El reglamento del Parlamento de Andalucía es taxativo y claro cuando un diputado pierde el “decoro” en la casa que representa a todos los andaluces. El artículo 101, en su punto cuarto, especifica que “por acuerdo del Pleno de la Cámara, el diputado o diputada podrá ser suspendido temporalmente de todos o de alguno de sus derechos, por razón de disciplina parlamentaria” en el supuesto específico de que “atentase de modo grave, en el ejercicio de sus funciones, al decoro parlamentario”. Pese a ello y la extrema gravedad de los insultos proferidos este jueves en la sesión plenaria de la Cámara andaluza por el portavoz de Vox, Alejandro Hernández, que mandó literalmente “a tomar por culo” a la presidenta de la Cámara autonómica, Marta Bosquet, de Ciudadanos, esta ha rehusado emprender cualquier tipo de medida disciplinaria contra el diputado de la formación ultraderechista y ha excusado sus insultos asegurando que “estas cosas pasan”.
El artículo 101 del Reglamento prevé la suspensión temporal de un diputado de todos o de alguno de sus derechos por razón de disciplina parlamentaria si atenta “de modo grave, en el ejercicio de sus funciones, al decoro parlamentario”
Bosquet ha asegurado este jueves, en una entrevista en Canal Sur Radio, que no ve “necesario” exigirle disculpas o iniciar el correspondiente expediente disciplinario al diputado ultraderechista que la mandó “a tomar por culo” porque no le dio la palabra cuando en ese instante el turno correspondía a la líder de la oposición, Susana Díaz. La presidenta de la Cámara andaluza ha asegurado que este tipo de incidentes “se producen, por desgracia, a diario en cualquier cámara, incluido el Congreso de los Diputados”. Sólo un día antes, el pleno del Parlamento de Andalucía había sacado adelante las cuentas autonómicas para 2021 con el apoyo imprescindible de los votos de los diputados de Vox, como ya ocurriera también en los anteriores de 2019 y 2020.
Bosquet ha explicado que su “obligación como presidenta” pasa por “intentar mantener el respeto en la Cámara porque así lo mandata el reglamento”, empeño que reconoce que “a veces es difícil”, aunque debe hacer que se respeten los turnos de intervención “y nadie está facultado para poder quitar la palabra salvo el presidente”. “Yo no puedo permitir, y eso es entendible, que cuando alguien tiene la palabra, otra persona le interrumpa fuera absolutamente quien fuera, eso es una cuestión que debe quedar clara, es mi obligación y quiero preservar mi papel de presidenta” del Parlamento de Andalucía, añade.
Tibia reacción de la presidenta
La tibia reacción de la presidenta de la Cámara autonómica a los insultos del líder de Vox, que asegura haber mantenido una charla privada posterior con el diputado que le dirigió los exabruptos en plena sesión plenaria, ha sido recibida con sorpresa e indignación entre los diputados de la oposición política. El portavoz parlamentario del PSOE, José Fiscal, ha señalado que “este es el grupo que sostiene a Moreno Bonilla en la presidencia de la Junta de Andalucía y al Gobierno andaluz en su conjunto, ese que lleva el disfraz de moderado que se le cae a trozos”.
La secretaria general de Podemos Andalucía y diputada en el Congreso por Córdoba, Martina Velarde, ha anunciado que su formación presentará “una queja ante el Consejo Audiovisual de Andalucía para esclarecer quién ha dado la orden de que no se emita el acto violento del portavoz de Vox” en la televisión pública andaluza. “Todo mi cariño y apoyo a los profesionales de Canal Sur”, añade en Twitter.
La coordinadora autonómica de Más País, Esperanza Gómez, ha asegurado que la Cámara de representación de andaluces y andaluzas está “rendida a Vox” y ha añadido que las instituciones andaluzas están “en manos de la ultraderecha antisistema”.
