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El futuro de la pandemia en España queda en manos de los tribunales de justicia

El TSJ del País Vasco ya ha rechazado prorrogar las medidas sanitarias del estado de alarma

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análisis

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«No more lockdown» (No más confinamiento): ese es el mensaje del perfil de WhatsApp del presidente de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Luis Garrido, el hombre que tiene en sus manos las próximas decisiones judiciales sobre el mantenimiento o la derogación del estado de alarma a causa de la pandemia en Euskadi. Hablamos del magistrado que ha levantado el cierre de la hostelería en la comunidad y que está muy cerca de ser un negacionista de las restricciones y el confinamiento, aunque él rechaza que le cuelguen ese sambenito. Garrido tuvo que pedir perdón tras asegurar que los epidemiólogos eran médicos de cabecera “con un cursillo”, lo que levantó ampollas en el estamento sanitario. El magistrado calificó de “desafortunada” aquella expresión, sin embargo, ya ha vuelto a las andadas.

El lehendakari Iñigo Urkullu quiere mantener el confinamiento perimetral y el toque de queda más allá del 9 de mayo, cuando finaliza el estado de alarma en toda España. Pero lo tiene complicado, ya que el magistrado no está por la labor y en un hueso difícil de roer. Curiosamente, medidas parecidas han sido autorizadas por tribunales de otras comunidades autónomas como la valenciana, lo que demuestra el caos que está siendo este país en este momento de la desescalada.

El Tribunal Superior de Justicia de País Vasco ya ha prohibido mantener estas restricciones después de que la Fiscalía tampoco diera su respaldo. Así, el Gobierno vasco solo podrá recurrir esta decisión al Supremo a partir del próximo domingo. De esta manera, el Alto Tribunal se verá obligado a unificar doctrina si tenemos en cuenta que en cada territorio se están adoptando planes diferentes.

El Ejecutivo regional vasco propuso que cuando la incidencia a 14 días fuera superior a los 200 casos por cada 100.000 habitantes, se estableciera el toque de queda entre las 22.00 y las 06.00 horas, se restringiera la agrupación de personas a un máximo de cuatro personas y se determinara el confinamiento perimetral. Sin embargo, el juez no ha dado su visto bueno. Tampoco lo ha hecho con los cierres de las localidades de más de 5.000 habitantes con una incidencia superior a 400.

Este es el primer caso en el que un juez, con la llegada del fin del estado de alarma, se pronuncia en contra las medidas propuestas por una comunidad. Y es que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha dado luz verde al toque de queda entre las 00.00 y las 06.00 horas. Lo mismo ha ocurrido en el archipiélago balear, donde la movilidad se limitará a partir de las 23.00 horas. La batalla entre ayusistas (partidarios de la libertad absoluta y total) y sanchistas (que apuestan por la intervención del Estado en el control de la pandemia) está servida también en el mundo de la Justicia.

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