Más de quince años lleva ya el escritor Jerónimo Tristante haciendo crecer a su personaje más famoso: Víctor Ros.
Víctor Ros nació para el mundo en el año 2006, en la novela El misterio de la casa Aranda, e inmediatamente consiguió el aplauso del público.
La idea de Tristante era magnífica, una apuesta segura: las aventuras de un investigador español en el siglo más literario que jamás ha existido, el XIX. El mismo siglo en el que Sherlock Holmes y su inseparable Watson revolucionaban el arte de la novela policíaca y el mundo entero comenzaba a hacerse un lugar moderno.
A esa primera novela siguieron otras cuatro, a saber : El caso de la viuda negra, El enigma de la calle Calabria, La última noche de Víctor Ros y Víctor Ros y el gran robo del oro español.
En 2015 el personaje de Tristante dio el salto a la televisión protagonizando una serie de conocido éxito.
Y ahora el escritor murciano vuelve a la carga, al ruedo literario,de la mano de su personaje más emblemático en una aventura en la que nada falta, un libro perfecto para leer en verano: el escenario es nada menos que la Habana del siglo XIX, y entre los personajes, amén de algunos habituales como Alfredo Blázquez, amigo del inspector, y el cochero Arístides, hay rufianes y millonarios, maridos desaparecidos, mujeres desesperadas y una fascinante reina del cabaret cubano: Giselda Albertos.
Los quince años que lleva Tristante conviviendo con su personaje, trabajando en él, han dejado huella en Víctor Ros, que es cada vez más humano y más creíble, más cercano para el lector. Y también más oscuro, capaz de llegar más lejos, muy lejos, pero no voy a dar más detalles, los spoilers están muy mal vistos en estos tiempos, sólo repetir qué para este verano en el que aún colea el diablo de la pandemia: Víctor Ros y los secretos de ultramar, el nuevo libro de Jerónimo Tristante, es un compañero de fuga y entretenimiento perfecto.
