El Premio Nobel de la Paz Martin Luther King y el sencillo arte de vivir como hermanos

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Cuando más rugen las olas  ha llegado el momento para la solidaridad. A los humanos nos invaden miedos que en general son inexplicables, la falta de seguridad provocada por nuestra actual forma de vivir sujetas a muchas preguntas sin respuesta, el desarrollarnos dentro de nuestra zona de confort, que es la zona donde todo transcurre sin sobresaltos, daña nuestra confianza y nos inquieta.

Nos irritamos, discutimos con el vecino, con el cliente, con la esposa con la que me casé, con unos hijos con los que difícilmente llego a ningún acuerdo, también en la oficina con los  compañeros y hay días incluso con clientes, con los que no debería discutir nunca, pues es la mejor manera para que nos abandonen. Nunca discuto al pagar una multa pues se que no sirve para nada. Finalmente nos refugiamos -el que puede- en la consulta de un psicólogo/a para que nos de su opinión y más aún para que comparta nuestros sentimientos, buscando respuestas que ni tan siquiera el tiene. Hemos cambiado el confesionario en la iglesia por un sofá en el que nos tendemos, dando rienda suelta a nuestros miedos

Vivir sin disputas parece que es fácil o al menos conseguible con cierta facilidad según muchos entendidos en aspectos de la comunicación entre personas, psicólogos, influencers, que cada día proliferan como setas, de los confesores espirituales se ha pasado a otro tipo de confesores. Muchos de ellos también venden “humo”.

Quien no conoce al  premio Nobel de la Paz Mr. Martin Luther King, recordamos que se dirigía a las masas con cierta dosis de utopía, les hablaba del “sencillo arte de vivir entre hermanos”, quizás ignorando que al igual que el ser humano es el que tropieza tres veces en la misma piedra, por naturaleza no somos propensos a salir de nuestra zona de confort para acordar la paz con nadie. Y lo de vivir entre hermanos, en fin.

De joven practicaba el campismo y veía los altercados por una pequeña zona de parcela, al comprobar la discusión, la misma obedecía a la ocupación incorrecta entre colindantes lo que provocaba algunas palabras subidas de tono. Yo pensaba, vienen a relajarse y disfrutar de la naturaleza y de buena compañía, y nada más llegar comienzan a cabrearse.

Verifico a riesgo de no equivocarme, que no es sencillo dominar el complicado ARTE DE VIVIR, por eso nos va como nos va. El “arte de vivir como hermanos” que nos vendía el Premio Nobel de la Paz  es una falacia si nos atenemos a la realidad, por eso hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no a dominar el complicado arte de vivir como hermanos, ya que a la fecha no lo hemos conseguido, será simplemente porque nadar o volar es mucho más sencillo. No se me ocurre otra forma de verlo.

Hay guerras y disputas por todo el mundo, millones de niños mueren de hambre porque los países ricos son incapaces de llegar a acuerdos. El tema de la lucha contra el clima que nos machaca desde hace algún tiempo, está casi perdido. Se acuerda dar un dinero a países pobres con situaciones de catástrofes por el clima y se olvidan que hay que comprometerse a evitar ese dichoso máximo de subidas de temperaturas que la han fijado en +1,5 grados.  Algunos negocian con dinero evitando cumplir con las emisiones de CO2. Incluso acabo de leer que Alemania procederá a poner en explotación minas de carbón que estaban cerradas. Radicalmente lo contrario de lo que ha de hacerse. Los niveles de delincuencia y criminalidad están en aumento, y uno llega a preguntarse si ¿Quizás ante tanto exceso de libertad?

En España después de 80 años de nuestra guerra civil, no ha sido devuelto el honor y la justicia “justa” a personas que yacen todavía en nuestras cunetas a la orilla de las carreteras y en fosas en los cementerios y se aprueba una ley de memoria histórica, cuando no se ha reconocido abiertamente hechos criminales del dictador Francisco Franco. En el parlamento, actualmente uno tiene que oír por boca de la oposición más a la derecha, la falta de reconocimiento del partido que gobierna España, que lo hace asociándose a criminales y asesinos. Y no pasa nada. El 20 de Noviembre reciente se cantaba el Cara el sol con el saludo nazi en muchas zonas del país, sin que se hayan tomado medidas para evitarlo.

