El Muro de Berlín, también conocido como el «muro de la vergüenza», se construyó en 1961 para separar la ciudad de Berlín durante 28 años. Hace ya 31, el 9 de noviembre de 1989, caía el muro como símbolo para el mundo del fin de la Guerra fría. Hoy, la propia Alemania, pero también el resto to del mundo saben que el enemigo -además del terrorismo yihadista- tiene como amenaza el “golpismo de la ultraderecha”.
De forma simbólica, ayer mismo mandatarios de diferentes países del mundo respaldaban un manifiesto -elaborado por Pablo Iglesias, el presidente electo que hoy toma posesión de Bolivia, Luis Arce, y el de argentina, Alberto Fernández- advertían del nuevo peligro para la Democracia.
La historia
Alemania y la ciudad de Berlín fueron divididas en cuatro por decisión -en plena Guerra fría- de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
La caída de ese muro suponía el fin del sufrimiento para miles de familias, el desigual avance en el siglo XX de las dos Alemanias, y de un punto y final del muro de acero comunista.
Y 31 años después, superado aquel momento histórico que buena parte del mundo occidental celebró de forma eufórica, Europa y el resto de los países de aquel mundo tienen un nuevo enemigo: la extrema derecha que va avanzando gracias a un sistema democrático en el que no creen y que pretenden destruir.
Para no volver a cometer los mismos errores es bueno conocer la historia. Hoy, la propia UE tiene muros construidos contra la emigración seis veces más largos que los del muro de Berlín.
Así lo pusieron de manifiesto Ainhoa Ruiz Benedicto y Pere Brunet, que documentaron en un informe el pasado año que existe “el muro de la vergüenza de la UE contra los inmigrantes”. Su trabajo, financiado por Europa y varias entidades entre las que destacan las fundaciones vinculadas a los multimillonarios Rockefeller y Soros, se ha publicado por el Instituto Transnacional.
Jajaja, que grado de enajenación mental. Que manera de manipular y tergiversar los hechos historicos y de paso blanquear el comunismo y hacer una burda campaña a favor de Podemos/Psoe. En fin, este medio es un panfleto para niños de la ministra Celá, de esos que pasan de curso con cuatro asignaturas suspendidas. Que grado de enajenación mental tenéis, hacéroslo mirar urgentemente…