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El lobby gay del PSOE se lanza contra las feministas

Santiago Aparicio
Santiago Aparicio
Doctor en Ciencias Políticas y Sociología. Contador de realidades. Guitarrista de rock en mis tiempos libres. Y cazador de doxósofos.
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análisis

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No todos los gays del PSOE están de acuerdo con las posturas que viene manteniendo el secretario federal LGTBi, Víctor Gutiérrez, los hay que están en contra de las actitudes y las políticas que quieren implementar. Por ello no se puede hablar de todo el colectivo homosexual del PSOE. La mayoría de lesbianas tampoco están de acuerdo, a lo que cabría añadir la invisibilización que hace el lobby de estas mujeres. Es un lobby que se mueve en toda la estructura del partido para llevar a cabo una agenda propia que tiene un punto final claro, como se verá.

El lobby gay tiene sus canales de interacción y cuenta con el apoyo del propio secretario general, Pedro Sánchez. No se sabe si por una cuestión de imagen, si por cuestiones familiares (nunca hay que descartar lo materialista) o porque en realidad está de acuerdo y eso le abre puertas a futuro en algún lobby globalista. El lobby se siente fuerte a nivel oligarquía de partido pues ha visto ser aniquiladas a dos claras feministas: Carmen Calvo y Adriana Lastra. Una cosa es el mujerismo (rodearse de mujeres para aparentar o cumplir con ciertos estándares) y otra bien distinta ser feminista. Ni el lobby gay es feminista, ni quien los dirige desde la lejanía tampoco.

La reunión feminista de la discordia

¿A qué viene todo esto? Seguramente no se han enterado de la nueva polémica provocada por Víctor Gutiérrez a través de la secretaría LGTBi del PSOE. El pasado fin de semana ha tenido lugar un feminario en Valencia, organizado por la delegación de Igualdad de la diputación provincial. En ella han participado el presidente de la diputación (Antoni F. Gaspar); Isabel García (diputada de Igualdad); Amelia Valcárcel (catedrática de Filosofía); Carmen Calvo (catedrática de Derecho Constitucional y presidenta de la comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados); Gabriela Bravo (consejera de Justicia, Interior y Admón. Púb.); Noor Ammar (Womenbywomen Magazine); Sonia Amado (psicóloga); Claudia Yurley (activista colombiana); Rosa María Guiralt (fiscal); Cira García (jueza); Alicia Miyares (doctora en Filosofía); Paula Fraga (abogada); o Purificación Beltrán (médico forense).

Una cita que en su sexta edición ya posee un enorme prestigio nacional e internacional, donde se tratan los temas con enorme rigurosidad y donde el feminismo no-queer o postmoderno queda perfectamente reflejado. Un lugar donde no es necesario tener que explicar qué es mujer –no se rían porque últimamente se tiene que explicar la diferencia entre sexo y género en más alguna ocasión- y donde se defiende a la mujer del patriarcado y las invenciones postmodernas de los sentimientos identitarios. Una cita feminista sin más. Una cita que parece haber molestado al lobby gay del PSOE.

El lobby gay vuelve a atacar al feminismo

La secretaría LGTBi del PSOE sacó un mensaje en Twitter en el que se atacaba al feminario organizado bajo la cobertura del PSPV (que es quien gobierna en la diputación valenciana) porque: “a) estas personas no representan la posición del PSOE, se representan a ellas mismas; y b) lamenta que este tipo de espacios de debate sean tan poco plurales y no acojan posiciones diversas”. Valcárcel y Miyares, por ejemplo, han sido altos cargos del PSOE, como lo son quienes trabajan en la diputación. Estas mujeres nunca han dicho que representen al PSOE, aunque afirmen sentirse socialistas. Cabe preguntar a Gutiérrez si ser socialista está vinculado a tener un carnet o se puede ser socialista sin carnet.

Lo que no cuenta el lobby gay del PSOE es que muchas mujeres con carnet de militante del PSOE han abandonado el partido tras la purga de Calvo y la apuesta por la ley Loretta que pone en peligro a las propias mujeres. Algunas de ellas se han organizado en la Asociación Feministas Socialista para poder criticar en libertad la deriva queer/postmoderna que está tomando la dirección de Sánchez y demás palmeros y palmeras. Ya durante el 40° Congreso hubo movilización del lobby gay para impedir que las feministas pudiesen aprobar la gran cantidad de enmiendas que llevaron contra la ponencia del PSOE. No se querían polémicas y se actuó como suelen hacer las oligarquías que pierden la razón.