Y uno vuelve a recordar las palabras “el arte de vivir como hermanos” como un mantra.

El discurso del Premio Nobel de la Paz al que me he referido falló en su planteamiento base, el arte de vivir como hermanos lo seguimos aprendiendo después de haber cumplido muchos años que son lo que yo tengo en la actualidad. Es un tiempo decididamente razonable para habernos convertido en hermanos pacíficos. Pero ni aún así. El aprendizaje es permanente y todavía continúa. Creo que la frase se lanzó, como el que lanza cualquier campaña o slogan. En USA que es la tierra donde se dibujó, todavía se sigue masacrando a las personas de color obscuro, según tomas en televisión que vemos con frecuencia. El premio nobel de la paz, todavía estaría inseguro en una sociedad que se preocupa más por hacer buenos balances que por procurar un mejor reparto de las riquezas, en manos solamente de unos pocos, y no doy cifras pues las tenemos todos los días en medios informativos.

No obstante cada día que pasa, hay personas que intentan un cambio en lo personal, se levantan, hacen nuevos propósitos para hacer sencillo o alcanzable o conseguible el arte de vivir – que debe tener bastantes puntos comunes con el arte de llegar a acuerdos-, se fijan más en la gente, contemplan mucho más las cosas, también la realidad de nuestro entorno, se fían mucho menos que antes de la información que les llega, se sienten cada día más a gusto con la gente con la que les gusta hablar, escuchan todo lo que pueden, dialogan y participan.

Pero también nos encontramos con una guerra en Ucrania, próxima a nosotros, que seguro no hemos deseado nadie salvo el sátrapa de Puttin, con la gravedad en la que estamos metidos. Y por otras guerras olvidadas en países en los que solamente vive bien la guerrilla, o los mafiosos o los señores de la guerra y en los que se impiden las libertades cívicas, se asesina a periodistas y a opositores. Muchas de estas disputas -por llamarlo de una forma amable- están olvidadas en el panegírico social, pues geopolíticamente no significan nada.

Pecando de cierto atrevimiento y bastante utopía he lanzado un nuevo grupo/plataforma en Facebook por conseguir una mejora en nuestro caminar social que se llama DESNUDEMONOS ¿CAMBIAR ES POSIBLE O NECESARIO? Consciente que será una gota de agua en el desierto. Cada uno avanza en la medida de lo posible. Obviamente con desnudémonos no me refiero a ponernos en pelotas en plena Gran Vía, ni tan siquiera en una playa nudista, a lo que no estoy acostumbrado, ni tan siquiera mis michelines, que me los reservo para mi. En el origen del grupo -septiembre del 2.022-, planteo algunas preguntas en forma humilde y cercana, acerca de los beneficios personales y globales que nos producirían algunas estrategias de cambio en nuestra forma de vivir, en nuestras relaciones con los demás y en los nuevos compromisos que nuestra sociedad globalmente debiera asumir con firmeza para encontrar soluciones a tanto desastre. Sin ningún deseo por conseguir publicidad de ningún tipo.

Creo sinceramente que el Premio Nobel estaba equivocado y debería haber hablado con más profusión del complicado arte de vivir entre hermanos. No sé que pensaría hoy.

Debemos desnudarnos definitivamente para seguir cambiando normas caducas que hemos creado y que están trasnochadas, para decir alto y claro lo que pensamos intentando no herir, para seguir haciendo amigos nuevos aunque sea de forma digital y para hacer un manifiesto que diga… CAMBIAR NO ES POSIBLE, ES NECESARIO

 ¡¡Cuando más rugen las olas, es un buen comienzo para la solidaridad ¡¡

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Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Bilbao. Su carrera profesional fundamentalmente la ha desarrollado en Xerox España S.A.U.. Exprofesor de la Escuela Superior Universitaria de Marketing en la Cámara de Comercio de Bilbao, del Master de Marketing y de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del País Vasco UPV - EHU. Durante 8 años ha estado en política en el País Vasco. Vicepresidente de la Asociación Internacional Aulamar para personas discapacitadas para el disfrute de la navegación a vela. Tiene publicados varios libros con ESIC Editorial. Su lema es “pasión por el arte y las personas”, lector empedernido, escritor y analista social.

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