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El voto oculto, los indultos, y los pactos

Julián Molina Illán
Julián Molina Illán
Psicólogo, Fisioterapeuta, Enfermero, Filólogo, e Historiador del Arte.
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análisis

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Acaba de publicarse el último sondeo antes de las elecciones del próximo 28 de abril. Lo significativo no son los datos de intención de voto coincidentes, más o menos, con los de otros sondeos. Aparte de la ligera tendencia al alza del Psoe y a la baja de Ciudadanos (hay un trasvase entre estos dos partidos hacia el Psoe por la contumacia de Albert Rivera a mantenerse alejado de la moderación que el Psoe representa, y su acercamiento a posturas de extrema derecha), los datos de intención de voto no son diferentes a los de otras encuestas. Pero hay algo en el conjunto de “los indecisos” que sí me ha llamada la atención. Podemos ver, y es lógico que así sea, que la preferencia sobre quién se quiere que sea el presidente es algo más elevada, o como mínimo similar, con respecto a los resultados obtenidos en la intención de voto.

Así, por ejemplo, mientras el Psoe tiene una intención de voto del 28%, su preferencia presidencial es del 37%. Con respecto al Partido de los Poderosos los datos son 24% y 22%. Lo mismo ocurre con Ciudadanos y Unidas Podemos. Sin embargo, a Santiago Abascal, líder de Vox (Violencia, Odio, y Xenofobia) le prefiere de presidente menos de la mitad de la gente que dice querer votarle. ¿Cómo es posible esta incongruencia? ¿Cómo es posible que la gente quiera votarle a Vox, pero no quiera que su líder presida el gobierno? Para mí la respuesta es que no hay un voto oculto hacia Vox en positivo, sino en negativo. Por un lado, hay gente que dice que les va a votar como castigo y llamada de atención a un Partido Pútrido al que consideraban blando en su era Rajoy, y, por otro lado, los “llenazos” de Santiago Abascal no convencen. Sí, el tío está llenando, pero la gente no lo quiere de presidente. De este modo, yo me atrevo augurar un resultado para el Partido Porompompero mejor de lo que se vaticina: aproximadamente 90 ó 95 escaños.

Con respecto a los indultos argumentábamos en un artículo anterior la incomodidad que nos producen, así como el hecho de que todos los partidos en el poder los han utilizado. El Partido Pestilente, sin ir más lejos, lo ha hecho para beneficiar a “amiguetes” encarcelados por corrupción. Por lo tanto, y en el supuesto de que, uno, los jueces condenen a los políticos involucrados y procesados por lo que se conoce como “el prucés”, y dos, ellos pidan perdón y clemencia una vez condenados (algo más que improbable) el gobierno de turno se verá en la tesitura de aligerar una condena, o no hacerlo, a unas personas que, en definitiva, tampoco han matado a nadie y bastante castigo llevan ya en el cuerpo. No es una situación nueva y no entiendo que haya que hacer de esto un problema en este país, o un tema central de la campaña electoral. Pero, dejemos obrar a la justicia y no adelantemos acontecimientos. Aún no han sido condenados.

Por último, y no por ello menos importante, hablaré un poco de los pactos postelectorales. Vaya por delante que me parece una falta de respeto a la ciudadanía hablar de preferencias de pactos antes de que la ciudadanía se haya pronunciado. Pero yo no hablaré de preferencias, sino de una posibilidad que hasta ahora no he oído ni leído que nadie haya tenido en cuenta. Se trata de la posibilidad de que el Psoe pueda gobernar con Unidas Podemos y con Ezquerra Republicana, no por un trato de favor y posibles futuros indultos, sino como la mejor manera que se me ocurre de integrar a los independentistas catalanes en los asuntos de España. La mejor manera de vencer a un enemigo es convertirlo en tu amigo. Si Ezquerra participa de la construcción de un nuevo estado español, de la mejora de sus servicios públicos, de la educación, la sanidad, la modernización de sus instituciones, el aseguramiento de las pensiones, la recuperación de los derechos laborales perdidos, etc, etc, aprenderán más y mejor a querer a esta España a la que pertenecen, aunque no quieran, y aunque no lo sepan. Igual así aprendemos todos, y todas, a vivir en paz los unos con los otros sin considerar enemigos a nuestros vecinos. Todos, juntos, unidos, por una España mejor en su diversidad.

He tocado en este artículo tres aspectos controvertidos. A mayor número de ideas defendidas en un artículo, y a mayor controversia, menor es la posibilidad de que éste sea aceptado. Espero que seáis benevolentes conmigo. Se trata de decir muchas cosas en pocas palabras, y no sé si las musas me habrán protegido en esta ocasión. Tampoco es otras veces me hayan protegido mucho. Un saludo a todas, y a todos.

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2 COMENTARIOS

  1. El tema del indulto ni siquiera deberia plantearse.
    Esos presos políticos no serán condenados porque no han cometido ningún delito
    Y si el Tribunal Suprema los condena, aunque sea a un año, habran cometido el mayor dislate de la historia de la judicatura en esa España desarbolada y vengativa

  2. Venga vaa a todos ellos si les quieren dar indultos a los ladrones estos del dinero y a mi marido por robar pa darnos de comer a mi y a mis hijas y no le dan el indulto que ya pedí vaya mierda de país así vamos con crisis y mierdas y historias

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