viernes, 29marzo, 2024
15.9 C
Seville

El coraje de ser tú mism@

Isabel Bailo Domínguez
Isabel Bailo Domínguez
Profesora de educación infantil, técnica fitosanitaria cualificada, técnica medioambiental y forestal, madre a tiempo completo, actualmente estudiante de grado de historia y Rebelde con causa.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Salir de una relación nunca ha sido fácil, y más aún cuando es tóxica y se tienen hijos en común.

Lamentablemente muchas personas aceptan este tipo de relaciones a veces por desconocimiento, ya que les cuesta catalogarla como tal, sobre todo si  la persona a la que «amamos» es un chantajista emocional de primera categoría.

Todos y todas podemos ser «víctimas», pero aquellas personas con más dificultad a la hora de hacerse respetar, con baja autoestima o inseguridades, son más sensibles a sufrir esta forma de abusos.

La autoestima se forma con los pensamientos, sentimientos, sensaciones y pueden ser positivos, alta autoestima, o al revés, una incómoda sensación de no ser lo que deseas, baja autoestima, experiencias que has ido teniendo sobre tu imagen durante toda tu vida. 

Existen ocasiones en las que por diversas circunstancias la autoestima ha sido muy dañada, y puede condicionar la aparición junto con otras causas, de diferentes trastornos, como episodios de depresión o ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, o adicciones.

Entre las causas más frecuentes de baja autoestima podemos destacar las siguientes: mensajes negativos, abusos, ridiculización del aspecto físico, mal ambiente familiar, perdida de la figura de referencia  en tu niñez  ( madre etc..) dificultades académicas, experiencias negativas tempranas o falta de demostración de cariño y afecto por el entorno.

Hay que tener en cuenta que una persona no daña a la otra si la quiere, pues eso no es amor. No tiene sentido estar con alguien así, como tampoco que los niños normalicen una situación anormal, los hijos se acostumbran a ver como uno de sus padres chantajea, humilla y menosprecia al otro y terminan por aceptar como algo cotidiano esta situación. Esto también hará que aumenten las posibilidades de que se comporten así con sus respectivas parejas cuando sea mayores, ya que fue su día a día.

Pero volvamos al tema del chantajista emocional, como es y cómo se comporta: básicamente es una persona «tóxica», que quiere estar por encima de su pareja.

Es egoísta y utiliza a su media naranja para volcar todas sus inseguridades y frustraciones. Suele ir de «víctima», es una persona experta manipuladora y narcisista y hace que las verdaderas agraviadas, se relacionen menos con las personas de su entorno,  al tiempo que va reduciéndose su autoestima, gracias al trabajo constante de estos maltratadores psicológicos.

Su misión es desvalorizarte como ser humano

Si has estado sufriendo maltrato psicológico durante mucho tiempo es muy posible que te queden secuelas. El maltrato físico deja marcas en el cuerpo, pero el psicológico también, aunque no sean visibles.

Cuando una persona decide dar el paso de terminar con una relación tóxica y dañina para ella y sus hijos, es por qué ha entendido que tiene derecho a ser tratada con respecto y dignidad, a no sentirse culpable por todo,  el derecho a experimentar y expresar sus propios sentimientos, el derecho a decidir qué hacer con tu propio cuerpo, tiempo y propiedad, a cometer errores y ser responsable de ellos y sobre todo el derecho a ser FELIZ.

Por supuesto el chantajista emocional, se lo tomará a mal, ya que eso supone no poder manipularte más. Intentará darte pena o hacerte creer que le estás proponiendo algo absurdo y utilizará todos los métodos posibles para  seguir amargandote la vida, (ya que la suya no vale nada).

Cada vez hay más casos en que estos individuos llevan a cabo el método denominado por los psicólogos; Síndrome Alienación Parental (SAP).

El padre o madre alienador, desarrolla un discurso para manipular a sus hijos y ponerlos en contra del otro progenitor. Los hijos a su vez irán desarrollando un odio patológico e injustificado hacia el otro progenitor, que afectará a su desarrollo físico y psicológico. Otras veces, sin llegar a sentir odio, provoca en los hijos un deterioro de la imagen que tienen del progenitor, hasta el punto de provocar que éstos, no quieran vivir con él y se vayan a vivir con el propio alienador tóxico, para sus vidas. Sus métodos más habituales también son colmarlos de regalos, libertad horaria en el caso de adolescentes, no reprenderlos nunca, en definitiva, no poner límites ni reglas que todo hijo necesita para a su  educación y desarrollo.

¿Es posible superar una relación tóxica?

Sí, desde luego. Después de dejar atrás los chantajes, desplantes y humillaciones, tu vida solo cambiará a mejor.

No tengas miedo de la soledad, estarás tranquila y al fin libre de un vínculo dañino y empezar a vivir  una vida plena .

No regales tú vida a nadie!!.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído