Todos estarán ahora en la labor de analizar, de cara a las nuevas elecciones, el porqué se está desinchando Podemos, y el porqué del éxito súbito del PSOE, y el porqué de la reciente subida de PP y ERC.

Déjenme que les haga unas pequeñas apreciaciones de “un pirata”, al igual, les sirve.

1.- La obsesión del centro. Es la gran obsesión de todos los gurús de la metroscopia. Nos dicen “Gana quien tiene la bolsa del centro”, pero eso no es cierto, o eso ya no es cierto. Pedro Sánchez no necesitó el centro para nada.

Así, “centrándote que te centrarás”, hemos visto a los podemitas que se han puesto corbata, que no han dicho palabras altisonantes, que se declaraban socialdemócratas a la menor ocasión, que rebajaban y rebajaban líneas rojas hasta convertirse en NADA.

NADA que los diferenciase de los viejos partidos que antes también habían “afinado”, sus palabras, puesto corbata y tragarse las verdades, y que apresuradamente escondieron bajo la mesa la bandera republicana; todos hablando ahora de algo tan franquista como lo de la España «Una, Grande y Libre».

El resultado del último envite: Un millón de votos de gente que intuyó que Podemos ya no revolucionarían nada, votos que se les escaparon por la izquierda al querer correrse hacia la derecha.

Por contra, los dos partidos que han subido recientemente, PP y ERC, se han preocupado precisamente de lo contrario: de ir pintando lineas rojas, de no engañar en lo que son, de no buscar “el centro”.

2.- Las máquinas de eslogans y memes.– Ha quedado claro el mundo que prefieren nuestros ciudadanos. Aunque sólo sea una parte del mundo real, éstos continúan apostando por  la España de los Botejara, de las monjitas llevando a votar a los viejos, de los periodistas de «El Caso», buscando sangre y sedición, de los Obispos llamando a oraciones por España y del Valle de los Caídos.

3:- ¿Y quién hay para repartir trigo? Para gobernar un país se necesitan cargos medios, economistas, ingenieros, juristas de peso. Detrás de simplistas ideas de programas reaprovechadas de programas anteriores, falta el profesional, el pensador,el jurista. No que se diera una charleta, que de eso han estado las campañas llenas, sino que debatiera con otros profesionales, que buscase con las ideas del programa, sacudir las estructuras de cada sector y sobra el jerarca del partido. Se ha abusado del “Cuando ganemos, ya crearemos los espacios para..”. No hay «espacios» si un país está en manos de funcionarios acomodados y acomodaticios, que creen que los que mandan son ellos.

4.- El factor gamberro. Al aguar planteamientos políticos, el factor gamberro (esperas que un político sea capaz de ser él; de tirar una piedra a un cristal por lo que dice que cree) que siempre preside nuestras elecciones políticas ha quedado en manos del Partido Popular. Pablo Casado ha arrebatado a Pedro Sánchez y, sobre todo, a Albert Rivera la imagen del gamberro oficial.

Incontables son los tropiezos de Pablo Casado, de su desparpajo y caradura; anécdotas parecidas de Pablo Iglesias han desaparecido. La habilidad del Partido Popular es haber sustituido en nuestro imaginario colectivo «corrupto» por «gamberro» a fin de que perdonemos sus delitos y tropelías. Y para ésto ha contado con la inestimable ayuda de la alta magistratura del país.

Caso aún más singular es el de Rufián, que no se lo ha pensado en atizar públicamente a sus contrarios, y a los que no lo son, lo más cruelmente que ha podido, y cuando han respondido, se ha pavoneado de ello. El premio, otra subida de votos.

Habrá también otras causas, como las persistentes luchas intestinas,  o el éxodo de los frustrados por la nula vinculación de la cúpula a la base, y todos éstos con el votante, que se siente cada vez más como los extras de StarWars (un puntito en una saga de diez horas), y

Sobretodo por la falta de radicalidad, y por tanto, de frescura.

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