El tratamiento que está dando la Justicia española al «procés» catalán deja mucho que desear y va sumando argumentos para que España sea condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). El propio juicio que se está celebrando en el Supremo ya ha dado munición jurídica suficiente para que el caso sea llevado a Estrasburgo, algo que fuentes jurídicas consultadas por Diario16 han confirmado, sobre todo por la insistencia del presidente de la Sala, Manuel Marchena, en citar jurisprudencia emanada del TEDH desde la exposición de las cuestiones previas. Este hecho indica que la sentencia del juicio del «procés» va a ser condenatoria, puesto que a Estrasburgo no llegan las decisiones absolutorias.

Sin embargo, la Fiscalía ha ido más allá y ha solicitado en un escrito que se impida a Oriol Junqueras salir de prisión el próximo día 17 de junio para prestar juramento de su cargo como eurodiputado electo ante la Junta Electoral. La razón que da el Ministerio Público es que si el líder de Esquerra Republicana de Catalunya se propiciaría una situación en la que habría que solicitar un suplicatorio al Parlamento Europeo que paralizaría el juicio del «procés».

Esta solicitud conculca los derechos políticos que tiene Oriol Junqueras y el resto de políticos catalanes presos, derechos que mantienen intactos, como cualquier otro ciudadano, porque aún no han sido condenados. Por tanto, la Fiscalía pretende que no cumpla con su deber como eurodiputado electo.

Por otro lado, la Fiscalía califica de intromisión inadmisible en el ejercicio de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. El día 17 de junio aún no se puede ejecutar ninguna sentencia y Oriol Junqueras tiene todo el derecho a acudir a la Junta Electoral porque, como decimos, no ha perdido ninguno de sus derechos políticos porque no ha sido condenado ni está inhabilitado para ejercer el cargo para el que le han elegido la ciudadanía, no sólo catalana, sino también española, puesto que la candidatura que encabezó recibió más de medio millón de votos fuera de Cataluña.

Por tanto, lo que pretende la Fiscalía es evitar un nuevo retraso del juicio. Parece que hay demasiada prisa para que la sentencia, que a buen seguro será condenatoria, se publique cuanto antes.

Sin embargo, lo que se está produciendo en realidad es un ensañamiento con Junqueras y el resto de políticos catalanes presos. El tercer poder de un Estado de derecho no puede permitir ser el brazo ejecutor que conculque los derechos del pueblo. Oriol Junqueras no está inhabilitado políticamente y, por tanto, deberá acudir el día 17 de junio a jurar su cargo de eurodiputado. No se puede pretender hacer cumplir la ley pasando por encima de los derechos de las personas. Una demostración más de que el tercer poder en España aún no ha pasado el filtro de la Transición y sigue actuando con los mismos patrones que durante el franquismo.

3 COMENTARIOS

  1. Desde luego los tintes y devaneos de éste tribunal Supremo son del más puro estilo fascista del franquismo, que lo instituyó y del total gusto del trifachito que, a diario, lo vitorea, vaya ejemplo de justicia que está dando

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