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Entrevista al escritor costarricense Calú Cruz

María Beatriz Muñoz Ruiz
María Beatriz Muñoz Ruiz
Escritora y poetisa española. Directora y responsable de maquetación y diseño de la revista cultural One Stop. Cuenta con 14 novelas publicadas, todas las encuentras en Amazon. Colaboradora de varias revistas internacionales.
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análisis

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Siempre he dicho que se debe separar al autor de su obra para no perderte una gran obra, pero en este caso, jamás separaría al autor, jamás omitiría a un gran hombre cuya forma de ver la vida hace de este mundo un lugar mejor, no únicamente por su escritura, sino por su labor en la enseñanza y su valioso criterio con respecto a muchos temas que escapan a la mayoría.

En esta vida llena de estrés, pocas veces nos detenemos a reflexionar, pero no importa, por eso existen personas como Leonardo Cruz Alvarado, que mediante sus cuentos nos invita a bucear en sus pensamientos, en sus reflexiones y en su perspectiva. Pero Leonardo añade valor al escritor sumándole su trabajo como profesor y formando a nuestro futuro, porque, señores, los jóvenes son nuestro futuro y si no los educáis, mejor que se vayan preparando la cicuta para no sufrir demasiado en manos de necios.

Los que no podemos asistir a sus clases, tenemos el enorme regalo de sus cuentos, escritos que nos sumergen en pensamientos y nos hacen reflexionar.

 Un gran escritor, un gran hombre y un gran profesor al que leería durante horas y que he tenido el privilegio de conocer más durante esta entrevista.

  1. Dicen que la infancia marca la vida y el carácter de cada persona ¿Cómo fue la infancia de Leonardo Cruz? ¿Hay en el hombre de ahora algo del niño de antes?

R/ Yo crecí entre cafetales y jugando mejengas en la calle con mis amigos. Cantaba en un ministerio musical de la iglesia y ahí mismo abrí un grupo de jóvenes. La verdad es que en mi infancia conviví mucho con personas humildes de corazón y con grandes valores arraigados como la humildad, la tolerancia y la sencillez. Tuve muchos amigos nicaragüenses de buen corazón y, también, gocé de la buena voluntad y crianza de mis antecesores. Recuerdo que fui a una escuelita que apenas tenía tres aulas y que estaba ubicada en Tuetal Sur de Alajuela.

Con respecto a lo otro, pues yo creo fielmente que este servidor no ha dejado de ser un niño que sueña incluso durante el día, uno que aun siendo profesor piensa que quiere ser otra cosa, y otra más; y a veces me encuentro a mí mismo diciendo “Cuando sea grande quiero ser…”.

La verdad que soy un niño grandote que ama los chistes y las series (incluso las infantiles), los documentales históricos y los libros de cuentos, y de hadas; también, me gusta perderme en la mirada de otro niño y hurgar la grandeza que esconde en sus pensamientos, pues los considero mis semejantes. 

Del gran maestro tomo la siguiente frase y la aplico, y hago mía: “En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3, Biblia de las Américas).

  • Sus libros están firmados bajo el seudónimo de Calú Cruz ¿De donde surge ese nombre?

R/ Lo único propiamente mío es el “Cruz”, que es mi primer apellido. Luego, eso de “Calú” es en reconocimiento a dos grandes escritores que son un buen referente de la narrativa costarricense: Carlos Salazar Herrera (exquisito cuentista que tenía la habilidad de pintar tramas y escenarios con las palabras) y Carlos Luis Fallas, mejor conocido como CALUFA, el cual se adentró en la literatura y la hizo denuncia social. En él, la literatura fue una herramienta y no un mero capricho conceptual o artístico.

  • Es reconocido fundamentalmente como escritor de cuentos, pero sabemos que también escribe poesía, a pesar de no haberse decidido aún a publicar ningún poemario. ¿Por qué no lo ha hecho aún?

