El informe sobre España elaborado por el Comité contra la tortura relativo a la visita que tuvo lugar en 2020 ya está disponible y puede ser consultado.
Las conclusiones del informe apuntan a la necesidad de que las autoridades españolas tomen medidas decididas para prevenir los malos tratos en prisión y garantizar que los casos de presuntos malos tratos sean investigados de manera eficaz.
Además, se propone en el informe que se lleven a cabo una serie de medidas para mejorar el tratamiento de los presos, especialmente los vulnerables, y de los pacientes recluidos en los dos hospitales psiquiátricos penitenciarios.
Recomiendan también tomar medidas para combatir los malos tratos por parte de agentes de policía.
Visita realizada en 2020
El informe recoge la investigación llevada a cabo durante los días 14 a 28 de septiembre de 2020, en plena pandemia de COVID-19. El Comité para la Prevención de la Tortura y las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes del Consejo de Europa acaba de publicar las conclusiones de su visita en un informe que ha remitido a las autoridades españolas.
Según señalan, «en el curso de la visita la mayoría da las personas entrevistadas afirmaron que habían sido tratadas correctamente por los agentes del orden. Sin embargo, la delegación del CPT sí recibió un número significativo de denuncias de malos tratos que se referían principalmente a la Policía Nacional».
Denuncias de malos tratos, recomendación de supervisión y formación
Los malos tratos denunciados consistían en «bofetadas, puñetazos y patadas en el cuerpo y/la cabeza, y en ocasiones, el uso de porras u otros objetos». Según el informe «supuestamente se infligió como un medio para obligar a las personas a proporcionar información o confesar determinados delitos o castigarlas por el presunto delito cometido». El Comité destaca la importancia de una supervisión y formación adecuadas de los agentes del orden.
Prisiones de hombres adultos
En los centros penitenciarios de hombres adultos visitados por la delegación, según el informe «se recibieron un gran número de denuncias consistentes y creíbles de malos tratos físicos recientes por parte de funcionarios penitenciarios, que consistieron principalmente en bofetadas en la cabeza y el cuerpo, puñetazos, patadas y golpes con porras. En varios casos, los presuntos malos tratos fueron respaldados por lesiones documentadas por la delegación o anotadas en el historial médico de la persona». La delegación señala haber recibido también varias denuncias creíbles de personas a las que se les había sometido las plantas de los pies a repetidos golpes de porra; un método de tortura conocido como «falaka».
Abordar este comportamiento requiere una supervisión más rigurosa por parte de la dirección, una mejor capacitación del personal en el uso de técnicas de control y contención y desescalamiento, la documentación precisa de todas las lesiones y la denuncia inmediata de todos los casos de malos tratos a las autoridades fiscales competentes, subraya el informe.
Fijación en cama
El informe señala los considerables avances realizados en todas las prisiones de España en la reducción, tanto del número como de la duración de las aplicaciones de la medida de fijación mécancia de una persona a una cama.
Sin embargo, el informe considera que el objetivo debe seguir siendo la abolición de esta medida en prisión, ya que está expuesta a abusos.
Mujeres en centros penitenciarios
Por lo que se refiere a la situación de las mujeres cumpliendo penas privativas de libertad, el informe pide un enfoque específico de género que tenga en cuenta las necesidades de las mujeres. Establece que es necesario hacer más para desarrollar la gama de actividades estereotipadas sin género que se ofrecen a las mujeres y adoptar una política para prevenir y reducir los actos de autolesión de las mujeres y garantizar que tales actos siempre sean tratados desde un punto de vista terapéutico.
Hospitales psiquiátricos penitenciarios
El informe es crítico con el tratamiento y las condiciones que se ofrecen a los pacientes en los dos hospitales psiquiatricos penitenciarios de Alicante y Sevilla. Considera el informe que deben gozar de plena separación institucional y funcional del servicio penitenciario y estar bajo la responsabilidad del sistema nacional de salud.
Además, debería haber un cambio de paradigma en el tratamiento de los pacientes forenses basado en los principios del tratamiento individualizado y un alejamiento del énfasis actual en la farmacoterpia Se denuncia haber encontrado que el diseño carcelario y el entorno austero de estas instalaciones no conducen a un enfoque verdaderamente terapéutico.
En ambos hospitales visitados se recibieron, según el informe «algunas denuncias de malos tratos físicos consistentes en golpes con porras de goma y def ijaciones mecánicas dolorosas e inadecuadas». Además, el CPT es crítico con la práctica de períodos prolongados de reclusión impuesta a los pacientes, que duran hasta cuatro meses, sin las debidas garantías legales o una revisión judicial adecuada.
También se formulan recomendaciones para fortalecer las garantías legales que rodean la colocación, el alta y el tratamiento involuntario de pacientes psiquiátricos forenses en ambos centros estudiados.
Centros de menores
El informe también aborda la situación de los Centros de Menores en España, con recomendaciones específicas, tanto en los lugares de reclusión como donde se ubica a los detenidos.
Hicieron un pliego de descargo de más de cien páginas explicando cada uno de los casos y su circunstancias.
Es que en la exposición está la implícita la culpa.
Que vergoña, miña nai.