¿Se ha terminado el problema de las reválidas? ¿Se ha paralizado la LOMCE? Pues parece que algunos medios de comunicación han aireado a los cuatro vientos la teatralización puesta en marcha en el Congreso de los Diputados por PP, PSOE y Ciudadanos tratando de hacer creer a la ciudadanía que han parado los aspectos de la LOMCE que ya están implantados este curso, en una artimaña clara para parar las distintas movilizaciones que la comunidad educativa tiene preparada para esta semana y para las que vendrán más adelante.

Por desgracia y por mucho que nos pese, la LOMCE sigue estando vigente en los centros educativos de toda España y lo seguirá estando, mucho más si cabe, cuando el nuevo Ministro de Educación, Méndez de Vigo, nos anunciaba que ahora es imposible derogar la LOMCE porque sería “mandar al limbo a ocho millones de niños”. Lo dicho… de derogar la LOMCE nada.

En resumen. Los efectos de la LOMCE siguen vigentes y toda la fanfarria mediática anunciando a bombo y platillo su paralización o congelación es una estrategia para acallar la voz de la comunidad educativa que de nuevo va a tomar las calles de forma masiva para que esta ley se derogue. Pero vamos a contar la historia de esta farsa montada en el Congreso que demuestra, otra vez más, el circo que tienen montado algunos, que quieren engañar a la ciudadanía con juegos malabares.

Hace días el PSOE presentaba en el Congreso una propuesta relativa a la LOMCE para congelar el calendario de su implantación, frenar las reválidas y anunciar un futuro pacto educativo consensuado. Enseguida salieron a la palestra PSOE y Ciudadanos tratando de apuntarse el tanto de semejante “logro político” y tratando de dar la falsa sensación de que habían obligado al PP a cambiar su hoja de ruta respecto a la LOMCE. Pero de eso nada.

El PSOE ha asumido vergonzosamente la hoja de ruta del PP en materia de educación. Porque ya sabíamos que la LOMCE no se pararía desde el debate de investidura de Rajoy, donde ya dijo que para este curso paralizaría las reválidas (algo que ya era un hecho), pero que no soñaran los partidos de la “oposición” con que pararía también las leyes más importantes (como por ejemplo la LOMCE) que puso en marcha la pasada legislatura. Claro y en botella. La LOMCE no se deroga.

El proyecto no de ley del PSOE proponía la paralización del calendario de la aplicación de la ley, pero esto tenía trampa, porque la LOMCE ya está en marcha en todos los centros escolares de España. Por lo tanto, esto sólo supondrá una moratoria en los efectos de la reválidas. Nada más.

Lo cierto es que el PSOE, que prometía en campaña la derogación de la LOMCE, se baja de nuevo los pantalones ante la derecha y sólo consigue una moratoria, es decir, un aplazamiento para su entrada en vigor, que no es otra cosa que lo que ya anunciara el PP tras su pacto con Ciudadanos. Por tanto se trata de una claudicación más de este PSOE a la deriva que promete una cosa en campaña (como el NO es NO a Rajoy) y después incumple lo que promete.

Otro asunto que me preocupa es el acuerdo que los partidos de la Triple Alianza (PP, PSOE y Cs) han tomado para establecer un futuro pacto por la educación. Lo cierto es que me echo a temblar cuando el PP y PSOE hablan de un posible pacto educativo, cuando sabemos los recortes bestiales en materia educativa que hemos sufrido en la enseñanza pública por parte de los gobiernos del PP en Madrid, por ejemplo, y por parte del PSOE en Andalucía, último bastión socialista, donde se mete la tijera a la escuela pública para beneficiar a la concertada.

Lo dicho, miedo me da cuando el bipartidismo se pone a hablar de pacto educativo y no habla de los miles de puestos de trabajo que se han perdido, la inyección de dinero público a los centros concertados (mejor llamarlos centros privados sostenidos con fondos públicos), además de los privilegios y el poder que la Iglesia Católica sigue teniendo en nuestras escuelas.

No podemos hablar de pacto educativo sin establecer primero un plan de estabilidad para el profesorado, tampoco sin denunciar que uno de los grandes problemas de la educación pública en este país son los servicios externalizados, donde el trabajo precario está a la orden del día (como por ejemplo el de los trabajadores y trabajadoras intérpretes de signos) y sobre todo, no podremos hablar de ningún nuevo pacto educativo sin hacer una revisión de los conciertos en este país. Estos son los tres grandes retos del sistema educativo en España. Primero hay que poner los recursos y el personal y después hay que plantearse las líneas pedagógicas a seguir. Una cosa va seguida de la otra y no al revés.

Por todos estos motivos las movilizaciones de la comunidad educativa están más que justificadas y son más necesarias que nunca. Que no nos engañen con triquiñuelas parlamentarias que sólo maquillan una realidad que los que nos dedicamos a esta maravillosa profesión de educar vivimos día a día en nuestros centros.

Que no nos engañen. Nada de meter la LOMCE en el congelador. La LOMCE tiene que ser derogada.

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