R/ Si llegase a morir quisiera ser reconocido como cuentista, únicamente. Pienso que la poesía requiere de un compromiso más serio y profundo, que no es para un cualquiera. No creo mucho en mi poesía, no le tengo confianza y creo que sobrepasa mi entendimiento, y muchas de mis capacidades; la lastimo y me lastima. Se burla de mí justo cuando creo haber conseguido un buen poema. No sé cómo algunos escritores logran producir un libro de poesía al año, por ejemplo. Yo no podría ponerle un punto final a ningún poemario y, mucho menos, sentirme satisfecho por haberlo hecho. Tanto la aborrezco que, a esas, mis cuitas literarias, he decidido llamarles “pseudopoemas”.

Con el cuento ya es otra cosa. He ganado concursos y estos han tenido buena aceptación desde que era niño. Pero tampoco me culpen si, de pronto, me ven en la cartelera de algún festival de poesía…

Hasta en eso quiere burlarse de mí la muy “presumida” (solo por decir una palabra inofensiva, aunque lo cierto es que cualquier palabra pasada de tono podría ubicarse entre esas comillas).

  • Háblenos de sus libros y donde podrían ser adquiridos por nuestros lectores.

R/ Bueno, por lo pronto se encuentran solo en las principales librerías del país. Creo que de mis libros anteriores ya no quedan copias existentes, pero del “Eco de los durmientes” aún se puede adquirir en la librería Orotina, en la Librería Internacional, con la Editora de Letra Maya, Emilia Fallas, o directamente con su servidor a la página de Facebook Calú Cruz o al número +506 84174531. Las tecnologías nos ofrecen esa facilidad de poder hacer envíos tanto dentro como fuera del país.

  • Es coordinador de Birlocha literaria, ¿podría hablarnos sobre los comienzos de ese proyecto y en qué consiste? Por cierto, fue un honor participar en el evento que organizó de mujeres escritoras, muchas gracias por contar conmigo.

R/ Birlocha Literaria fue un proyecto que nació como respuesta al abandono de la literatura como práctica cultural por parte del costarricense. La propuesta nació propiamente en la Universidad Técnica Nacional con este servidor, el profesor Alexander Porras y los poetas Joan Bernal y Mario Lizano. Luego, cuando me vi obligado a trabajar en otros rumbos, tomé el hilo de la birlocha y la trasladé a suelo orotinense. La actividad es una forma de cautivar la atención de la mayor cantidad de grupos etarios posibles. Así, con actividades culturales llamativas que sirviesen de interludio, con una buena cantidad y calidad de los/las poetas participantes y la difusión adecuada de un certamen para futuros escritores; es casi imposible no llamar la atención de cualquier persona. No te miento, María, si te contara que muchos escritores emergen de este tipo de actividades que proponemos.

La primera etapa siempre debe ser la visualización de la existencia. Quien observa hace un reconocimiento a la literatura, ya no como algo obligatorio (mal enseñado en los centros educativos), sino como una actividad más que se disfruta.  El proyecto es muy ambicioso y, tristemente, por ahora no hemos podido avanzar mucho de la primera etapa, mas lo cierto es que las siguientes etapas se siguen con la visita a centros educativos, con ofrecer clubes de lectura y talleres de escritura a los centros educativos y se finalizaría, con un festival magno que congregue a los mejores escritores de la zona, y a las librerías y editoriales más importantes, en sí, una actividad con el apoyo de varias municipalidades y la empresa privada (muy similar a lo que ya se hace en Granada, Nicaragua).

Sé que esto es muy ambicioso, pero yo soy un soñador más y espero posicionar pronto esta noble actividad que ya lleva 9 años de andar, con o sin ayuda. Siempre hará falta el desembolso económico para, por ejemplo, publicar a los ganadores de las ediciones anteriores del certamen; pero cuando el éxito y trascender requiere de mayor esfuerzo, sus mieles tienden a ser más sabrosas.

Por otra parte, para esta edición 2021, hemos decidido visualizar a la escritora como voz femenina y constructora de la historia de la humanidad. Dedicamos nuestra Birlocha a esa mujer que ha tenido que tolerar tantos años del olvido malintencionado del hombre académico que despreció su valía y su potencial. Y qué mejor que dedicársela a una voz femenina que se ha abierto paso entre los hombres con su propia y notable letra: Julieta Dobles Yzaguirre.

