Según ha publicado VozPópuli, el presidente del Gobierno mantuvo una comida privada con Ana Patricia Botín el pasado 31 de agosto. ¿Hablarían en ese encuentro de las necesidades del Santander o recibió una petición de rescate de la entidad a través de una fusión con BBVA? Sólo los allí presentes lo saben, pero lo que no puede hacer el presidente de un gobierno progresista de izquierdas es atender a las peticiones de una entidad plagada de escándalos, de condenas por la venta de productos abusivos, de procesamientos por la Justicia o juicios por estar, por ejemplo, presuntamente implicado en el mayor fraude fiscal de Europa.

El escenario actual de España requiere de un gobierno que se centre en los problemas reales de la ciudadanía, que priorice las necesidades de las pequeñas empresas, los autónomos y los trabajadores frente a las dictaduras privadas que por sí mismas tienen capacidad para sobrevivir a una crisis como la actual. Desde luego, la prioridad son las empresas españolas y el Santander no lo es. Si el presidente quiere conocer lo que realmente es y representa al Santander no tiene más que asesorarse de personas o familiares cercanos que en el pasado trabajaron en el sector financiero.

Puede que haya lectores que se sorprendan de esta afirmación, pero es la verdad más absoluta. La familia Botín no es la propietaria del Santander, por más que su presidenta actúe como si así lo fuera. Los Botín, en conjunto, controlan un 1% del capital social del Banco Santander que es insuficiente para mantener a Ana Patricia Botín en la presidencia, ya que otros accionistas mayoritarios como State Street Bank (aprox. 13%), BNY Mellon (aprox. 8,8%), Chase Nominees (aprox. 6,6%), EC Nominees (aprox. 3,9%), BlackRock (aprox. 5,5%) o el Statens Pensjonsfond Utland (aprox. 3%) superan el 35%, un porcentaje suficiente para cesar a la presidenta en el momento que quieran pero que, incomprensiblemente, no hacen a pesar de que desde que falleciera de forma repentina e inesperada Emilio Botín hayan perdido una cantidad cercana a los 70.000 millones de euros.

Como se puede comprobar, los máximos accionistas son bancos custodios y grandes fondos de inversión que tienen su sede en Wall Street y que, en realidad, son los que manejan a su antojo la economía y las grandes empresas del mundo. Por tanto, el Santander ya no es un banco español.

¿Quién está detrás de estos bancos custodios, fondos y de las grandes firmas de gestión de cartera? En la CNMV no existen registros de quiénes son los accionistas que controlan estas entidades. No hay obligación de ello, lo que deja una situación de total opacidad a la hora de controlar quién está detrás de ese dinero. Puede ser cualquiera.

Lo más alarmante es la opacidad con que operan estas grandes corporaciones que controlan al Santander, ya que sólo ellos conocen quiénes son sus clientes. Los bancos custodios, además, están siempre en la órbita de las operaciones anti-blanqueo y de evasión de capitales de las instituciones policiales internacionales. La opacidad que ofrecen como valor añadido a sus clientes es aprovechada en muchos casos como un modo de lavar dividendos comprados con dinero poco claro. Como no están domiciliados en nuestro país los beneficios logrados por las operaciones del mercado no están obligadas a tributar en España.

Entonces, ¿puede Pedro Sánchez caer en la tentación de rescatar, como hizo el PP al entregarle al Banco Popular, al Santander bajo la premisa de que es un banco español? No, sería todo lo contrario de lo que se espera de un político que presume de estar liderando un gobierno progresista de izquierdas.

Por otro lado, el banco presidido por Ana Patricia Botín no es una cuestión de Estado para que se le dé todo lo que pide o necesita. Para afrontar la ampliación de capital que necesita no tiene más que acudir al mercado. Sin embargo, el hacerlo sin una gran operación que justifique 25.000 millones de euros, sería muy duro y tendría unas consecuencias ignotas en la historia de la banca.

Por esta razón, Pedro Sánchez no puede frenar los movimientos que se están realizando para una fusión entre BBVA y Sabadell y debe paralizar en seco los que se están ejecutando para que el Santander se quede con el banco vasco.

En España ya hay demasiadas víctimas provocadas por un banco que hace mucho tiempo que no es español como para que se permita seguir actuando con total impunidad a una entidad que presume de llevar la «Marca España» por el mundo pero que, por los múltiples escándalos que protagoniza, está manchando esa imagen de país.

Para entender esto, Pedro Sánchez no tiene más que repasar lo sucedido en Brasil, con condenas millonarias por abusos a sus trabajadores y trabajadoras; en Reino Unido, con el escándalo de los seguros PPI por el que el banco presidido por Ana Patricia Botín ha tenido que provisionar 1.800 millones de euros para pagar las indemnizaciones a las víctimas, o la retención del dinero de clientes fallecidos a sus familiares por valor de más de 200 millones; en Alemania, el Santander está dentro de los bancos que presuntamente facilitaron el mayor fraude fiscal de Europa a través de los dividendos Cum-Ex, según se indica en las investigaciones judiciales; en Estados Unidos, el banco presidido por Ana Patricia Botín ha sido condenado por discriminación y los propios trabajadores llegaron a presentar en el Congreso de los Estados Unidos un informe sobre los abusos que sufrían. En España el Santander está siendo condenado en los tribunales por la venta de productos tóxicos y los propios empleados han reconocido en sede judicial que la entidad les obligaba a vender esos productos complejos como renta fija. Todo ello por no hablar de cómo en los expedientes de regulación de empleo el banco presidido por la autoproclamada feminista Ana Patricia Botín se cebó con las mujeres embarazadas o con reducción de jornada. Lo mismo se podría decir de la apuesta por el medio ambiente que se sustanció en un aumento de la financiación y de las inversiones en empresas altamente contaminantes.

