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El dedo que señala

Antonio Fernández-Fígares Morales
Antonio Fernández-Fígares Morales
Presidente de la ONG Paz en Acción, director de Radionuevaera.es, Coproductor del programa Tiempo de Cambio, colaborador de la revista Ser Consciente, coach, empresario, escritor y conferenciante. Tiene un profundo interés por todos los conocimientos humanísticos, dedicándose al estudio de la Psicología, especialmente el análisis de C.G.Jung, mediante una introspección de más de dos años. Su interés por comprender al ser humano y su destino le lleva a estudiar también Filosofía durante ocho años. Se forma en técnicas bioenergéticas durante un año y medio, y meditación, tres años. Es colaborador en periódicos, televisiones y especialmente en numerosas radios. Desarrolla varios productos que comercializa a nivel nacional como: -CURSOS DE AUTOAYUDA (12 TÍTULOS) -REVISTA: EL MUNDO DE LO INCREIBLE –PROGRAMAS: ELIMINE SU ESTRÉS Y VALORES PARA UNA CULTURA DE PAZ -LIBROS: RELACIONES HUMANAS, TECNICAS ÉTICAS DE VENTA y ESTRELLAS DE ESPERANZA. Imparte el taller: SER CONSCIENTE EN EL AHORA.
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análisis

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Hay en la tradición espiritual una enseñanza, sobre el maestro que está mostrando la Luna al discípulo, vista ella como una elevación de su estado mental, y el hecho de que el alumno se fija en el dedo que la señala, en vez de en el astro luminoso que brilla en la oscuridad.

Y es que en la historia de las religiones tal vez se ha venerado en exceso a los portadores de luz espiritual, de conocimiento, y se ha prestado poca atención a la ilustración que traían.

La gente, durante un largo periodo de tiempo, parece que han necesitado personas a las que seguir, más o menos mitificadas, sin embargo, las que han sido realmente faros para la humanidad han reunido esa vanagloria, o le han hecho ver al que la hacía que eso que veían él, lo tenían ya ellos mismos en su interior y solo necesitaban desarrollarlo.

El culto a la personalidad es bastante negativo, porque ésta es una entidad transitoria y muy limitada, y no merece tal trato, es solo un instrumento, hasta en los casos más excelsos, para experimentar, pero la mirada es bueno que esté puesta en lo imperecedero, en aquello que trasciende, y que es la raíz de todo, más que en sus mensajeros.

El poder del ejemplo es enorme, y es bueno saber que caminos son adecuados y cuales no desde muchas perspectivas, pero la vida de uno es algo absolutamente propio, determinado por influencias externar e internas particulares y complejas, y no siempre sirven las reglas generales por muy importante que parezca ser el que las ha hecho.

De muy poco sirve además, adorar a alguien, sea del pasado o del presente, si no aprovechamos su enseñanza, que es lo que nos vino, o nos viene a ofrecer, el don más preciado.

Algunos gurús espirituales, sin duda los auténticos, corrigen la veneración que pueda hacerse hacia su persona. El objetivo del amor, para que nuestra mente vibre en altos niveles y nuestra alma se llene de paz y alegría, por nuestro propio beneficio, no porque el ser real lo necesite en absoluto ni se encuentre solo, como dicen algunos, que parece casi un chiste, atribuyéndole sin sabores humanos a la divinidad, debe ser al ente que está en todo y más allá de todo. Ese amor expresado y vivido en la acción, en la contemplación, en la comprensión, como han expresado los místicos, lleva a le felicidad sabia, estable y duradera, que solo se desequilibra levemente con los acontecimientos negativos, y después vuelve a la armonía, gozando de los positivos. La mente pasa de un estado de agua, a un estado de miel.

Cuando se mira la Luna se está mirando el propio interior, no somos un cuerpo en el mundo, no estamos en el universo, el universo esta en nosotros, pero cometemos el error de identificarnos con la forma, que atrapa a la mente que busca identidad después de haberse desenfocado del ser real.

El amor a lo que una persona ha hecho también es lícito, y saber que él, o ella, al igual que nosotros, igual que todo, participa de esa esencialidad absoluta.

Es necesario recordarlo constantemente para que los ganchos del mundo no nos atrapen, ni aspiremos a una felicidad basada en lo fenoménico, es necesaria la que va de dentro a fuera, no al revés, esa es la de los maestros, y es el desafío real de la nueva era.

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1 COMENTARIO

  1. asi como el diamente no deja d serlo aun adoptando el color dl apño dnde s pose
    asi como el espejo refleja fuego y agua sinqema¡rse noi mojarse
    asi como el agua s arrastra pero arrastra

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