El pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, Pedro Sánchez, en la Internacional Socialista, afirmó que «si hay una causa socialista por definición es la del feminismo. Porque feminismo significa igualdad, que es lo que hace latir el corazón del socialismo democrático». Palabras vacías, palabras que el líder debía decir porque era el 25N, palabras en las que Pedro Sánchez no cree.
Las frases grandilocuentes sólo toman sentido cuando las palabras pasan al escenario de los hechos y en el PSOE de Pedro Sánchez ya es demasiado habitual que se diga una cosa y se haga la contraria siempre y cuando el secretario general salga beneficiado.
Los ataques al feminismo desde que Pedro Sánchez llegó al gobierno han sido constantes. No tuvo rubor alguno de poner en almoneda el Ministerio de Igualdad porque sabía que si cedía ante Unidas Podemos en ese sentido tendría asegurado un pacto para poder gobernar. Tampoco necesitó mucho para obviar la dura oposición de las feministas del PSOE a la Ley Trans de Irene Montero y ha permitido que se borre a las mujeres después de la penúltima traición del PSOE de Pedro Sánchez a las esencias fundamentales del socialismo español.
En parte, Isabel Díaz Ayuso tiene razón cuando se refiere al presidente del Gobierno como un hombre autoritario. No es que los argumentos que da la lideresa madrileña tengan sentido, que en su gran mayoría no lo tienen, sino porque, en realidad, Pedro Sánchez ya ha demostrado a lo largo de su carrera política que tiene tintes autoritarios en su modo de gestionar el PSOE. En estas páginas se lleva analizando desde hace años las purgas continuas que se ejecutan cuando militantes o dirigentes no están de acuerdo con él y lo critican en público.
Sin embargo, lo que ha hecho con la Ley Trans pasa varias líneas rojas que el Partido Socialista jamás hubiera traspasado. La decisión de renunciar a modificar la autodeterminación de género, algo que borra directamente a las mujeres y a la lucha del feminismo, es una traición en toda regla que no tiene justificación más allá de que beneficia a los intereses de Pedro Sánchez de terminar la legislatura y, de este modo, ostentar la Presidencia de turno de la Unión Europea.
Fuentes socialistas consultadas por Diario16 han señalado que esta decisión que favorece el futuro político de Sánchez ha dejado a las feministas del PSOE en tierra de nadie y que la retirada definitiva de las enmiendas, tras no ser aprobadas en la Comisión de Igualdad, hará perder el prestigio y la credibilidad que las feministas socialistas tenían.
«Se han enterrado décadas de trabajo. El PSOE, las mujeres y el movimiento feminista lo pagaremos muy caro. Esto es muy grave. Se produce el verdadero divorcio entre el Partido Socialista y el feminismo. La aprobación de la Ley Trans sin que ninguna de las enmiendas del PSOE haya salido adelante produce una profunda distancia, debido a los errores que ha cometido el partido en los últimos tiempos, entre las siglas y las feministas socialistas. Es alucinante que por parte de los socios de Gobierno, con quienes se supone que compartimos proyecto, no se hayan tenido en cuenta las objeciones a la Ley Trans que planteó el PSOE. No se entiende el feminismo en España sin las feministas del PSOE, pioneras en la lucha feminista», señalan las mismas fuentes.
Además, las feministas socialistas advierten de que en otros países europeos ya se implementaron cambios similares y las consecuencias han sido tan graves que ya están reculando.
