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El presidente andaluz inaugura la reforma de un colegio público y a 50 kilómetros los alumnos de un instituto se manifiestan para evitar que se les caiga a pedazos

Varias baldosas del IES Tartessos de Camas se desprendieron sobre una alumna cuando se encontraba en el baño

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La noche y el día de la educación pública de Andalucía a apenas 53 kilómetros de distancia, los que separan la localidad onubense de La Palma del Condado del municipio sevillano de Camas. Este lunes 16 de diciembre, mientras el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla (PP) acudía con el consejero de Educación, Javier Imbroda (Ciudadanos), a la inauguración de la reforma del colegio público Manuel Siurot de La Palma, el alumnado y las madres y padres del Instituto de Enseñanza Secundaria Tartessos de Camas decidían no entrar en las instalaciones del centro y se concentraban a la entrada para protestar por el estado literal de derrumbe progresivo que sufre este colegio, que acoge a un millar de alumnos, y en el que la Consejería de Educación no tiene prevista ninguna inversión de reforma de sus instalaciones al menos hasta junio de 2020.

Prácticamente a la misma hora en que el presidente andaluz aseguraba en el CEIP Manuel Siurot de La Palma del Condado que el Gobierno andaluz está firmemente comprometido con la “educación pública de calidad”, las aulas con graves problemas de habitabilidad del IES Tartessos de Camas se quedaban vacías. Los alumnos han dicho basta a la desidia institucional y a la falta de soluciones desde la Consejería de Educación a un problema que se agudiza e incluso hace peligrar la integridad física de los propios alumnos y profesores. Este viernes pasado, varias baldosas se cayeron sobre una alumna de tercer curso de la ESO cuando se encontraba en el baño.

Además, el temporal sufrido este lunes en la provincia de Sevilla también ha tenido consecuencias graves en el ya de por sí dañado estado del IES Tartessos. Algunos ladrillos de la fachada se han caído, la zona ha debido ser acordonada y varios árboles se han inclinado notablemente por los efectos del viento.

Mientras Moreno Bonilla detallaba en el reformado colegio de La Palma del Condado que el nuevo ejecutivo de PP y Ciudadanos ha aumentado en 230 millones de euros las cuentas para Educación en los Presupuestos de 2020, “un récord en inversión que se acerca a los 7.000 millones”, a sólo 53 kilómetros de distancia, en Camas, el IES Tartessos no verá un céntimo para que no peligre la integridad física de alumnos y profesores al menos hasta junio de 2020, como les prometió a los padres de los alumnos por segunda vez el hasta hoy mismo delegado territorial de Educación en Sevilla, Joaquín Pérez Blanes, que será sustituido por la cesada viceconsejera de Educación Marta Escrivá. La Consejería de Educación ha acumulado ceses y dimisiones de altos cargos de forma sucesiva durante este primer año de legislatura.

El discurso oficial del presidente andaluz subrayaba ante su auditorio del reformado colegio onubense que “la educación es la palanca de cambio. Sólo a través de ella podemos transformar a mejor nuestra sociedad, haciéndola más inclusiva, más humana, con más valores y con más capacidad para formarse y competir en un mundo tan complejo”. Que se lo digan al millar de estudiantes del IES Tartessos de Camas, que llevan viendo cómo día a día, mes a mes, el centro se cae literalmente a pedazos sin que ningún responsable de la Consejería de Educación dé la cara por ellos y por las ganas que demuestran a diario de acudir al instituto pese a las adversidades que en él encuentran.

Moreno Bonilla felicitó a todas las personas que han participado en el proyecto del nuevo centro educativo público de La Palma del Condado y destacó su “visión inclusiva y a la vanguardia en Andalucía” en cuanto a equipamientos se refiere. El presidente andaluz aseguró que su ejecutivo está trabajando para eliminar las aulas prefabricadas que todavía existen, “como las que se han suprimido hoy con la inauguración de este centro”.

Mientras tanto, las madres y padres de los alumnos del IES Tartessos ya no saben qué nuevas medidas de protesta emprender para que el departamento que dirige Imbroda los tenga en cuenta. Pese a todo, anuncian nuevas movilizaciones hasta conseguir que el hecho de acudir a un centro de enseñanza público no se convierta en una práctica de riesgo para la salud.

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