En Coordinación con la presidente del Comité Cantonal de la Persona Joven de Orotina, Graciela Vargas Murillo (quien fue mi estudiante y de quien me siento súper orgulloso), del joven Vicealcalde Luis Valverde y bajo la tutela de su servidor, nos propusimos ofrecer una actividad de primer mundo y, aprovechando esta virtualidad, gozamos de muchas escritoras internacionales con obras ya consolidadas.

Agradecemos, desde ya, a todas y cada una de nuestras invitadas por ser parte de la historia que estamos escribiendo en Costa Rica.

  • A parte de escritor, es profesor, y sinceramente, pienso que los profesores son los que mueven el mundo, ya que son los que educan y forman a los que en un futuro salvarán vidas y dirigirán países. Pero en especial, soy admiradora suya por su método de enseñanza y su forma de pensar. ¿Podría hablarnos un poco sobre su profesión como profesor?

R/ Sinceramente, agradezco el halago.

Yo tengo mi propio método de enseñanza que se basa en los cuestionamientos que un tema les pueda despertar a mis estudiantes y, también, en que ningún “por qué”, “cómo” o “para qué” quede en el aire sin su debida respuesta. Esta respuesta puede ser construida entre todos con sus propias opiniones o a partir de la búsqueda en fuentes de consulta. Me gusta que, incluso, me cuestionen y acuso a quien no lo hace por ser un masetero sin otro fin que aguantarse la planta que le encajen.

Yo los enseño a cuestionarme y cuestionar y, con ello, a echarse abajo esas falacias de autoridad que la sociedad ha construido para someter. Para mí, ninguna persona es más que otras, sin embargo, la investigación y los cuestionamientos nos acercan mucho a una verdad, la cual tiene mucha más valía que la pose de cualquier ser humano. Hace poco recibí un sobre con varios mensajes provenientes de mis estudiantes. Según entendí, ellos me habían seleccionado como uno de esos docentes que han marcado sus vidas.

En lo personal, me opongo a ser visto como un docente paternalista; pues el referente que muchos tienen de padre es una figura ausente o sin autoridad ética como para encausarlos por el buen camino. Para algunos colegas no seré suficiente, para otros sí… La vida está llena de ojos que quieren que veamos la vida de un solo modo y a nosotros no nos compete más que hacer nuestro trabajo a conciencia para lograr dormir en completa paz.  

  • Si me permite, en mi cumpleaños me dieron la sorpresa de comentarme que usted les había leído a sus alumnos alguno de mis artículos, me hizo mucha ilusión, muchas gracias, porque no hay mayor placer para un escritor que el ser leído, y más aún, si es por un gran escritor como usted. Y… por curiosidad ¿Cuál les leyó?

R/ No solo les leí un artículo tuyo, sino que hicieron un trabajo con respecto a él. El artículo tuyo que leímos se titula “Y antes del amor vino el sexo”.

A mí me pareció un texto bellamente escrito que, desde la simpleza de la vida de la mujer, explora sus deseos que son naturales y que cruelmente han sido satanizados por una sociedad misógina donde pareciera que el placer se hubiese relegado solo para el varón. Fue una bonita oportunidad para abordar temas como la liberación femenina, el derecho al placer y a experimentarlo como seres humanos. Lo cierto es que los temas fueron surgiendo gracias a que una mujer como vos se atrevió a poner tu experiencia sobre la palestra. Escuchar a los jóvenes y sus inquietudes con respecto a este y otros temas, es enriquecedor y rejuvenece al docente y lo pone al tanto de sus comportamientos e intereses.

  • ¿Hubo alguien en su vida que lo inspirase a escribir? ¿Cuál fue su primer cuento?

R/ Tanto mi madre como mi padre son “culpables” de esto. Mi madre me aportó la magia de su oralidad y, mi padre, la admiración por su biblioteca y los libros. Además, mi padre también escribe y cuando era más joven asistía a un taller literario a cargo del poeta Laureano Albán. 