Las feministas están contra el desarrollo natural del ser

La diferencia es que el lobby gay se ha venido arriba en el seno del PSOE, entre otras cosas porque nadie les ha dicho que lo que vienen proponiendo públicamente no encaja con los principios del PSOE en materia feminista y/o socialista, y ahora atacan directamente. La secretaría no ha sido la única que ha señalado a unas mujeres feministas pues el secretario LGTBi del propio PSPV ha salido a lanzar su andanada contra el Feminario y las mujeres que allí participaban. Damián González, que así se llama el secretarie (no es error ortográfico y ahora verán el porqué), ha acusado a las feministas de rebelarse contra la pérdida de privilegios de las mujeres (como lo leen), ya que ese privilegio de mujer oprime a otros seres humanos. Lo que hace el feminismo no-queer es algo malo y que ha ocurrido en otros tiempos: “limitar el desarrollo natural humano y del ser, ya que incluso la biología es imperfecta”. Esa imperfección se ve en un cáncer o en sentirse mujer.

La reflexión tiene lo suyo y encaja más en lo mágico que en la realidad. El desarrollo natural humano, siendo científicos, nada tiene que ver con cuestiones de sentimientos o sexualidad. El desarrollo del ser es una cuestión metafísica que sigue en disputa pues ¿cabe hablar de mayor desarrollo mediante la utilización de la tecnología (cyborgs, por ejemplo), hay que entender que el fin es descansar en algún tipo de paraíso o simplemente se vive para morir? Estas cosas se escapan a lo expuesto por González seguramente. Los homosexuales y las safistas han estado mal vistas durante siglos, eso es evidente, pero de ahí a que eso sea un problema biológico hay un trecho grande. El feminismo no se opone a que las personas se enamoren o tengan sexo libremente, pues ellas han sufrido eso mismo durante más siglos.

Totalitarismo y acientifismo en vena

No se queda ahí el secretarie que entiende que “están en el lado correcto de la historia, a nosotres [¿entienden ahora lo de secretarie?] no se nos recordará como esos seres nefastos que se han interpuesto ante la magnífica evolución humana y del propio ser”. Parece ser que la evolución del ser es ir a un registro, siendo un violador por ejemplo, para poder entrar en los baños y vestuarios femeninos (sin cambio de aspecto y hasta con barba se entiende). O que toda vez que te juzguen como hombre cambiar de sexo para pasar la temporada de trena en una cárcel de mujeres. O cambiarte de sexo antes de dar una paliza a tu mujer para que no haya pena de prisión por violencia machista. Todo un avance, sí (léase de manera irónica).

Y por si no ha quedado claro que no sólo están contra la historia las feministas (por cierto, los últimos que decían que los demás estaban contra la historia terminaron con millones de personas o construyendo totalitarismos), estas mujeres son poco diversas (continuando la senda marcada por Gutiérrez a nivel federal): no hay mujeres negras; no hay migrantes; ni musulmanas; ni gitanas; ni mujeres trans (no explica de qué tipo); ni discapacitadas. Sólo hay mujeres privilegiadas con “zapatos de 500 euros” [un mecanismo que falsea la realidad para hacerlas ver como lo que no son] hablando de privilegios de transexuales (¿o transgeneristas?) que viven en la marginalidad. Pues precisamente, si se hubiese molestado en leer, las feministas abogan por la abolición de la prostitución, factor de marginalidad de muchas transexuales (que no transgeneristas). Algo que el lobby gay no es que quiera abolir sino legalizar, para hundir más a estas personas en lo marginal.

Quitarse al feminismo para legalizar los vientres de alquiler

¿Por qué está tan interesado el lobby gay en defender a un grupo de personas que no son ni el 0,1% de la población? ¿Por qué ese ataque tan feroz y constante al feminismo que siempre apoyó al colectivo gay y a los transexuales anteriormente? Lo que queda de resistencia en la izquierda frente a la explotación reproductiva, esto es, la compra-venta de bebés mediante los vientres de alquiler, se llama feminismo. En el PSOE todo el feminismo es contrario a los vientres de alquiler. Algo que perjudica a ese lobby gay pensando que la reproducción es un derecho, el cual no importa que pisotee la dignidad humana de las mujeres. Si se fijan en los mensajes de todo el lobby gay, siempre están con el tema de los vientres de alquiler. Además, hay que añadir las importantes sumas de dinero que las empresas farmacéuticas aportan al mundo LGBTi.

La realidad es que el lobby gay tiene dos problemas en el PSOE. Uno, claro y evidente, son las mujeres y por eso las atacan y se hacen las víctimas incluso desde las secretarías del partido. Pero desconocen, porque han entrado al partido a sus cosas, sin pasar por una agrupación en muchas ocasiones, que el elemento socialista también es contrario a los vientres de alquiler, como lo es a cualquier forma de explotación. Ahí tienen las palabras del histórico de Izquierda Socialista, Manuel de la Rocha. No van a conseguir que se legalicen los vientres de alquiler, ni que se apoye al transgenerismo, por lo que la lucha al final acaba propiciando una pérdida constante de votos. El voto de las mujeres, esas a las que desprecian llamándolas viejas, es más importante que el voto gay y, al final del camino, los políticos acaban contando las lentejas.

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