El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, tomó por segunda vez posesión de su cargo el 23 de julio pasado. Prometió “cercanía” con la ciudadanía tras la abrumadora primera mayoría absoluta del Partido Popular en Andalucía en cuatro décadas de autonomía.
Menos de diez meses después, el enfriamiento, paralización, freno, envainamiento o simplemente derrota de dos de sus iniciativas más sonadas en este corto espacio de tiempo, la apertura a la privatización de la atención primaria de la sanidad por primera vez en España y la polémica legalización de terrenos para regadíos en el entorno del Parque de Doñana, arrojan un demoledor balance de la gestión de un gobierno que acomete esta legislatura libre de ataduras de la ultraderecha gracias a una holgada mayoría absoluta lograda en las autonómicas del pasado 19 de junio.
Por segunda vez, Moreno Bonilla pisa el freno en la polémica proposición de ley para legalizar terrenos para regadío en la Corona Norte de Doñana, contestada con dureza desde la UE, el Gobierno central y las organizaciones de defensa del medio ambiente. Ya al final de la anterior legislatura amagó con sacarla adelante para después meterla en un cajón hasta nueva orden. Cuando se despejaron los nubarrones y parecía que en esta segunda legislatura en solitario del PP todo sería un camino de rosas, la contundente respuesta a todos los niveles a los planes de Moreno Bonilla ha provocado, con solo unos meses de diferencia, un segundo envainamiento en toda regla del ejecutivo andaluz de esta iniciativasólo respaldada por la ultraderecha de Vox.
El presidente andaluz anuncia ahora que levanta el pie del acelerador hasta después de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Según el impacto que este tema provoque en la intención de voto en Andalucía, el Gobierno andaluz llevará este proyecto adelante ya más como una rémora que como un acicate para captar votos entre los cinco municipios afectados del entorno del humedal más grande de Europa.
La contundente respuesta a los planes de Moreno Bonilla ha devuelto el proyecto de Doñana al cajón por motivos electorales por segunda vez en meses
Algo similar le ha ocurrido al ejecutivo andaluz con el tema de la tarificación de la atención primaria, que por primera vez pone precio a este servicio sanitario esencial en el sistema público andaluz. El Gobierno andaluz se atuvo a la máxima de que solo se abrirían las puertas de la atención primaria a las aseguradoras en casos de extrema necesidad, como por ejemplo una pandemia, pero esta excusa no convence a la oposición, que pide directamente la derogación de la Orden publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).
Las buenas maneras de Moreno Bonilla
De momento, el Gobierno “dialogante” de Moreno Bonilla, como él se afana en definir a su ejecutivo, ha vuelto a guardar en el cajón de temas espinosos estas dos iniciativas, que han dejado en evidencia el bienquedismo y las buenas maneras que, en apariencia, ofrece el primer presidente conservador de la autonomía andaluza. Tanto ha sido el foco mediático acaparado por el presidente andaluz en las últimas semanas a nivel nacional que su colega de Madrid, la presidenta Isabel Díaz Ayuso, ha tenido que emplearse a fondo contra el Gobierno de Pedro Sánchez en el reciente día de la Comunidad de Madrid para recuperar la atención perdida sorpresivamente en detrimento de su homólogo andaluz.
