martes, 19marzo, 2024
20.1 C
Seville

El Proust más despiadado en su Rubicón definitivo

La tercera parte de ‘A la busca del tiempo perdido’ que ofrece El Paseo con una innovadora edición servirá de referencia para futuros abordajes de la obra universal del escritor francés

- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

La empresa puesta en marcha por la editorial sevillana El Paseo para poner al día y remozar la obra monumental por antonomasia de Marcel Proust va camino de convertirse por méritos propios en un antes y un después en la historia de la edición y traducción de A la busca del tiempo perdido, un siglo después de concluida su épica escritura, en un París y alrededores que quedarán ya para la eternidad en el imaginario colectivo de millones de admiradores de la obra maestra del escritor galo.

Ya desde el mismo título, el traductor Mauro Armiño sitúa las bases de su osadía, en una exquisita edición más accesible, manejable y disfrutable en todos los sentidos, en definitiva, que es de lo que se trata con el eternamente inmarcesible escritor de la magdalena más empapada y revisitada de la historia universal. En la tercera entrega que ahora publica El Paseo, La parte de Guermantes, Proust se descubre ya a pecho descubierto sin dejarse pelos en la gatera. Y lo hace destripando sin piedad a los aristócratas y burgueses de aquel París envuelto en el escándalo Dreyfus, con un tono que sorprende por su frescura y cariz divertido.

Tampoco deja atrás el despiadado y feroz retrato que Proust realiza de aquel salón mundano donde aquellos ambientes otrora mitificados y encumbrados en el Olimpo de la exquisitez ahora son desprovistos de todos sus adornos vacuos, por donde asoman sin ambages sus desconchones y una imparable decrepitud.

Primorosa traducción

Además de una traducción primorosa y más fresca, esta edición de Mauro Armiño para El Paseo ofrece la novedad de unas anotaciones a pie de página que vienen al lector como anillo al dedo para contextualizar y disfrutar plenamente de la obra, sin perder en ningún momento el hilo conductor de ese estilo narrativo exigente al que Proust nos tiene acostumbrados.

Ya desde el mismo título, el traductor Mauro Armiño sitúa las bases de su osadía, en una exquisita edición más accesible, manejable y disfrutable en todos los sentidos

No satisfecho con todo ello, esta nueva edición, que sin duda quedará de referencia para posteriores abordajes de esta obra universal, añade unos resúmenes muy apropiados para poder hilvanar en toda su dimensión las innumerables costuras y vericuetos que posee la compleja y exigente A la busca del tiempo perdido. También aporta Armiño certeros diccionarios de los personajes y de lugares fundamentales donde transcurre la acción, a modo de guía de localización para ofrecer más cercanía al lector con la narración.

Aún hoy, más de un siglo después de su prematuro fallecimiento a los 51 años a causa de una neumonía, Proust y su obra nos siguen atrayendo como irresistible imán a la puerta de un frigorífico, existe un telúrico poder de acaparación que nos incardina directamente con autor y obra a partes iguales, en un todo avasallador que lo aglutina de forma indisoluble. Una vez probada la magdalena empapada en té, ya solo nos queda dejarnos llevar por la corriente de su prosa y perdernos en los interminables senderos de su peculiar mundo. Posiblemente creamos que estamos en un sueño del que no queremos despertar. La literatura de Proust tiene esas cosas que nadie aún ha sabido igualar un siglo después.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído