jueves, 28marzo, 2024
18.1 C
Seville

«El CAI, la residencia y la Comisión de Tutela me amenazan con restringirme las visitas si hablo de los abusos sexuales a mi hijo»

El menor fue atendido en el Hospital La Paz de Madrid el pasado 16 de octubre por hematuria (sangrado al orinar) y, tras 24 horas en observación, el parte de lesiones fue enviado al juzgado de guarda y a la Fiscalía de Menores. Desde entonces, la madre desconoce la evolución de su hijo ni las medidas que pretende adoptar la Residencia Infantil Vallehermoso, dependiente de la Comunidad de Madrid, donde se produjeron los hechos

Juan Carlos Ruiz
Juan Carlos Ruiz
Periodista y Licenciado en Ciencias de la Información
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Como cada domingo, el pasado 16 de octubre, Alba -prefiere mantener en el anonimato su identidad- acudió a la Residencia Infantil Vallehermoso de Madrid a recoger a sus dos hijos tutelados, una niña de 7 años y un niño de 5. Fue entonces cuando descubrió que su hijo «sangraba al orinar». Inmediatamente se dirigió con él al Hospital La Paz de Madrid. Tras una serie de pruebas, enumeradas en el informe clínico al que ha tenido acceso Diario16, el menor permaneció hasta el lunes 17 en observación, habida cuenta del relato ofrecido a los facultativos.

Según consta en el documento, el niño refiere un cuadro de hematuria de 7 días de evolución y afirma que un compañero de la residencia lleva semanas «tocándole sus partes íntimas por la noche, aunque él no quiere. El lunes me agarró fuerte del pito, me araño muchas veces y después me pegó muy fuerte con un vaso y se fue corriendo a su cama. Las cuidadoras siempre están en el cambio de turno y por eso no lo ven».

En palabras de su hermana a los médicos, «esto lleva pasando semanas, pero el lunes fue de forma más agresiva. Siempre sucede con el mismo niño, que realiza tocamientos en las partes íntimas de varios niños por las noches».

Desde que el hospital enviara el parte judicial de lesiones al juzgado de guardia y a la Fiscalía de Menores, Alba no ha recibido noticias sobre la evolución de su hijo. «Pregunté por las medidas que iban a tomar por los abusos sexuales y no me quisieron decir nada».

Comenta que el viernes pasado la residencia le citó. «Vinieron mi abogada y mi pareja conmigo, a los cuales no les dejaron pasar a la reunión. Allí había cuatro señoras que estuvieron durante 2 horas atacándome y me amenazaron con suspenderme las visitas si volvía a llevar a los niños a Aspasi o si seguía hablando de este tema».

Aspasi es una asociación que tiene como finalidad proteger al menor ante un posible Abuso Sexual Infantil (ASI), defender los derechos de los niños y niñas y conseguir su credibilidad ante este tipo de episodios, además de apoyar y acoger en la sanación de los mismos a través de profesionales especializados.

De repente «todo fue una pesadilla»

«Me están intentando silenciar por todos los lados. El Centro de Atención a la Infancia, la residencia, la Comisión de Tutela. Según ellos no puedo llevar a mis hijos a Aspasi a que les vean el día que están conmigo. Que me olvide de este tema porque mi hijo lo ha desmentido en la residencia, que se lo ha inventado él, que ha dicho que fue una pesadilla, que era todo mentira. Entonces me han dicho que, por favor, no siga con este tema porque puedo hacer daño al otro menor y que no puedo estar denunciando algo que es falso», explica Alba con incredulidad.

La madre también sufrió abusos sexuales

Alba, que tiene 24 años, se dedica al cuidado de personas con discapacidad y es monitora de ocio y tiempo libre. Padeció durante 16 años los abusos sexuales por parte de su padre. Como consecuencia de aquellos hechos, desarrolló un trastorno de personalidad, como indican los informes psiquiátricos aportados.

«Yo a día de hoy estoy equilibrada totalmente. Me tomo toda mi medicación, tengo un seguimiento mensual por mi psiquiatra. Dentro de la situación que hay, estoy estable. Hay días que estoy un poquito más triste, sobre todo ahora que mi hijo casi ni me habla. Todo lo que están haciendo para que no hable conmigo y me cuente las cosas, es porque hay un prejuicio enorme sobre las enfermedades mentales».

Segunda tutela

Esta es la segunda vez que sus hijos están tutelados. La primera declaración de desamparo fue en verano de 2018 y finalizó en 2020 y la segunda empezó el 2 de julio de 2021 hasta la actualidad.

«El primer desamparo se produjo cuando yo estaba en el Hospital La Paz ingresada después de dos intentos de suicidio. Me vi con dos niños, sola, nadie me hablaba, ni mi madre, ni mi padre, a quien había denunciado por los abusos sexuales. A día de hoy no me habla nadie, ni por parte de la familia de mi padre, ni por la de mi madre. Ella es consentidora de los abusos sexuales. Entonces lo que hace es proteger a su marido».

«Cuando ese primer desamparo mi madre se quedó al cargo de los niños porque yo no tenía con quien dejarlos y acudió al Centro de Atención a la Infancia diciendo que no se quería hacerse cargo de los menores, los entregó y me los quitaron».

Cuenta que en aquel momento «me desequilibré bastante porque hacía dos meses mi padre había estado espiando a mi hija cuando hacía pis, la había estado dejando sin desayunar, la pegaba, se ponía una máscara y la asustaba, porque él se quedaba por las mañanas con ellos para llevarlos al colegio y yo iba a estudiar. ¿Qué ocurre? Se me removió todo, y tuve que ingresar».

Pero lo peor de la pesadilla vivida por Alba estaba aún por llegar.

«Para que su marido saliera de rositas, mi madre acusó de esos abusos sexuales a mi pareja. En el hospital quien habló continuamente fue mi madre. No se escuchó a los niños, no les miró un médico forense, nada. Simplemente se escuchó a mi madre. A los niños ni se les entrevistó. Y en la declaración de desamparo pone que lo ha dicho mi hija, cuando en verdad es mentira, lo dijo mi madre. Ella acusó a mi pareja de haber abusado sexualmente de mi hija porque, según ella, mi pareja vivía conmigo y había dormido con los niños. Mi pareja no vivió conmigo hasta septiembre. Según ella ocurrió en julio. Entonces escucharon únicamente a mi madre. Se revisó a la niña y no tenía nada. A la niña no se le escuchó testimonio. Todo lo que decía mi madre es lo que viene recogido en la declaración de desamparo».

Según esa declaración de desamparo «mi madre no es apta para cuidar de mis hijos. Yo estaba ingresada en el hospital. Por eso se quedó ella con mis hijos».

Posible acogimiento familiar con la abuela, a pesar de la inexistente relación con su hija

Cuenta Alba que «a día de hoy le quieren dar la acogida a mi madre. Ella solicitó ser familia de acogida. El CAI ha dicho que no, pero la residencia y la Comisión de Tutela sí que quieren que sea familia de acogida. Hay bastantes posibilidades de que se vayan con ella y, aparte, todos los viernes y festivos, que es cuando yo puedo cuidarlos, se irían con ella».

Casi un año sin visitas con pernocta

Por ello, su abogada ha solicitado «que cese la medida de tutela y mientras cesa que se me amplíen las visitas con pernocta. Es que la Comisión de Tutela ha autorizado a la residencia para que pueda hacer estas visitas. Lo autorizó a partir del 16 de diciembre de 2021. Y desde entonces no me han dicho nada».

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído