-Walter, perdona, pero estoy muy centrado en la novela y no voy a poder ir a Ámbito Cultural del Corte Inglés a la presentación de la nueva novela de mañas que ha ganado la 51 edición del premio Ateneo de Sevilla.
-¿Y tengo que ir yo?
-Claro, a ti te encanta Mañas.
¡Perdona! ¿A mí me encanta Mañas? ¿A mí me encantan las novelas urbanas llenas de drogas, tías y desparrame? Primera noticia. Lo pienso pero no lo digo, claro. Quien paga manda y a mí quien me paga es el Don, Don Puebla, Javier Puebla… que últimamente me pide que hasta le haga la compra, porque el gran hombre, ay, «está muy centrado en su novela«.
Aparezco, pelín tarde, pero aún con tiempo suficiente para escuchar a la debutante Mercedes Fisteus, ganadora del Ateneo Joven y a su divertida y genial presentadora: Jimina, la chica de la nariz grande, como la llaman en Badajoz y alrededores.
Lo paso bien. Me divierte que -como llevo el sombrero de Don Puebla- Matellanes, Posadas y otros cuantos me saluden como si fuese él. Tengo diez años menos y veinte kilos más, pero me divierte que nos confundan, lo confieso.
El presentador de Mañas también mola un tablao cibernético, aunque no es Chimo Bayo sino el excelente narrador oral (amén de escrito) Vicente Molina Foix.
Y luego viene Mañas, que durante 25 años se ha resistido a escribir una secuela de su novela de mayor éxito (siguen vendiéndose un montón de ejemplares todos los años a fecha de hoy); malvadamente pensé que debía estar muy canino de perra para al final haberse dignado.
Estaba Mañas ¿resignado o contento? Digamos que contento. Aunque la novela empieza en un hospital, con Carlos, el protagonista de Kronen, como enfermo terminal… aunque no tanto, porque luego empieza LA ÚLTIMA JUERGA.
Ya iré contando por aquí lo que me parece la pieza, porque me temo que Don Puebla seguirá igual de «centrado en su novela» y me tocará a mí acompañar a Mañas y sus Kronen en su -seguro muy divertida- última juerga.
