Hace ya décadas que ellas entraron de lleno y a duras penas en el mundo laboral en España, pero la situación doméstica y familiar de las mujeres no mejora al ritmo que dibujan los discursos oficiales desde los organismos competentes, que subrayan los logros en cuanto a equidad, igualdad de oportunidades y de derechos, reparto de responsabilidades domésticas y de consecución de las mismas condiciones laborales. De puertas de casa para adentro, la realidad sigue siendo bien distinta al mundo idílico que pintan y es la mujer la que sigue apechugando con el peso de las tareas domésticas, que no son pocas.

Pero si los sueldos de las mujeres siguen siendo, en pleno 2016, bastante inferiores a los de los hombres como lo evidencian aún todos los informes oficiales, y si llegar a los puestos de dirección de las empresas es aún una tarea ingente para miles de mujeres trabajadoras, el reto de la corresponsabilidad doméstica es aún una tarea pendiente y muy lejos de su consecución. Limpiar el hogar, planchar, fregar los platos, vestir y duchar a los hijos pequeños, preparar la comida… Las tareas en el hogar se multiplican sin fin y a día de hoy siguen siendo las mujeres las que se ponen mayoritariamente el delantal y no sus parejas varones.

La Fundación Mujeres ha elaborado un estudio en el que se destaca que ellas dedican hasta tres horas más que sus parejas varones a las tareas del hogar y del cuidado de los hijos.. Este desfase es una realidad que sigue sin atajarse y un mal al que las Administraciones públicas no otorgan la importancia que merece en cuanto a reequilibrio de la asunción de responsabilidades.

Por ello, cualquier campaña de concienciación es bienvenida, como la que ha realizado la Fundación de Familias Numerosas del País Vasco Hirukide, que ha lanzado un anuncio que pretende concienciar sobre la importancia y la necesidad de la corresponsabilidad en las tareas del hogar. La asociación se hace algunas preguntas sintomáticas de esta desigualdad en la corresponsabilidad doméstica: ¿por qué nos quedamos más tiempo del necesario en el trabajo? ¿por qué no nos comprometemos con el cuidado de nuestros hijos?

Desde Hirukide se aconseja tener en todo momento una “motivación extra” para abordar dicha corresponsabilidad con garantías de éxito y no optar por la estrategia evasiva del escaqueo puro y duro.

Bajo el título “Si quieres, puedes”, esta organización ha realizado un video de sensibilización social y subraya la importancia del reparto equitativo de las tareas como síntoma de buena sintonía familiar.

El vídeo, realizado en formato spot, sigue a un padre desde que sale de su trabajo de forma apresurada para ir a recoger a sus hijos/as, hasta que termina su jornada con ellos antes de que finalmente llegue su pareja a casa. Con un sentido totalmente irónico, la campaña nos hace preguntarnos por qué nos planteamos como algo extraordinario lo que sencillamente debe ser habitual en las tareas diarias dentro de una lograda corresponsabilidad doméstica.

Un informe de Fundación Mujeres resalta la importancia del denominado trabajo “emocional”. Es aquel en el que sus beneficiarios son, sin reconocerlo, los varones, incluidos los jóvenes, y por el que las mujeres no son recíprocamente satisfechas. Y en este trabajo se incluye desde la preparación de una comida a la creación de un clima agradable en el hogar.

La directora de Hirukide, Natalia Diez-Caballero, recuerda que aunque es “indudable” que muchos varones viven la corresponsabilidad del hogar plenamente y con la más absoluta normalidad, todavía son una amplia mayoría los hombres que sólo se implican testimonialmente realizando algunas y contadas funciones a modo de excusa.

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