Es decir, todo lo contrario a lo que debería representar un presidente de un gobierno progresista de izquierdas. La historia demuestra cómo las élites han acabado abduciendo a los gobernantes progresistas. No hay más que ver cómo llegaron al poder, dónde están ahora y a quién defienden cada vez que hay ocasión de hacerlo. Por eso, Pedro Sánchez, al alternar con la señora Botín, no debería olvidar esta frase de Mark Twain: «Un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover». Y no olvide, señor presidente, que un Botín jamás devuelve los favores, más bien al contrario, suele pasar facturas, caiga quien caiga.

16 COMENTARIOS

  1. Favor ilustrarnos sobre que son los bancos custodios, quienes són y como actúan.

    También favor ilustrarnos sobre si la botina es residente fiscal española.

    Gracias adelantadas

  2. Y todos los otros tampoco són españoles y si no accionariado y ver el caso de saqueo de libro que ha sido lo de Endesa.

    ¿A ver de donde ha obtenido su enorme fortuna oculta el mataelefantes sicario de los usureros que ahora está fugado, refugiado y protegido por sus socios y amos en EAU?

    Aquí solo nos han dejado ruina, desolación, miseria y lágrimas acompañadas de suicidios y todavía pretender seguir chupando del bote con INVIOLABIIDAD, AFORAMIENTOS MEDIEVALES IMPUNIDADES Y SUBVENCIONES.

  3. Cuando dejo jpmorgan chase de ser accionista del banco santander?o sigue siendolo pero en menor proporcion ,es importante cuando salio y porque ,no encuentro este dato,en 2015 era el segundo accionista del santander.los datos no prueban nada pero son indicios de cosas importantes que pasan y explican cosas al igual que la valoracion del santander en el historico de bolsa que coincide con hechos cruciales como el pico del valor del santander un mes antes de la resolucion del banco popular ,sabian lo que pasaria .
    efectivamente el santander es un banco al servicio de los rothschilds ,es una fabrica de blanqueamiento de dinero podrido
    ————————————–
    el economista
    en agosto del 2015 3/08/2015 – 12:17
    JP Morgan Chase ha declarado una participación del 3,173% en Banco Santander y se convierte así en el segundo accionista de referencia del banco presidido por Ana Botín tras Blackrock, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

  4. Tengo una duda ¿Porqué este Diario 16, está continuamente persiguiendo al Banco Santander? Es que parece que no tiene otro tema del que hablar….
    Se me antoja muy sospechoso.

    • Muy sospechoso. Lo que no dice es que toda la plantilla del Santander en España son mayoritariamente españoles. Y que el pequeño accionista nada tiene de multimillonario, arriesga su capital y paga los impuestos de los beneficio o plusvalía, si los hay los tuviera. Pero si pierde los dineros, adiós muy buenas.

  5. Patético el autor de esta nota ..un aporte más a la confusión general, eso sí asalariado por los enemigos del Santander.. que son muchos , bocado apetecible de la banca internacional y que aún no han conseguido apropiarselo

  6. Si un banco os estafa los ahorros de toda la vida que conseguísteis con muchas privaciones, tiempo y esfuerzo, veréis como también le cogéis obsesión. Yo, personalmente, como accionista minoritario de familia trabajadora y humilde no voy a parar hasta que se cambie la dirección del banco o recupere la inversión más los intereses. Es justo y quién no lo vea así es que no le importa perder sus ahorros por embaucadores y no podrán protestar si se lo hacen a ellos.

  7. Que verguenza!!! Dejemos de rescatar bancos y rescatemos a las personas,, por cierto cuándo van a devolver el dinero del anterior rescate? Buena falta nos haría… En España ya han desaparecido muchos bancos y que? Después de uno viene otro hay bancos a puñados por el mundo si quiebran que les den, son un atajo de ladrones, vamos a tener que pagar los obreros españoles su mala gestión? Ni que fuera públicos, luego sus ganancias las tienes en paraísos fiscales, sin unos sinvergüenzas!!!!

    • Sra murciana republicana, qué cree Ud que se hizo cuando se rescató a las Cajas de Ahorros más que rescatar a millones de pequeños ahorradores. No olvide que no se rescató a Bancos privados, ni uno. Se rescataron Cajas gestionadas por políticos, sindicalistas y demás inútiles.

  8. Quién rescata a los CIUDADANOS, tenemos que rescatar a Ana Patricia Botín????
    Ésto es de chiste, nos tomais por imbéciles???
    Quién se traga este artículo, los zombis lobotomizados, los ciudadanos no descansaremos hasta que haya verdadera justicia en este desgraciado país.

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