Yo escribo desde que estaba en cuarto nivel de la escuela y mi primer cuento se tituló “Cuando el sol sale a pasear”. No sabría decirte dónde está ese escrito, pero sí sé de lo que trataba: El sol era un niño travieso que jugaba con toda la naturaleza durante la época de verano. La consecuencia de sus rayos y sus efectos eran, básicamente, sus juegos de niño. Era un cuento de corte infantil.

  • Si pudiera ser un personaje de cualquier libro ¿Cuál sería?

R/ Tom Sawyer siempre me pareció un chico muy ingenioso y ocurrente que encontraba la forma de acomodar las situaciones a su conveniencia, sin embargo, admiro la nobleza e inocencia en el corazón de un Cocorí que vendría a ser nuestro Tom Sawyer o nuestro Principito. Yo, como me considero noble de corazón y con alma de niño en estas tierras benditas y centroamericanas, me quedo con el niño Cocorí de Joaquín Gutiérrez.

  1. ¿Qué opina sobre la educación? Si pudiera cambiar algo del sistema educativo ¿Qué sería?

R/ En mi país hay mucho trabajo por hacer…

Primero, sería conveniente que el Ministro de Educación fuese una persona que en algún momento hubiese ejercido como docente y no solo como un administrador más, aseguro que a la educación costarricense le hace falta alma de profesor en sus mandos superiores. Además, yo propondría la libre cátedra del docente y que sea este quien encamine al estudiantado según el avance del mismo y el contexto que observa (es necesario devolverle esa autonomía y libertad al docente, y en complicidad con el discente). Ahora bien, el sistema, como un todo, debe volver su mirada al cognoscitivismo y a la pedagogía de la ternura; y trabajar en la parte conductual sobre aquellos comportamientos inadecuados que muchos estudiantes traen de sus hogares a causa del abandono familiar (te puedo asegurar que son muchos y muy nocivos).  De lo anterior se deduce que también es necesaria una escuela para padres donde se puedan abordar temas sobre la crianza, las etapas del desarrollo humano y su relación con la conducta del educando, las problemáticas sociales y cómo abordarlas, etc.

  1.  Si pudiera tomar café con cualquier escritor de cualquier época ¿A quién elegiría para compartir ese café?

R/ Tengo a varios en mi lista, pero, a causa de que me dedico al cuento, un Borges sería un buen inicio y, también, un buen final.

Sé que incluso regresaría a él después de una hipotética charla con otros tantos.

  1. Eres el coordinador por Costa Rica de la Antología del Bicentenario de Centroamérica (Ayame Editorial, México, Septiembre 2021) ¿Que ha significado este proyecto para usted?

R/ El proyecto de la Antología del Bicentenario de Centroamérica me ha devuelto a la vida, literalmente.

Una de los asuntos que las personas desconocen es que acepté esa noble labor estando con una enfermedad extraña de la cual ignoro su nombre, desconozco su causa y, desdichadamente, sí me ha tocado padecer sus síntomas. Mi esposa me ha sacado del hogar casi todos los fines de semana por recomendación médica a ver si logro sobrellevar esto en la parte psicológica, que es donde más cuesta.

Y en ese contexto fue que recibí una llamada de mi gran amigo, el columnista y poeta Carlos Jarquín; a quien le expliqué mi situación y tomó la iniciativa de levantarme con sus palabras y ayudarme a salir de esta “fosa”. Sinceramente, le estoy más que agradecido por todo cuanto ha hecho en mi vida.

  1.  Vi su entrevista en la feria del libro de Nueva York y me hizo mucha gracia algo que dijo sobre las moscas en referencia al título de uno de sus libros, ¿podría explicarnos, aunque la pregunta pueda parecer rara, su opinión sobre las moscas?

