos de miles de pesetas a la sanidad pública por los 187 heridos.

Pero lo indecente vino después, cuando el juzgado de primera instancia de la Zona, sobreseyó el asunto por “causa de fuerza mayor sobrevenida que nadie puede prever”, cuando sí había informes anteriores a la construcción del camping que justamente advertía del peligro para la vida de las personas, con la instalación de ese centro en ese lugar. 

Más indecente aún fue que la Audiencia Provincial de Huesca usara la misma argumentación que el Juzgado de Jaca para archivar el caso. Por su parte, siguiendo con las decisiones inentendibles,  el Tribunal Constitucional, denegó el recurso de amparo (se supone que el derecho a la vida al menos, había sido vulnerado) con el mismo patrón que los anteriores:” La causa de fuerza mayor sobrevenida imposible de prever”. 

Sólo cuando el Tribunal de Derechos Humanos, de Estrasburgo estaba a punto de condenar al estado español, la Audiencia Nacional, en un proceso no penal, un contencioso administrativo sólo para los que tuvieron fuerzas y dinero para llegar hasta ese punto, liquidó el asunto condenando con una sanción económica a la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) y a la Diputación General de Aragón a pagar poco más de 11 millones de euros para la poco más de una treintena de perjudicados que habían llegado hasta allí.

Hoy, existe un riesgo parecido con el embalse de Yesa, dónde hay informes sobre el peligro que tiene su llenado a causa de la inestabilidad del terreno. Hoy parece que como entonces, el interés de uno de los sectores que dirige, desde la sombra. las políticas nacionales, prevalece sobre el interés general y sobre las vidas de las personas. La CHE insiste en algo que puede volver a provocar muerte y desolación.

Existen más de 200 casos cerrados por sobreseimiento al Partido Popular y más de 261 que contabiliza la web casos-aislados.com en los que están implicados miembros de ese partido. Otros 134 en los que están implicados políticos de PSOE. Con estos datos, ¿el régimen actual español es un estado democrático? Recordemos que la principal característica de un estado democrático es la equidad en la justicia. Y aquí, muchos tenemos la impresión de que, mientras algunos son condenados por expresar su opinión, hay una justicia que parece que mira para otro lado cuando al que hay que juzgar es a uno de los que participan en el sostenimiento del régimen.

Hace unos días, leía que La Junta Electoral de Madrid, dictaminaba que el PP había cometido “múltiples vulneraciones” de la ley, en la última campaña electoral, y sin embargo no dictaminaba castigo alguno.

La impunidad es una cualidad que no deberíamos poder permitirnos. Está demostrado que cuando un grupo, sector, lobby o fuerza policial se cree intocable, sus actuaciones son arbitrarias, injustas, despóticas que pueden acabar en situaciones peligrosas para la vida como las que vemos diariamente el USA con la policía y la gente de color y que desgraciadamente vemos cada vez con más frecuencia en España. La ley Mordaza no sólo no protege al ciudadano, sino que hace que algunos se crean que pueden actuar fuera de la ley. Un Poder Judicial instalado en la entelequia celestial desde la que, como Jesucristo a la vera del padre, se creen por encima del bien y del mal, intocables y sobre todo, infiscalizables en sus actuaciones, provocan que según la periodista especializada en el Poder Judicial, Elisa Beni, haya dos tipos de justicia y que los mortales aseguren que ni hay justicia, ni mucho menos que esta sea justa. Aunque tratándose de expertos, todo tendrá siempre una pátina de legalidad que ampare sus actuaciones y que con el corporativismo sobre la mesa, haga casi imposible que denuncias por prevaricación prosperen.

Manipular a la opinión pública es bastante fácil. Para eso están las Televisiones. Y más en un país donde el nacionalismo no español es el trapo de color rojo que usan los malos políticos para azuzar al personal como se hace con un toro y un capote en la plaza. Acabamos de ver como una jueza admite a trámite una querella contra un programa de TV3 en el que se hacía una parodia de humor contra la virgen del Rocío. Una querella presentada por una tipa extremista que se hace llamar Abogados Cristianos,  y que presenta decenas de denuncias al cabo del año. Denuncias que a pesar de su sobreseimiento en casi todas las demandas, no tienen consecuencias contra esta asociación, cuando es un claro incumplimiento del artículo 7.2 del Código Civil “Abuso del derecho”.  El caso es que la Jueza, admite la querella por Injurias contra la virgen, cuando ese es un delito que sólo se puede cometer contra las personas y que sólo se puede admitir si lo ratifica el perjudicado

En un país en el que el régimen no se cansa de meternos el mantra de que es una «democracia plena», no se entiende que exista un delito contra los sentimientos religiosos, y mucho menos que ese delito sólo valga para los «sentimiento religiosos católicos, apostólicos y españoles». Pero, con todo, la interpretación torticera de la legislación es más dañina que el propio delito. Porque a pesar de sobreseerse los casos, te condenan a pagar las costas como si hubieras sido tú el que comenzaste el proceso.

¿podemos sentirnos seguros en un estado en el que dependiendo de quién seas y contra quién luches vas a tener uno u otro resultado con peligro para tu economía, tu integridad y tu bienestar

Hoy, la historia que ilustra este artículo, está basada en un hecho verídico que me aconteció en el pasado. Entonces, nos producían risa y nos parecían elucubraciones de iluminados tarados, pero hoy, tienen poder sobre nuestras vidas.

Salud, decrecimiento, ecología, feminismo, república y más escuelas públicas y laicas.

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2 COMENTARIOS

  1. Diario 16 ha bajado bastante, pero artículos como éste hacen que sigamos insistiendo. Gracias Jesús, por tu valentía, tu honradez y también por tu estilo de escritura, claro, elegante, sencillo y directo.

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