Juan Carlos de Borbón, rey de España por la gracia de Franco, apoyó la creación de un partido de derechas liderado por Carlos Arias Navarro, último presidente del Gobierno del dictador y primero de la Transición. Así lo revela un informe secreto de la CIA del mes de febrero de 1976, al que Diario16 ha tenido acceso.
Según los informes de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, Arias Navarro celebró una reunión a principios febrero de 1976 con José María de Areilza, Manuel Fraga y otros dos ministros del gabinete que no son mencionados en el informe pero que son calificados como clave, por lo que, posiblemente se tratara de Alfonso Osorio y Antonio Garrigues.
Arias, en esa reunión «anunció que el rey Juan Carlos apoyaba decididamente que encabezara una asociación reformista de centroderecha. En consecuencia, Arias dijo que aceptaría el papel de liderazgo si los cuatro ministros presentes pudieran producir una plataforma aceptable y comenzar el proceso de combinar organizaciones individuales dispares en una sola unidad. Cada uno de los cuatro ministros acordaron elaborar un documento de plataforma básico y volverán a reunirse el 23 de febrero para fusionar las contribuciones en un solo documento», afirma el documento.
Hay que tener en cuenta varios aspectos. Apenas habían pasado dos meses desde la muerte de Franco y Carlos Arias era un ferviente opositor a la creación de partidos políticos. De ahí que se mencione el término «asociación».
Por otro lado, los ministros mencionados en el documento y los otros dos, a los que la CIA califica como «clave», eran hombres con una categoría política muy superior a la de Arias. Además, en esas fechas Juan Carlos I acababa de sufrir su primera gran lucha contra el aparato franquista para que Torcuato Fernández Miranda fuese elegido como presidente del Consejo del Reino y de las Cortes. Dar a Arias ese poder fue, tal vez, el modo en que el rey Juan Carlos premiaba los servicios que el entonces presidente del Gobierno le prestó para que Fernández Miranda fuera elegido a pesar de ser un hombre absolutamente despreciado por el búnker.
Sin embargo, la CIA va mucho más allá en su informe señala que «Fraga apoyó fuertemente la propuesta de Arias y esta vez aparentemente no insistió en que su grupo dominara la coalición. La aceptación de un papel secundario por parte del ambicioso ministro del Interior puede haber estado influenciada por varios factores: su intento de organizar una máquina política propia no ha ido tan bien ni tan rápido como esperaba. Se informa que muchos miembros influyentes de la jerarquía militar se oponen al ritmo actual de reforma y culpan a las políticas liberalizadoras de Fraga de algunas manifestaciones políticas recientes; y probablemente todavía espera hacerse cargo de la coalición centrista cuando Arias deje el gabinete, lo que podría ser tan pronto como este verano».
Hay que tener en cuenta que Manuel Fraga, junto a otros 6 exministros franquistas, no creó Alianza Popular hasta el mes de octubre de 1976. Por otro lado, la CIA señala que el mandato de Carlos Arias no duraría más allá del verano, algo que ocurrió en el mes de julio cuando, en el Palacio Real y tras una entrega de despachos, presentó su dimisión, lo que posibilitó el nombramiento de Adolfo Suárez.
Juan Carlos I: «Franco, para mí, es un ejemplo»
En una entrevista concedida por Juan Carlos de Borbón en el año 1969, afirmó lo siguiente: «El general franco es verdaderamente una figura decisiva históricamente y políticamente para España. Él ha sabido sacarnos y resolver nuestra crisis de 1936. Después de eso él jugó un papel político para sacarnos de la II Guerra Mundial. Y, además de esto, durante estos últimos 30 años él ha sentado las bases para nuestro desarrollo actual, usted mismo lo puede constatar».
El entrevistador, entonces, le hace una pregunta tan clara que impide que se puedan hacer circunloquios: «Para usted, personalmente, ¿qué representa el general Franco?», a lo que Juan Carlos de Borbón afirma sin ningún tipo de contemplación que «Para mí es un ejemplo vivo, día a día, por su desempeño patriótico al servicio de España, y además le tengo mucho afecto y admiración».
¡Coño!, cada vez más se va conociendo que el Demerito es hijo ideológico-político del genocida. Simplemente se adaptó a los tiempos por sugerencias de la Embajada del amo.
No conocía este informe, pero de cualquier modo estaba todo ideado de antemáno, y sí; es la querencia de franco, quien no se atrevía en vida para dejar su herencia libre de contrapunto, disidencia o, como todos sabreis, de enemigos políticos significantes si habrían sido exterminados. El más listo Suárez, que escogia él centro político aprovechando él miedo y la desconfianza nacional y portando la imagen internacional que él pais necesitaba para la aceptación del futuro régimen. El enemigo más costoso y difícil de convencer: Francia, y la avalancha de noticias contrarias a este fraude de la constitución actual provenia de la prensa gala, y a la presión de este país debemos la final aceptación del partido comunista. Suárez estuvo pagando su cuota de partido a falange unos años y sus amistades -moderadas y conocidas para mí dentro del partido- eran muchas. Al rey no le pareció bien la disidencia y oportunismo de Adolfo y ahora podréis continuar vosotros…