Más que los angelicales querubines rubios vástagos del presidente andaluz, quien parece que se pasea como Pedro por su casa por el Palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta de Andalucía, es el mismísimo Javier Arenas, tótem plenipotenciario del Partido Popular andaluz y ad aeternum senador por designación autonómica. Ya hizo acto de presencia en la sede autonómica del PP durante la noche electoral más feliz de la historia del partido, el pasado 19 de junio, cuando Juan Manuel Moreno Bonilla –aquel “pobre Juanma” que el 2 de diciembre de 2018 estuvo en un tris de ser despedido por la puerta de atrás tras lograr el peor resultado del PP en unas andaluzas– obtuvo la primera mayoría absoluta de la historia de los populares andaluces en una comunidad gobernada históricamente de forma mayoritaria por los socialistas. Tras desvelar los nombres de su equipo de gobierno, el líder de la oposición, el socialista Juan Espadas, concluye que Arenas sigue “en la sala de máquinas de nuevo”.
Ahora que los ejes centrales del primer gobierno no socialista de Andalucía han pasado a formar parte del equipo directo de Alberto Núñez Feijóo para asaltar la Moncloa con datos económicos más o menos solventes, con Elías Bendodo y Juan Bravo como principales estiletes, Moreno Bonilla lo ha tenido complicado para conformar su ejecutivo monocolor, el primero cien por cien PP tras la experiencia de los últimos cuatro años del bipartito con Ciudadanos y el apoyo de la ultraderecha de Vox. El mismo presidente andaluz se ha lamentado estos días reiteradamente de los “noes” que numerosos nombres ilustres de la iniciativa privada le han dado en su propia cara a su oferta por los ‘bajos sueldos’ que se manejan en la Administración pública.
De ahí que la amplia mayoría del nuevo ejecutivo popular exude currículo político por sus cuatro costados. Tanto es así que a Antonio Sanz, nueva mano derecha de Moreno Bonilla como consejero de Presidencia, le salieron prácticamente los colmillos en este mundillo. Es un histórico dirigente de los populares andaluces, un caminante incansable al lado de Javier Arenas en mil y una batallas políticas. Ha mamado de la política desde su más tierna juventud. Ha sido diputado por Cádiz del Parlamento de Andalucía durante más de 20 años, cuando comenzó allá por 1994 con apenas 25 años. También ha ostentado el cargo de delegado del Gobierno en Andalucía con Mariano Rajoy entre 2015 y 2018. En estos últimos cuatro años ha sido el número dos de Elías Bendodo, actual coordinador nacional del PP y ex consejero de Presidencia de Moreno Bonilla.
Pero no es precisamente el indisimulado tinte político que transmite la mayoría de miembros del nuevo ejecutivo de Moreno Bonilla la principal crítica procedente de la oposición política, sino el hecho de que ya asoma la patita por debajo de la puerta con sus diluidas intenciones en la lucha por la igualdad de género y contra la violencia de género. La líder de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, asegura que Moreno “elimina” la Consejería de Igualdad en Andalucía, que estos últimos cuatro años ha estado en manos de Ciudadanos. “Ya lo advertíamos: es una persona educada, que no moderada. Han realizado este viaje sin necesidad de apoyarse en la ultraderecha”, apunta Nieto, quien avanza que su formación estará “en la defensa de los derechos de las mujeres”.
También Teresa Rodríguez, diputada por Cádiz y líder de Adelante Andalucía, critica la decisión del PP de eliminar la Consejería de Igualdad. “Moreno Bonilla y el PP acaban de despreciar los derechos de la mitad de la población andaluza. La Consejería de Igualdad desaparece para pasar a ser un departamento dentro de la Consejería de Integración, Juventud e Igualdad de Oportunidades”, señala.
La oposición recrimina al presidente andaluz que elimine la Consejería de Igualdad y elija “segundos platos” para conformar su equipo de gobierno
En este sentido, es muy sintomático el orden de la terminología empleada en la denominación de la consejería que estos últimos años ha dirigido Rocío Ruiz, de Ciudadanos. De Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación pasa a llamarse Consejería de Integración Social, Juventud, Familias e Igualdad de Oportunidades. Al frente de ella estará la actual secretaria general del PP andaluz, la onubense Loles López. Y todo ello pese a que habrá más mujeres que hombres en el nuevo equipo de Moreno Bonilla, siete mujeres y seis hombres, un desequilibrio positivo a favor de la mujer que iguala el presidente.
Por otra parte, la conformación del nuevo ejecutivo andaluz “frustra”, según Espadas, “las altas expectativas de los que lo votaron en las urnas”, ya que mantiene los mismos equipos de la pasada legislatura en áreas “tan sensibles” como por ejemplo la sanidad. A esto se suma que muchos de ellos no han sido la primera opción ni del propio Moreno Bonilla. “Parecen de segundo plato”, lamenta el líder socialista después de reconocer el propio presidente que no ha podido incorporar a quien realmente deseaba en primer lugar.
Mientras tanto, Arenas, de 64 años, suma trienios en la Cámara Alta. De nuevo ha sido uno de los agraciados para representar a su partido por Andalucía en la cámara territorial. Desde abril de 2008 no falta a su cita con el Senado, más de 15 años, sin contar con los dos años que entre 1994 y 1996 ya ejerció en la misma institución. Definitivamente, hoy hay un hombre en el PP andaluz más feliz que el propio Moreno Bonilla, y no es otro que Javier Arenas Bocanegra, el hombre que nunca dejó de estar allí.
