El presidente de Ausbanc, Luis Pineda, prometió en una conversación telefónica «plegar velas» en la acusación contra la Infanta Cristina en el caso Nóos e incrementó de dos a tres millones de euros el pago requerido para hacerlo, argumentando que la causa generaba «muchos gastos procesales». En el auto en el que envía a prisión a Pineda y al secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, el juez Santiago Pedraz detalla la estrategia de ambos para intentar negociar la retirada de la acusación «a cambio de un acuerdo que les beneficiaría económicamente».

El primer contacto impulsado por Pineda se produjo el 29 de febrero a través de una llamada al director general de la Fundación La Caixa en el que le propone un pacto. La intención era pactar una declaración convenida que pudieran después utilizar para justificar su decisión de apartarse del juicio.

Pocos días después, el responsable de la asociación de usuarios de cajas transmitía al también arrestado Francisco Javier Castro Villacañas sus impresiones sobre el papel de la abogada de Manos Limpias Virginia López Negrete. En su opinión, la abogada Virginia López Negrete se había «pasado» en su intervención en ocasión de la declaración de la hermana del rey Felipe VI, que tuvo lugar el 3 de marzo. «Tendrá que plegar velas y punto», dijo y agregó que la letrada ya había tenido su «momento de gloria» y tendría que asumir la decisión le gustara o no.

La estrategia estaba dirigida por Pineda que mantuvo numerosas conversaciones con el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad. «Era Pineda el que marcaba las pautas», precisa el auto.

Unos días después de la declaración de la Infanta en el juicio, el 14 de marzo, Pineda llamó a otro banco, en este caso el Sabadell. En concreto, se puso en contacto con el subdirector general de la Asesoría Jurídica y le pidió que hablara con el abogado defensor de la hija de don Juan Carlos, Miquel Roca.

El auto desvela que seis meses antes, en septiembre, Bernad ya había realizado un primer tanteo. Entonces el secretario general de Manos Limpias propuso a este directivo del Sabadell que «ayudara» al responsable de una empresa de seguridad que se encontraba en una grave situación económica. La cantidad solicitada era entonces de dos millones de euros.

El subdirector del banco catalán denunció los hechos a la Policía, a la que dijo que nunca tuvo intención de ceder a las propuestas de Pineda y quería «informarse» y ganar tiempo para conocer sus intenciones reales.

Roca también acudió a las autoridades a las que dijo que no quiso reunirse con ninguno de ellos por motivos deontológicos pero que tenía «cierta curiosidad por saber lo que podían proponer».

Por otro lado, Ausbanc creó una organización pantalla para seguir actuando fraudulentamente en los tribunales como asociación de consumidores y usuarios después de que el Ministerio de Sanidad la expulsara en 2014 de su registro estatal, según ha informado la organización de consumidores Facua-Consumidores en Acción.

La entidad, denominada Causa Común, fue denunciada por Facua-Consumidores en Acción el año pasado, pero no obtuvo respuesta de las autoridades de consumo. En febrero de 2015, Facua se dirigió a la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para solicitar que la denominada Organización Nacional de Consumidores de España Causa Común fuera expulsada del Registro Estatal de Asociaciones de Consumidores y Usuarios (Reacu).

La asociación argumentó que se trataba de una entidad instrumental del negocio Ausbanc, que ahora está siendo investigado junto a Manos Limpias por la Audiencia Nacional por organización criminal, extorsión, fraude procesal y fraude en subvenciones, entre otros delitos.

Según Facua, el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, «ha seguido presentando fraudulentamente su negocio como si se tratase de una organización no lucrativa de defensa de los consumidores», pese a que lo tiene legalmente prohibido desde hace dos años. Se trata de una entidad que Ausbanc logró dar de alta en mayo de 2011 en el registro estatal de asociaciones de consumidores para seguir aprovechándose de los beneficios que les otorga la ley, ha indicado Facua.

Una sentencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo dictada en mayo de 2013 señaló que Causa Común es «una asociación carente de representatividad y creada por Ausbanc Consumo para tratar de eludir los efectos de la sentencia dictada el 6 de octubre de 2010 por la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional», por la que se confirmó su primera expulsión del registro de asociaciones de consumidores.

Según Facua, «desde 1986 Ausbanc se ha hecho pasar por asociación de usuarios para obtener cuantiosas subvenciones públicas y presentarse ante los consumidores como una entidad sin ánimo de lucro, cuando en realidad ingresaba millones de euros de bancos, aseguradoras, eléctricas y otras empresas».

En octubre de 2005 el Instituto Nacional del Consumo expulsó a Ausbanc del registro estatal de asociaciones de consumidores por realizar publicidad comercial, decisión ratificada por la Audiencia Nacional de forma definitiva en noviembre de 2010, pero en 2012 volvió a ser inscrita en el registro.

En 2014 volvieron a echarla del registro estatal «al constatar que es un negocio financiado por numerosos bancos y empresas de diversos sectores, pero Pineda ha seguido presentando fraudulentamente a Ausbanc como asociación de usuarios, además de utilizar a Causa Común en procedimientos judiciales para actuar como organización de consumidores», según Facua.

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