La violencia es un problema endémico de la gran mayoría de los países de América Latina. En muchos de ellos, como México, las bandas de narcotraficantes han conquistado regiones enteras en las que la Policía o el Ejército ni siquiera pueden actuar.
Sin embargo, las soluciones para terminar con esa violencia no se encuentran en aplicar más violencia ni, por supuesto, imponer la tortura contra los presos. A diferencia de países como República Dominicana, donde el presidente Luis Abinader está implementando una serie de medidas desde los más profundos principios democráticos y el respeto a los derechos humanos, en El Salvador, el presidente Nayib Bukele ha decidido ir hacia la represión más absoluta. Así se puede comprobar en el vídeo que encabeza esta información y que fue distribuido por el propio gobierno de El Salvador.
Además, el propio dirigente salvadoreño, lanzó un aviso a través de su cuenta personal de Twitter en el que se vanagloriaba de una estrategia basada en la violencia y las torturas, algo que está prohibido por la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de Naciones Unidas.
