El Movimiento de Residencias y SAD Cataluña ha convocado a «toda la ciudadanía para acudir a la concentración y posterior rueda de prensa delante de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña». La cita será el próximo 14 de julio a las 11.30 horas.
Desde el Movimiento han informado de que el objetivo de esta convocatoria es «manifestar nuestra protesta ante la actitud y actuaciones tomadas por la fiscalía respecto a las miles de muertes acaecidas en las Residencias de Cataluña.» Señalan a Diario16 que llevan «demasiado tiempo denunciando su malestar provocado por hechos que consideran muy graves» y por los que siguen sin obtener respuesta. Denuncian la sensación que tienen respecto a la justicia, «que parece que mira hacia otro lado, posicionándose del lado de los responsables y frente a las víctimas, algo del todo intolerable en un Estado de Derecho».
Desde el Movimiento señalan la postura del Govern de la Generalitat, ERC y JxCAT, y la del PSC, al votar en contra de la apertura de una comisión parlamentaria para investigar lo sucedido. Consideran desde el Movimiento que la clase política no tiene «ningún conocimiento, ni consciencia de la situación en la que se encuentran las personas dependientes, que son las más vulnerables». El Movimiento de Residencias y SAD de Cataluña denuncia la situación de «soledad y desatención en las residencias, padeciendo un maltrato continuo».
Denuncian la «mercantilización de Derechos Sociales a través de la prestación de servicios públicos como son las residencias y el Servicio de Atención a Domicilio (SAD) en el que empresas privadas hacen negocio a costa de las necesidades de las personas en situación de dependencia, y todo ello con dinero público, algo que afecta a las personas dependientes, trabajadoras explotadas y a sus respectivos familiares».
Desde Diario16 nos hemos puesto en contacto con Lola Muñoz, familiar integrante del Movimiento, que nos ha explicado su caso personal. «Estamos cansadas, muy hartas, de ver una Administración, unos responsables políticos que giran la espalda a las personas vulnerables, que no se les trata como a ciudadanos que son. Pedimos justicia, que se investigue qué es lo que sucedió en la primera ola de la pandemia, en especial, cuando no se nos permitió el acceso a las residencias. Es necesario conocer en qué circunstancias se obligó a vivir a nuestros familiares, que según hemos conocido, tuvieron que estar entre cadáveres, personas que han denunciado abandono, maltrato. Consideramos que esto ha sido un genocidio en mayúsculas».
Cipriano Vitorio García también nos explica su experiencia: «Mi madre falleció al principio de la pandemia, en el mes de abril, en una residencia de la población de Sant Joan Despí, cuando cada día morían muchísimas personas ancianas. Mi madre fue una víctima más, como tantas personas ancianas. No tuvo una atención médica, no le derivaron a un hospital.» Denunció a fiscalía una serie de hechos por los que consideraba que su madre estaba descuidada, en condiciones de abandono e incluso maltrato. La Fiscalía archivó las denuncias. Su madre falleció «sola y abandonada».
Enriqueta López nos cuenta que su madre falleció en una residencia en La Barceloneta, «mi madre murió ahogada en su propio vómito porque las personas que la tenían que cuidar no estaban para cuidarla. Tengo tres peticiones a fiscalía para que revisen el caso de mi madre, puesto que consideramos que se debió a la dejadez y el abandono de las personas que tenían que cuidarla en la residencia. Las tres denuncias han sido archivadas. La fiscalía no nos ha pedido en ningún momento ningún tipo de informe, ni ha querido saber nuestra versión de los hechos ni lo que tengamos que aportar sobre este asunto. Queremos justicia y nos sentimos desamparados por parte de la Fiscalía: tenemos necesidad de saber la verdad, en qué condiciones y por qué falleció mi madre y cuál fue la actuación de los responsables. Nos están negando esta información y esta atención desde hace más de dos años. Hacemos un llamamiento para que se nos escuche y se haga justicia».
Javier Garzón nos explica que «Lo más triste es saber que muchas de estas muertes se podían haber evitado, y también se podía haber evitado el padecimiento de muchísima gente. Esto estaba denunciado con anterioridad a la pandemia y nadie hizo nada. La justicia no está defendiendo a la sociedad, está defendiendo al sistema».
