El español, una lengua que hablan actualmente en Estados Unidos más de 50 millones de ciudadanos, ya es historia para su nuevo presidente, Donald Trump. La segunda lengua más hablada en el país, más incluso que en la propia España, con 47 millones de habitantes, ha comenzado a ser arrinconada por el nuevo inquilino de la Casa Blanca y en España nadie ha alzado la voz de manera contundente contra este ataque directo al español como nexo de unión entre ambas sociedades, solo respuestas tibias para una ofensiva contra el español que las autoridades españolas han dejado en una simple “cuestión interna” del ejecutivo de Trump, según el titular de Exteriores, Alfonso Dastis.

Tanto el Gobierno de Rajoy como el Instituto Cervantes, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, como velador de los intereses de la segunda lengua más hablada del planeta, o la propia Real Academia Española (RAE) han reaccionado con absoluta tibieza a la decisión del gabinete Trump.

El director de la RAE, Darío Villanueva, se limita a calificar el freno al español en EEUU como una “regresión importante” mientras que el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, lo ve como un “gesto grave”. En este sentido, el director de la RAE recuerda que la Constitución estadounidense no concreta ninguna lengua oficial.

El responsable del Instituto Cervantes, en declaraciones a Efe, cree “grave” la decisión, ya que considera que está tomada por un presidente que lo es de todos los estadounidenses, donde existe en la actualidad un 18% de la población que habla español y, recalca García de la Concha, que “el 95% de ellos considera que es muy importante que ellos, sus hijos y sus nietos sigan hablando español”.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, que también se limita a lamentar el cierre de la web en español, recuerda que la web del Gobierno de España (www.lamoncloa.gob.es) “facilita la información en castellano, euskera, catalán, gallego, valenciano y, también, en inglés”. El titular de Cultura añade que esta decisión de Trump “no detendrá ni pondrá en riesgo la difusión imparable” de la lengua española “en Estados Unidos y en el mundo entero”.

WEB Casa Blanca

“Lo sentimos, pero esta página no ha podido ser encontrada”. Así debería rezar en español el enunciado de que no ha podido ser hallada la página que ha venido funcionando con normalidad en español durante los dos mandatos del ex presidente Barack Obama. Pero no, cualquier internauta que lo intente desde ahora sólo encontrará esta respuesta en inglés: “Sorry, the page you’re looking for can’t be found”.

“Los técnicos siguen construyendo el portal para que puedan estar abiertas opciones como la de ver el contenido en español”, afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien ha explicado que el cierre de la web en español de la Presidencia no se debe a motivos políticos sino sólo técnicos.

El Instituto Cervantes, encargado de velar por la salud de un idioma que hablan en el mundo unos 560 millones de personas, con 87 centros distribuidos en 44 países por los cinco continentes, ha decidido no tomar ninguna medida concreta contra una de las primeras órdenes del Gobierno Trump. Tampoco el Gobierno de Mariano Rajoy lo ha creído conveniente. Desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se remiten directamente al Instituto Cervantes o al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. La medida ha cogido a contrapié al Gobierno de Mariano Rajoy, que ha intentado quitar hierro a un asunto capital para los intereses de la lengua española en el mundo.

Un portavoz oficial del departamento de Alfonso Dastis ha asegurado a Diario16.com que “no hay nada que decir” sobre este asunto pese a que la comunidad hispanohablante de Estados Unidos supera los 50 millones de ciudadanos y los vínculos que los unen con España están cimentados en primer lugar en un idioma en común como es el español.

El propio titular de Exteriores ha confirmado que el Gobierno español no tiene previsto iniciar acciones de protesta y añadió poco después que no le parece “una buena idea”. Dastis añade que “siendo un país con 52 millones de personas que hablan el castellano o el español, no es una gran idea renunciar a un instrumento de comunicación”.

LaCasaBlanca

En la actualidad, el Instituto Cervantes cuenta con sedes en Nueva York (centro del que depende la recién creada extensión de Washington en 2015), Chicago, Albuquerque, Seattle y Boston (Universidad de Harvard). Precisamente, el director del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard, Francisco Moreno, aseguró en noviembre que ni el presidente Trump podrá frenar la fuerza imparable del español en Estados Unidos porque existe “una gran fuerza popular que permite que el español se lleve a las escuelas y haya cada vez más demanda y conocimiento”. Moreno argumentaba poco antes de que Trump firmara sobre la Biblia el cargo que la propia sociedad de EEUU “necesita ciudadanos bilingües y en ese sentido será difícil de parar el progreso del español”.

El enlace en español de la página de la Casa Blanca del Gobierno estadounidense se ha mantenido activo hasta días antes del traspaso de poderes de Obama a Trump. Incluso funcionaba con normalidad el blog dedicado a temas de interés de la comunidad hispana, como los relacionados con el proceso de regularización de inmigrantes o las nuevas relaciones con Cuba. Después de 30 años, el gabinete de Trump será el primero que no tenga ningún hispano en sus filas.

También las redes sociales han sufrido esta ruptura de vínculos del Gobierno Trump con la amplísima comunidad hispana de Estados Unidos. El último tuit en español de la Casa Blanca es del pasado 13 de enero, aún con Obama al frente. Ahora con Trump, un fiel seguidor y practicante de Twitter, la versión española ya es historia. También ha sido bloqueada otra cuenta que utilizaba el Gobierno Obama para informar en español: @LaCasaBlanca.

Tampoco Facebook se ha salvado de la quema y tampoco existe ya la versión en español. No ha tardado mucho el ex magnate y actual presidente estadounidense en cumplir su amenaza de que “en Estados Unidos se hable solo en inglés”. Unas horas apenas.

Los vínculos del mandato de Obama con la comunidad hispana fueron firmes y constantes. De hecho, también se cuidaron mucho durante sus ocho años de gobierno las relaciones con los periodistas y medios de información en español. Una oficina de relación en lengua española y una oficina exclusiva al respecto cuidaba de que estos vínculos fueran fluidos y permanentes en español.

Paradójicamente, pese a no tener a ningún hispano en su gabinete ni darle cobertura en español a la numerosísima comunidad hispana de Estados Unidos, Trump ha elegido a Helen Aguirre, de origen nicaragüense y afincada en Miami, para dirigir los asuntos relacionados con la prensa en general y asesorar al presidente en estas lides, un gremio que no es del agrado del presidente, como ya lo ha demostrado con sus primeras declaraciones tras ser investido presidente.

A nivel político español, hasta la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha opinado sobre el asunto vía Twitter, una red social que utiliza a discreción y que usa para criticar una decisión de Estados Unidos pero no para condenar los crímenes machistas de su comunidad y los fallos en la justicia que a veces conlleva apareados. “Un ataque intolerable a la segunda lengua de Estados Unidos”, lo califica la baronesa socialista andaluza.

El portavoz de Asuntos Exteriores del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, Ignacio Sánchez Amor, ha presentado dos preguntas para que el Gobierno valore esta decisión y explique las gestiones prevista sobre este asunto capital para los intereses de la lengua española en el mundo. Los socialistas defienden una iniciativa diplomática acordada con todos los países hispanohablantes ante la Casa Blanca.

1 COMENTARIO

  1. También se hablaba español en filipinas tod pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar pasar haciendo caminos caminos hacia la mar y trump también pasara larará

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