Apenas unos días después de protagonizar el “lamentable espectáculo” –en palabras del líder socialista vasco Patxi López– ofrecido por las disensiones internas del PSOE tras el varapalo del 20D, la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha dado el último bandazo en su estrategia de comandar a la baronía rebelde frente al empeño del secretario general del partido, Pedro Sánchez, de formar un gobierno “progresista” a casi cualquier precio en cuanto fracase Rajoy su intento de un ejecutivo “de la estabilidad”. En una entrevista radiofónica en Canal Sur, Díaz da un paso atrás y dice ahora que otorga su apoyo a Sánchez para que busque una “alternativa” al intento conservador del presidente en funciones. Hace solo dos semanas Díaz dijo de Podemos que no se puede pactar con una fuerza política “que quiere romper España”.

Pese al giro copernicano de la baronesa andaluza, en consonancia con otros cambios de opinión en forma de enroques estratégicos hechos públicos en cuestión de días, como el del socialista extremeño Guillermo Fernández Vara o el del castellano-manchego, Emiliano García-Page, en lo que sí sigue siendo inflexible este sector crítico dentro del PSOE representado por sus barones más representativos es en no negociar con Podemos sobre el referéndum que la formación morada propone para el problema soberanista catalán.

Aquí surge un matiz: donde antes la presidenta andaluza y sus colegas críticos negaban cualquier tipo de negociación con Podemos mientras no retirara esta línea roja, ahora sí están dispuestos a apoyar a su líder para que negocie un gobierno “progresista” en caso de que Rajoy fracase en su intento, como así todo lo parece indicar. Es decir, sentarse a negociar primero y después convencer a Podemos de que retire o modifique sustancialmente su propuesta de referéndum para Cataluña.

Otro paso atrás notable dado ahora por la presidenta andaluza ha sido el relativo a la fecha de celebración del congreso del PSOE, previsto según los estatutos para febrero o marzo. En contra de lo afirmado hace solo unos días, Díaz argumenta ahora que en febrero sería “inviable” su celebración dado el momento político que vive este país (tesis del propio secretario general del PSOE) y que estima que durante este mes de enero se celebrará un comité federal para debatir sobre la fecha idónea del congreso del partido.

En este sentido, la baronesa andaluza del PSOE ha eludido responder a la pregunta de si se presentaría en un proceso de primarias para disputar la Secretaría General a Pedro Sánchez. “No toca”, han sido sus escuetas palabras. Díaz está convencida ahora de que este supuesto debate por el liderazgo ni siquiera se ha llegado a abrir.

Por otro lado, el ex presidente de Castilla-La Mancha y ex secretario general del PSOE regional José María Barreda, en un intento por enviar la pelota al tejado de enfrente, cree que el problema no está en que Pedro Sánchez trate de formar un gobierno progresista –“sería razonable”, argumenta Barreda–, sino en que Podemos es un “interlocutor difícil” porque considera que no es un partido “sino cuatro”, en referencia a las agrupaciones de Galicia, Cataluña y Comunidad Valenciana que han concurrido unidas a la marca Podemos el 20D y ahora quieren tener grupos propios en el Congreso. “Parecería que el partido que más problemas internos tiene es el PSOE, y no es así”, dijo Barreda a la Ser. “Pablo Iglesias tiene un verdadero problema para gestionar esta situación”, añadió.

1 COMENTARIO

  1. El beso de Judas, ve Pedro, ve y reúnete, intenta simpatizar con todos que yo seguiré haciendo mi trabajo para que no termines el tuyo.
    Yo le daría a esta señora las siglas para ella sola, a ver si algún día queda harta.
    LAMENTABLE

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