Las conclusiones de los especialistas en accidentes de trafico de la Guardia Civil son precisas y concretas: “«De haber atendido a la señalización previa y si hubiera adecuado su velocidad por debajo de los 100 km/h, tal y como reclamaba la situación del tráfico, además de haber disminuido con ello las consecuencias del accidente, habría tenido más tiempo para poder percatarse de la retención y poder así realizar una maniobra que evitara el accidente o cuanto menos redujera su gravedad, pudiéndose de ese modo haber evitado el fallecimiento de Nadia Mechaala», según ha revelado el diario ABC. Es decir, tal y como se refleja en el informe oficial, “velocidad excesiva”, tanta como para no poder ver el cartel luminoso que informaba de la retención.

En un primer análisis, el conductor del vehículo que colisionó con el viajaba Nadia, dio positivo en consumo de anfetaminas, pero un segundo análisis no lo confirmó lo que llevó a la titular del Juzgado de Instrucción número de 5 de Sevilla a decretar la libertad del americano sin fianza. Previamente decretó prisión sin fianza, comunicada y la obligación de comparecer a diario ante el juzgado, que también ha sido levantado.

Ante esto, la madre de Nadie pidió la imposición de una fianza de 600.000 € y la retirada del pasaporte ara evitar la huida a su país.

Indignación ante la decisión de los jueces

Todos estos hecho hechos han volcado el foco sobre la actuación de los jueces que han intervenido desde el 5 de Sevilla, -en sustitución de la titular que se encuentra de vacaciones-, ante tan graves hechos creándose una enorme sorpresa e indignación tanto entre los familiares de la víctima como en ambientes jurídicos y judiciales por el súbito cambio de opinión y actitud de la magistrada.

Y ahora las dudas sobre la comparecencia del imputado en el juicio son cada día más extensas e intensas.

De confirmarse Donald A. L., el estadounidense de 74 años presunto autor de la muerte de la joven sevillana Nadia Mechaala, conducía a “velocidad excesiva” y que «negligente e imprudente» pudo ocasionar la muerte de la joven.

Los investigadores del cuerpo armado han constatado igualmente que no se produjo «ninguna anomalía mecánica y/o electrónica previa al accidente» y que el investigado obvió «las señales previas al lugar del accidente que le indicaban circulación lenta y limitación de velocidad, circulando con exceso de velocidad y totalmente distraído en su conducción».

Los hechos sucedieron el pasado 18 de julio en la vía de incorporación a la SE-30 a la altura de Palmas Altas.

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