Hay veces que no buscas libros para leer, te salen al encuentro y te sorprenden. Es lo que me ha pasado con El par, una novela escrita por el médico humanista José Luis Cidón y editada el pasado mes de mayo por “La Salud, Naturalmente”. Es una ficción de actualidad y de futuro sobre la clonación humana. La obra, con cierta profundidad en la tesis científica, atrapa también por la anécdota, pues tiene dosis de thriler, de amor, de desamor, de relaciones sociales y profesionales en la sociedad científica y diferentes posturas ante un hecho en el que la bioética tiene presencia, como es la clonación humana.
El nudo de El par es un tanto distópico, plantea un secreto que vamos a ir descubriendo: un genetista eminente investiga en su laboratorio personal, al margen de la ciencia oficial, la clonación de su propio padre, para lo que utiliza un óvulo de su propia mujer. Todo es un poco rocambolesco, pero sirve para plantear posiciones frente la ciencia oficial, los medios de comunicación, la religión, la enfermedad, la muerte y la propia posturea ética del investigador. Por supuesto el genetista afirma su posición, en un encuentro con representantes de la iglesia, de estar totalmente a favor de la clonación humana. Pero si importante es la genética en el desarrollo de la criatura clonada, tanto o más lo es la epigenética, es decir los cambios en la función de los genes que son hereditarias y que no se pueden atribuir a alteraciones de la secuencia de ADN.
Puede parecer que la novela es un conglomerado de terminología científica solo apta para lectores duchos en la materia, pero no es así. La ficción es perfectamente asumible por cualquier lector medio que esté acostumbrado a leer curiosidades científicas en las habituales secciones de los periódicos. Narración ágil, quizá con demasiados saltos temporales poco argumentados, en la que tan pronto nos interesa la indagación sobre asesinatos misteriosos, la clonación en ratones, las relaciones amorosas del protagonista (adulterio incluido) o las disquisiciones entre colegas. Muy curiosa resulta la explicación que relaciona la oxitocina y la amígdala para crear las relaciones entre los bebés y sus cuidadores. Ya digo que lo que nos puede parecer distópico acaso esté más cerca de la verdad científica de lo que creemos.
El par es una novela que, evidentemente, no pasará a la historia de la literatura, como tantas otras de los cientos que se publican cada año, pero sí que tiene interés por la divulgación y el acercamiento de un tema que más tarde o más temprano, formará parte del presente de nuestras vidas: la clonación humana.