R/ En literatura nunca hay una “pregunta rara”, todas y cada una de ellas merecen nuestra atención, sobre todo si somos escritores con alma de niño. Yo, en lo personal, te agradezco porque ese tipo de interrogaciones sobre simbolismos son las que más me apasionan y, de este modo, quisiera contestarte con un fragmento del libro en proceso. Así mismo me gustaría que esta parte ayude a generar cierto interés en el libro que está por ver la luz:

“Las pupas parecen reírse de nuestro destino, aprenden algún tipo de intelecto transgeneracional y luego de escurrirse con su cuerpo por algún tiempo, se detienen, implosionan, rajan la vaina que antes las recubría y salen. Una vez afuera desdoblan sus alas, se “lamen” las patas delanteras y con estas peinan sus antenas ¡Y todo listo! Se suman al ejército que flota en el aire cargándolo todo de pestilencia. Una mosca más para la sociedad, pero en menor tamaño; una con vestimenta de niño o niña, pero con las mismas costumbres de cualquiera en su etapa de adultez porque, como dije, hay un hilo generacional que no se ha roto: las mismas costumbres, idéntico es el aprendizaje y se entrevé el más predecible comportamiento”.

Cuento: La sociedad de las moscas

De este modo, la mosca sería un espejo del comportamiento masificador de la humanidad, el cual se acarrea generacionalmente.

  1. ¿Qué le diría Leonardo, el escritor experimentado de ahora, al Leonardo que empezó a escribir? ¿Qué consejo le daría?

R/ Los escritores siempre somos los eternos inconformes con nuestro propio trabajo y nos da por buscar la aprobación en distintas fuentes. Yo, por ejemplo, le diría a ese Calú del ayer que aún no publique sus ocurrencias; sin embargo, en la mesa de mis cuentos he servido para todos los gustos.

Si me topara al Calú de antes, probablemente lo regañaría por no haber leído más libros antes de haber publicado su primer texto, mas lo cierto es que nunca tendremos suficiente vida para toda esa buena literatura que comprende la historia de toda la humanidad y hay mucho que se debe decir antes de nuestro ocaso.  

  1. Como columnista internacional, escritor y profesor ¿Prefiere la difusión de la cultura digital o impresa?

R/ Yo me adapto a las nuevas conductas sociales. Ahora bien, en lo particular me gusta el “olor del libro”; pero la verdad es que tengo toda una biblioteca en PDF. Siendo justos con las tendencias actuales y las nuevas generaciones, prefiero que se lea o visualice un texto a través de todas las formas posibles. Cuanto mayor alcance se tenga será mejor para cualquier escritor y/o columnista; por lo tanto, si me pidieran escribir, por ejemplo, un artículo o cuento para alguna revista de animé, con gusto le “entramos” (el público yace donde mejor le haga sombra y ahí mismo debemos encontrarnos).

  1. ¿Tienes algún tema del que jamás hablarías en tus obras?

R/ La verdad que no. A mí me gusta ser osado con mis textos, y eso no te lo puedo negar. No lo hago para generar polémica, sino porque la sociedad ya es polémica por sí misma, máxime cuando se le desnuda tal cual.

En mis obras toco temas escandalosos que algunos quisieran esconder bajo esa falsa ética y moral que hemos heredado de nuestros abuelos. Yo amo poner en evidencia esos dobles discursos y despojar de pulcritud o solemnidad a una sociedad que en las sombras tiene otro proceder. De este modo, yo ya he tocado muchos temas en mis cuentos como la zoofilia, las violaciones (a niños y a mujeres), los pastores y/o sacerdotes que se enriquecen a causa de sus feligreses y a los políticos sucios y sus discursos embusteros, también, he cuestionado causas ideológicas que no persiguen un rumbo claro y noble.

Pienso que el escritor que no es atrevido, innovador o retador está condenado a morir en el anonimato, definitivamente.

Agradezco infinitamente esta entrevista, tu tiempo y tu entereza como mujer, poeta y columnista. Y aprovecho para motivar a todos los lectores a estar pendientes del lanzamiento del libro “La sociedad de las moscas”. Por lo pronto, me despido con un fuerte abrazo para vos, María Beatriz, y para ese valiosísimo grupo de personas que acompañan tu ardua labor y tu hermoso talento.

Se despide Calú Cruz desde Costa Rica.

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