Recientemente, el mediático y populachero Padre Ángel reprochaba a las  Administraciones lo inadaptadas que estaban para hacer frente a los problemas sociales de los más pobres. Muchas trabas para dar subvenciones a organizaciones como las suyas y lo dice nada menos que el Padre Ángel, el fundador, con la ayuda del almirante  Carrero Blanco, de un entramado sinuoso y barroco de organizaciones caritativas que  han recibido decenas de millones de las administraciones públicas. El Padre Ángel ha creado un imperio de organizaciones no gubernamentales con cerca de 4000 empleados y 300 centros asistenciales y  mucha opacidad y oscuridad en sus cuentas. Muchos sospechamos que detrás del Padre Ángel hay mucho paraíso fiscal interno. No se sabe cuánto dinero ha recibido de las administraciones públicas y no se sabe para que se haya utilizado. Ahora se presenta como el paladín del refugiado y de los sintecho y sermonea, sin tregua, a la sociedad política buscando el beneplácito de todas las ideologías. Vergonzoso el espectáculo de Manuela Carmena y Padre Ángel de “ponga un pobre en su mesa en esta Navidad”. Es apolítico, pero siempre al lado del poder para seguir recibiendo fondos  o ¿acaso no fue presidenta honoraria de la Fundación Mensajeros por la Paz, Ana Botella? Hoy se presenta escorado a la izquierda, una especie de justiciero social. Pero lo que de verdad hay detrás de este “carisma”, como lo hay detrás de Kiko Arguello, Maciel y tantos otros  carismáticos personajes es la opacidad del dinero. ¡Aclare usted las cuentas, Padre Ángel! Es vergonzoso que el dinero público vaya a cientos de ONGS, fundaciones, órdenes religiosas e iglesias y todo parezca que está bien empleado. Desde la ayuda al desarrollo, pasando por las residencias a ancianos, al apoyo extraescolar de los pobres, los comedores sociales, los colegios concertados, los hospitales etc.,  todo un sinfín de dinero público que se va a lo privado y ello en un contexto de recorte  presupuestarios de los servicios públicos sin precedentes. Lo público a lo público sería un buen eslogan o, mejor aún, lo público a lo común. ¡Ya está bien de desviar dinero público a lo privado! Y después esta la cruz de los impuestos: Iglesia católica u “otros fines sociales”. En España, como muy bien ha declarado Francisco Delgado, presidente de la Asociación Europa Laica, se ha creado la casilla de “otros fines sociales” exclusivamente para justificar la financiación de la iglesia católica.

A muchos, he de reconocer,  nos causa antipatía el llamado tercer sector; sospechamos del tercer sector. Muchos queremos un buen sector público, con un buen control de sus cuentas y una administración eficaz. Pongamos por ejemplo  las plazas de  residencia para ancianos. ¿No saben que la iglesia católica y sus órdenes religiosas tienen tantas plazas disponibles como todas las administraciones públicas juntas? Y no saben que todas esas plazas están subvencionadas por el Estado. No nos importa que el Padre Ángel haga caridad pero ¡que lo haga con su dinero!. No nos importa  que CARITAS haga caridad pero ¡que lo haga con su dinero!. No nos importa que ONGS confesionales o laicas hagan caridad pero ¡que lo hagan con su dinero!.

Cuando vemos al Padre Ángel hablar de los refugiados sospechamos que quiere más dinero público para sus montajes. Si se pudiera formar un gobierno de cambio, de progreso o de lo que vaya el diablo a saber que, exigiríamos que se resuelvan las necesidades sociales básicas de los más pobres pero no a través de los Teresitos de Calcuta. Lo que queremos es derechos no caridad. No queremos más  tercer sector no queremos más ONGS; queremos buenos servicios públicos, y renta básica. Basta ya de caridad y el que la quiera hacer  que lo haga con su dinero no con el dinero público. Ron Hubbard, el fundador de la iglesia de la cienciología, dijo que la mejor forma de evadir al fisco era creando una iglesia y la creó. En España, con una iglesia, no solo evades impuestos también recibes dinero público. Piensen en esto y en el Padre Ángel, cuando hagan su declaración de la renta.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre