El Comité de Derechos Humanos de la ONU considera que la investigación y el juicio al expresidente brasileño Lula da Silva no fueron imparciales y violaron sus derechos
El expresidente Lula fue investigado en 2016 por su presunta implicación en dos casos de la «Operación Lavado de Coches» (Operacão Lava Jato), una amplia investigación penal en Brasil que destapó la corrupción entre la petrolera estatal Petrobrás, varias empresas constructoras y varios políticos brasileños para obtener fondos secretos de campaña. La investigación se llevó a cabo bajo la dirección del ex juez del Tribunal Penal Federal, Sergio Moro.
El comité explica que el ex juez Moro aprobó una solicitud del fiscal para intervenir los teléfonos de Lula, así como los de su familia y su abogado y divulgó el contenido de las escuchas a los medios de comunicación antes de presentar formalmente los cargos. También emitió una orden de detención para interrogar a Lula. La orden se filtró a los medios de comunicación y, en consecuencia, los medios tomaron fotografías de Lula como si estuviera detenido.
Lula fue condenado a nueve años de prisión en julio de 2017 y seis meses más tarde el Tribunal Federal amplió su sentencia a 12 años
El Supremo Tribunal Federal anuló la condena y anuló la investigación, pero el Comité considera que “estas decisiones no fueron lo suficientemente oportunas y eficaces para evitar o reparar las violaciones».
