La región más afectada de Italia por el coronavirus, Lombardía, ha tenido que tomar medidas drásticas para controlar los movimientos de su población.
Tras una semana de confinamiento, las infecciones siguen extendiéndose en Italia y han comenzado a tomar nuevas medidas para contener los casos de incumplimiento de la normativa.
Junto con las compañías telefónicas se ha puesto en marcha una aplicación de control de movimientos de la población a través de sus teléfonos móviles. Así se podrá rastrear dónde están, donde han estado y si están incumpliendo las órdenes de confinamiento.
No es una medida pionera pues Corea del Sur o Israel ya lo habían tenido que poner en marcha.
Y es que, según ha informado hoy el gobierno italiano, el 40% de las personas todavía están moviéndose (algunas para ir a trabajar) pero otras no están respetando la cuarentena, a pesar de que la normativa es muy clara y contundente.
Los desplazamientos más cortos no se puedenr registrar, pues los espacios entre 300 y 500 metros no pueden ser rastreados por las compañías.
Esta medida, si bien es nueva para el caso de controlar una pandemia, en España fue puesta en marcha en el mes de noviembre del año pasado, cuando el INE tuvo autorización para rastrear nuestra ubicación durante ocho días. Para poder rastrear nuestros movimientos durante cinco días en noviembre, uno en diciembre, y para los meses de julio y agosto del próximo año, el INE pagó medio millón de euros a Movistar, Vodafone y Organge.
A través de aquella medida, el INE podrá analizar cuáles son los desplazamientos más habituales en el día a día de la gente, y en su momento se insistió en que los operadores no estaban autorizados para acceder a datos individuales sobre el número de teléfono, ni poder identificar a los usuarios.
