No es lo que se dice, pero es lo que parece. La posibilidad de unas elecciones estivales, para Julio o Agosto, no debería cogernos por sorpresa. Y, aunque este artículo vuelve a ser otro flagrante ejercicio de “política ficción”, tiene ingredientes para ser una idea que puede materializarse.

El Presidente Mariano ha demostrado ser bastante estratega en esto de manejar tiempos electorales. Las amenazas veladas de la posibilidad dicho adelanto y la inestabilidad, que lleva tiempo introduciendo en su discurso, así como un deseo, a priori, de los dos partidos que apoyaron su investidura de que exista una imaginaria oposición estabilizadora, para no concurrir en unas elecciones que empeorarían aún más sus resultados de la segunda convocatoria, hace que el PP tenga la sartén por el mango. La LOMCE, lo recursos al Constitucional de los acuerdos parlamentarios, la reforma laboral irreformable, la aprobación de los Presupuestos Generales, y los encuentros y desencuentros, indican claramente que existe mucha manga para que el gobierno en minoría actúe sin muchos obstáculos a sus deseos y conveniencias, y se vea como el que mejor ha comprendido la situación actual. En definitiva, el “sí pero no” que indica claramente que existe una espada de Damocles sobre PSOE y Ciudadanos, que sostiene el hilo de la voluntad de Mariano Rajoy. Y ese hilo fino, deberá su resistencia y fortaleza al congreso del PP en primera instancia, y los movimientos “aznaristas” en el mismo. El PP post-congresual sólo resistirá una embestida de los del expresidente, ya sea desde dentro o por fuera, con estabilidad real, es decir, más escaños y como mucho un solo socio de gobierno, por lo que si no sale reforzado de este congreso, lo lógico es que las convoque en Mayo. ¿La excusa?, vale cualquiera, pero podrán ser los Presupuestos.

En la misma orilla, el PSOE también puede forzarlas. En pleno debate interno, por decirlo de forma suave, el “golpe de la Gestora”, está creando una fractura que lleva muchos tintes de ser abismal. La costura parece complicada, los retales son muy distintos. El congreso y las primarias para secretario general se han retrasado demasiado. El resto de los partidos, para marzo están preparados, el PSOE no. ¿Pero es eso un problema para los que decidieron iniciar su excursión por las simas del PSOE desde el 2012? ¿O es una ventaja? Es mucho lo que se puede leer sobre los tiempos de ese congreso tardío: que si depurar censos, que si hacer entrar a la militancia en razón, o hasta dar a entender que se puede domesticar al gobierno y se está haciendo. Pero hay uno que aún no he leído: las consecuencias internas de un adelanto electoral.

Ante una amenaza de un adelanto electoral casi coincidente con el congreso del PSOE, la comisión de garantías, la gestora suplantando al comité ejecutivo, el comité director, Felipe González, y todos los que se pregunten y decidan, podrían recomendar la no celebración de primarias, y nombrar un o una secretario/a general de urgencia, que se ratificaría tras las elecciones, y un candidato para sobrellevar el varapalo electoral. Las consecuencias, no creo que importen, porque lo que se está demostrando es que importa más dominar ese partido bajo la premisa de la ley de hierro de Michels, que los resultados, que ya son malos. Sin ser gobierno ni posibilidad de serlo, la lógica que desprenden sus acciones últimas, las amenazas veladas del gobierno de la nación, los sondeos andaluces de la EGOPA, esa necesidad de no ser socios del PP ante su militancia, y ahora la candidatura de Sánchez, todo indica que puede ser que se fuerce en cierto momento a que haya elecciones en verano. Pues el miedo a tener menos escaños no es superior al miedo a ser excluidos de los aparatos de poder de dicho partido.

Ante estas posibilidades, el presidente debería valorar, si no lo está haciendo ya, que adelantar elecciones en verano tiene muchas ventajas. En primer lugar coge al PSOE fuera de juego y le hace un favor a ciertos cuadros internos, dejando un espacio electoral enorme a Podemos, que es mejor enemigo que rival para una contienda electoral polarizada. En segundo lugar, si los hados de los sondeos le son favorables, aumentará su poder parlamentario, cerrando filas ante otros nacimientos en su espacio, y dejando a Ciudadanos en la duda si entrar esta vez en un gobierno o no de coalición, tras un proceso de necesidad de crecimiento debido a la caída de afiliación de este partido. En tercer lugar, posiblemente haya abstención, por la desilusión de la izquierda al no tener un proyecto claro, ya sea Pedro, Susana, Patxi, Pablo o Íñigo; y eso según el santo D´Hont y sus milagros, es casi mayoría absoluta. Cuatro años de “relaxing cup of café con leche”.

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