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El reto de reducir gastos durante el confinamiento

Aunque parezca que durante el confinamiento debería ser más fácil reducir los gastos, de la factura de la calefacción, la luz y el agua, la realidad es que pueden aumentar si no nos esforzamos por conseguir lo contrario

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análisis

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Controlar los gatos ha sido siempre algo necesario y a la vez un quebradero de cabeza para muchas personas. En esta situación sin precedentes, en la que el futuro es incierto a todos los niveles, ahorrar y saber en qué gastamos se convierte en algo imprescindible. Aunque pocas son las certezas sobre cómo será el mundo tras esta pandemia, muchos expertos y expertas señalan que seguramente se producirá una fuerte crisis económica. El cierre de los comercios y negocios, el gran número de ERTES que se están produciendo y las consecuencias negativas sobre la salud mental de la ciudadanía hacen factible un escenario de recesión económica comparable con el de una posguerra o con la Gran Depresión de 1929. Para no sufrir una depresión en nosotros mismos, es imprescindible juntar fuerzas, echar mano de la solidaridad y contar con el apoyo de las instituciones para salir adelante. No todo es negativo en esta crisis, y para que la salida de ella no sea funesta hay cosas que podemos hacer para salvar la economía, empezando por la de nuestra casa. En definitiva, controlar lo que gastamos es imprescindible. 

Pero ¿cómo llevar un control sobre nuestros gastos? Si esta tarea ya es difícil de por sí, en esta situación tan singular lo parece todavía más. Uno de los factores que supone más gastos en una casa son la calefacción, la luz y el agua. Además, estos son uno de los pocos gastos que no se reducen durante la cuarentena, sino todo lo contrario. Si bien es cierto que hay gastos que antes teníamos y que ahora se reducen, como las salidas nocturnas, la gasolina o los viajes; aparecen otros que los sustituyen. Pero hay productos que nos permiten ahorrar, como el termostato, ya que con él se puede controlar de forma detallada el uso de la caldera, la temperatura de la casa, decidir en qué horarios queremos que se activen, etc. Muchos estudios aseguran que es posible ahorrar hasta un 30%, lo que al cabo de un año se convierte en una suma elevada. Además, es mucho más ecológico ya que no se desperdicia energía. Contar con unas ventanas y unos materiales óptimos que hagan que no se pierda calor es también un punto importante. 

También resulta fácil ahorrar en comida, ya que podemos comprar packs más grandes, cambiar los cafés para llevar por cafés hechos en casa, elaborar nuestro propio pan, etc. Eso sí, podemos guardar un porcentaje de nuestros ingresos para ayudar al pequeño comercio. Es buen momento para desarollar un sistema de registro de gastos, si es que no lo teníamos ya. Esto además de permitirnos saber con exactitud a dónde va nuestro dinero, y por lo tanto ser más eficaces ahorrando, nos mantiene con una ocupación. Tener ocupaciones y rutinas es fundamental para mantener una buena salud mentaldurante el confinamiento. La ansiedad, el miedo, la sobreinformación y la angustia por temas de salud y económicos son recurrentes, en muchos casos atacan más a las personas mayores que viven solas. Aquípodemos leer algunos consejos para ellas.

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