Shaun Pinner es uno de los dos ciudadanos británicos que se unió a las fuerzas ucranianas en la guerra en Ucrania y que ha sido sentenciado a pena de muerte en el día de ayer por un tribunal de Donetsk.
Tanto Pinner como Aiden Aslin y el marroquí Saadun Ibrhaim han sido declarados culpables de actuar como mercenarios e intentar tomar el poder por la fuerza en la autoproclamada República Popular de Donetsk. Fueron acusados también de haber recibido entrenamiento para llevar a cabo actividades terroristas.
Antes de conocerse la sentencia, Pinner dio un mensaje en una entrevista realizada por RT: «No entren en una guerra que realmente no entienden». En la entrevista, este ciudadano británico advertía a ciudadanos de otros países que habían decidido unirse a esta guerra que tuvieran en cuenta que podían ser juzgados y en el peor de los casos, ser condenados a pena de muerte. En la entrevista hacía una advertencia en el sentido de asumirlo y no quejarse después, si esto sucedía.
En la entrevista, Pinner planteó cuestiones que eran fruto de su experiencia en el frente: «Algunas personas sí quieren ser parte de Rusia y esto hay que aceptarlo». Reconoció que ahora tenía interés en conocer mejor la historia «de ambos lados».
¿Por qué decidió alistarse en la lucha en Ucrania?
En la entrevista que le realizó RT, Pinner explicó que la decisión de unirse al ejército ucraniano se debió a varios factores: su esposa, ucraniana, no quería mudarse a Reino Unido y él no podía encontrar un trabajo para mantener a su familia. Después de haber servido al ejército británico durante nueve años, firmó un contrato de tres años con las fuerzas armadas ucranianas.
En el momento de la entrevista, explicó que tenía pensado mudarse junto a su familia a Reino Unido cuando terminase su contrato con el ejército ucraniano.
Reino Unido solicitó, cuando Pinner fue capturado, que se le aplicase ley marcial y se le tratase como a un prisionero de guerra. Sin embargo, desde la DPR señalaron que la Convención de Ginebra solamente se puede aplicar a soldados uniformados de las fuerzas armadas nacionales y no a los «aparentes mercenarios extranjeros».
Otra víctima de la NATO que seguro que ha causado alguna que otra muerte. No pillarán a mercenarios de traje y corbata, no caerá esa breva.