Madrid intentó en tres ocasiones ser la sede de los Juegos Olímpicos durante los gobiernos de Alberto Ruiz Gallardón y Ana Botella, algo que supuso a los madrileños un coste de 9.000 millones de euros. Las diferentes candidaturas se presentaban ante el Comité Olímpico Internacional (COI) con un argumento fuerza: las infraestructuras están hechas. Sin embargo, las ciudades que finalmente lograron el éxito y organizaron los Juegos, Londres, Río de Janeiro y Tokyo, presentaron proyectos virtuales, es decir, que no iniciaron los gastos hasta que se concretara la organización. Esta estrategia tenía como consecuencia que los ciudadanos no tendrían que apechar con el coste elevado que supone la construcción de nuevas instalaciones hasta que existiera un estudio de retorno de inversión basado en certidumbres y no en especulaciones.

El tercer fracaso pareció que había eliminado la fiebre olímpica del Partido Popular y la llegada de Ahora Madrid al Ayuntamiento aparcó definitivamente cualquier proyecto destinado a la organización de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, esa espina seguía clavada en la primera planta de Génova 13 y el candidato al Ayuntamiento de Madrid ha certificado que podrían volver a intentarlo si se dan dos escenarios:

  • El PP gana las elecciones y gobierna
  • La existencia de un consenso

José Luis Martínez-Almeida ha considerado en un encuentro con empresarios que sería una decisión “valiente” volver a pedir los Juegos Olímpicos para la capital, pero lo haría «si hubiera un consenso político y social». El candidato del Partido Popular ha afirmado que «el COI tiene una deuda con Madrid y se demostró que fue un error elegir a Río de Janeiro». Martínez-Almeida cree que «Madrid fue considerada una candidatura low cost» por la baja inversión prevista al efecto, al contar la ciudad con muchas de las infraestructuras construidas.

Cuando se afirma que ya se dispone de instalaciones realizadas, Martínez-Almeida olvida que muchas de ellas deben ser reformadas porque ya ha pasado mucho tiempo desde su construcción y eso tendrá un coste elevado. Es cierto que algunas de estas infraestructuras están siendo aprovechadas por los madrileños, pero hay otras que están infrautilizadas como, por ejemplo, la Caja Mágica y, en otros casos, directamente está en pie un esqueleto, tal y como ocurre con el Centro Acuático que costó 120 millones de euros.

1 COMENTARIO

  1. no saben que hacer para pillar comisiones y mordidas millonarias, y lo malo aun habrá pensionistas y trabajadores que voten a esta banda, éso es lo más patetico y triste de todo

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