El sector ganadero genera más emisiones de efecto invernadero que los transportes

Fue en diciembre de 2009 cuando Paul McCartney, uno de los Beatles, intervino en el Parlamento Europeo para explicar las consecuencias del consumo de carne en el medio ambiente.

Concretamente, en su intervención explicó que con un consumo menor de carne habría una incidencia directa en la emisión de gases, y se generaría menos calor. En inglés, el eslogan que resumía sus palabras era así: «Less meat= Less Heat».

Interrumpió entonces su gira europea para hablar en la sede de la democracia europea y su discurso fue fuertemente aplaudido. Lo sé porque yo estaba allí, porque fui una de aquellas personas que pudo ver a esta estrella del pop explicar los motivos por los que era imprescindible concienciar y concienciarse sobre la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros: lo que consumimos tiene un recorrido antes de llegar a nuestro plato y es necesario vigilar los detalles para poder tener un impacto real en la mejora de la situación del planeta.

A McCartney le surgió el impulso para ser activista tras leer el informe de Naciones Unidas publicado en 2006: «La alargada sombra de la ganadería».

En este informe se desvelaba una información sorprendente en aquel momento, y que por desgracia a día de hoy muchos desconocen: ¿qué provoca más emisiones de gases de efecto invernadero: la cría de ganado o la conducción de automóviles? Sorpresa: según el informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el sector ganadero genera más emisiones de gases de efecto invernadero medidas en CO2 equivalente (18%) que el transporte. Además, es una fuente importante de degradación de la tierra y del agua.

El responsable de la redacción de aquel informe, Henning Steinfeld, jefe de la Subdivisión de Política e Información Ganadera de la FAO señaló que la ganadería es uno de los contribuyentes más importantes a los problemas ambientales más graves de la actualidad. «Se requiere una acción urgente para remediar la situación», decía en 2006. Con estos datos hace quince años sobre la mesa llama la atención cómo hoy desde el sector cárnico español atacan al ministro de Consumo, Alberto Garzón, por decir lo que era obvio y por intentar poner en la agenda una cuestión de la que debíamos haber estado informadas hace mucho tiempo. Y lo más importante: sobre la que teníamos que haber tomado medidas contundentes.

Larga sombra del sector ganadero

Ya entonces se ponía el foco en que el sector ganadero mundial estaba creciendo más rápido que cualquier otro subsector agrícola. En aquel momento se denunciaba que el sector ganadero representaba el 9% del CO2 derivado de actividades derivadas del ser humano y generaba el 65% del óxido nitroso relacionado con los seres humanos, que tiene 296 veces el potencial del calentamiento global.

La ganadería utiliza ahora el 30 por ciento de toda la superficie terrestre, en su mayoría pastos permanentes, pero también incluye el 33 por ciento de la tierra cultivable mundial utilizada para producir piensos para el ganado, señala el informe. A medida que los bosques se talan para crear nuevos pastizales, es un factor importante de deforestación, especialmente en América Latina, donde, por ejemplo, alrededor del 70 por ciento de los antiguos bosques de la Amazonía se han dedicado al pastoreo, apuntaba el informe.

 Advertía, además, de que los rebaños provocan una degradación de la tierra a gran escala, y alrededor del 20 por ciento de los pastizales se consideran degradados por el pastoreo excesivo, la compactación y la erosión. Esta cifra es aún mayor en las tierras secas, donde las políticas inapropiadas y la gestión inadecuada del ganado contribuyen al avance de la desertificación. Por si esto no fuera lo suficientemente preocupante, se estima que el ganado es la principal fuente interior de contaminación por fósforo y nitrógeno del Mar de China Meridional, lo que contribuye a la pérdida de biodiversidad en los ecosistemas marinos.

Alternativas

El informe se elaboró con apoyo de la iniciativa multiinstitucional «Ganadería, Medio Ambiente y Desarrollo» y en él se proponía explícitamente una serie de formas de remediar la situación, tales como:

• Degradación de la tierra: controlar el acceso y eliminar los obstáculos a la movilidad de los pastos comunes. Uso de métodos de conservación de suelos y silvopastoreo, junto con la exclusión controlada de ganado de áreas sensibles. Poner en marcha planes de pago por servicios ambientales en el uso de la tierra basada en la ganadería para ayudar a reducir y revertir la degradación de la tierra.

• Atmósfera y clima: aumento de la eficiencia de la producción ganadera y la agricultura de cultivos forrajeros. Mejorar la dieta de los animales para reducir la fermentación entérica y las consiguientes emisiones de metano, y establecer iniciativas de plantas de biogás para reciclar el estiércol.

• Agua: mejorar la eficiencia de los sistemas de riego. Introducir precios de costo total para el agua junto con impuestos para desalentar la concentración de ganado a gran escala cerca de las ciudades.

Un día sin comer carne a la semana

Esta fue la propuesta de McCartney para poder incidir de manera directa y asequible.