El estrés, las prisas y el alto ritmo de vida provocan que muchas personas tengan problemas en el aparato digestivo. La causa principal de éstos la hallamos en que se realizan malas digestiones, flatulencias, estreñimiento y otras molestias que provocan que no se aprovechen al máximo los valores de los alimentos.

Estos desajustes generan una pérdida de calidad de vida porque las digestiones se vuelven más lentas y pesadas, lo que genera también un incremento del peso o la aparición de dolorosos abscesos o fístula perianal. Por esta razón es muy importante la realización de ejercicio físico, ya que es beneficioso para el buen funcionamiento del organismo por el hecho de que fortalece sistemas como el vascular o el respiratorio y, sobre todo, del aparato digestivo.

Una digestión lenta o pesada es muy perjudicial para la salud ya que muchos de los nutrientes de los alimentos no son aprovechados por el organismo. Además, se asimilan muchas más grasas y, por tanto, genera estreñimiento, gases o dolor de estómago.

El ejercicio es una solución para estos problemas ya que acelera el metabolismo y hace que las digestiones sean más rápidas y que el tránsito intestinal sea mayor. Por tanto, es muy importante realizar una pequeña caminata acompañada de ejercicios abdominales porque favorecen el movimiento intestinal y, en consecuencia, ayuda a eliminar el estreñimiento.

Después de las comidas es aconsejable caminar, al menos, un kilómetro para ayudar a la digestión. Además, el ejercicio es una de las mejores fórmulas de relajación y una vía de escape del estrés.

Por otro lado, el deporte debe ser acompañado de una buena alimentación para mejorar los problemas del aparato digestivo. La ingesta de alimentos ricos en fibra y una hidratación adecuada (al menos 2 litros de agua diarios) son elementos clave para una regulación adecuada de las funciones digestivas.

Hay personas que practican deporte habitualmente que son propensos también a sufrir problemas estomacales, sobre todo si practican disciplinas de largas distancias. En concreto, según el especialista en medicina deportiva, Mario Ros, entre un 30% y un 50% de estas personas que practican deportes que implican recorrer muchos kilómetros sufren problemas estomacales durante el ejercicio.

Para evitarlo es muy importante la adaptación del estómago a la ingesta de grandes cantidades de líquidos mientras se realiza el ejercicio. También es recomendable realizar una carga de hidratos previa al ejercicio, tal y como hacen los ciclistas o los atletas en las horas previas a practicar su deporte. Además, debe haber una hidratación constante, puesto que la falta de líquidos en el cuerpo genera molestias que, finalmente, provocan esos problemas digestivos e intestinales.

Por tanto, realizar ejercicio físico de manera habitual es una de las fórmulas para evitar problemas digestivos, para reducir el estrés y para prevenir lesiones intestinales o en el aparato excretor.

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