Uno de los puntos clave para entender la abusividad del IRPH y su falta de transparencia es cómo las entidades financieras españolas podían manipular el índice a su antojo. Diario16 ha tenido acceso a un cuestionario judicial en el que el Banco de España responde a una serie de preguntas en las que no tiene más remedio que reconocer que sí existía esa manipulación.
Hay que recordar lo que señaló Félix Alonso, director general de Consumo de las Islas Baleares, en una entrevista concedida a este medio, sobre el Banco de España y el IRPH. «Una de las cosas que detectamos en aquel momento fue que el Reglamento de 2016 del BCE sobre la recopilación de datos granulares de riesgos crediticios no se aplicó hasta 2019. Esto quiere decir que nadie controlaba los índices de referencia oficiales. Los bancos y las cajas pasaban lo que consideraban que era la media y, por tanto, el Banco de España consideraba la buena fe que en años anteriores se demostró que no la había en la banca de España. Desde 2016 hasta 2019 nadie controló si los datos que pasaba la banca son correctos. Eso es muy preocupante. Puede que sean correctos, yo no lo sé, no lo pongo en duda, pero sí sé que no se comprobó».
Ahí está una de las claves del IRPH: la capacidad de las entidades financieras (cajas de ahorro y bancos) para manipular el valor del índice a partir de los datos que pasaban al supervisor y, por supuesto, a consecuencia del método de cálculo. En este sentido, el Banco de España reconoce en el cuestionario judicial que eran las propias entidades financieras las que facilitaban los datos por los que se realizaba el cálculo del valor del IRPH.
El supervisor también reconoce que los datos que facilitaba cada entidad financiera eran el tipo de interés medio ponderado por los principales de las operaciones de préstamo hipotecario de plazo igual o superior a tres años que hubieran sido renovadas o iniciadas en ese mes.
Por otro lado, el Banco de España reconoce también que el cálculo que se realizaba con esos datos era a través de una media simple sin tener en cuenta el peso específico de cada entidad en el mercado financiero español. Es decir, que, por ejemplo, no se tenía en cuenta la diferencia existente entre Banco Santander y Banca March o entre Cajamadrid y Kutxa.
Además, si de todas las entidades financieras, ya fueran cajas o bancos, una sola subía sus tipos de interés, independientemente de su tamaño, esto provocaba que el IRPH subiera. Según indica el Banco de España en el documento, «el aumento en el tipo resultante tendrá una correlación exacta con el número de cajas existentes en cada periodo».
Esta posibilidad de manipulación del precio no sólo afectaba a los tipos de interés aplicados en las hipotecas, sino que en el IRPH también influían el incremento de las comisiones y gastos. El procedimiento es el mismo, con una sola entidad que subiera esas comisiones, afectaba al precio del índice que luego aplicaban el resto de cajas o bancos.
En la misma entrevista, Félix Alonso afirmaba que «en este país da la sensación de que el Banco de España supervisa lo que tiene que supervisar, pero en algunas hay lagunas y, sobre todo, hay opacidad porque muchas cosas que preguntamos no nos las dieron. Si no se las dieron a un gobierno autonómico del Estado español. Sólo se las dan a los jueces pero si éstos encima no terminan de hacer el trabajo hasta el final estamos en un bucle que lo único que demuestra una opacidad del sistema que, al final, te genera dudas de que hay mucha gente que tiene razón cuando se siente injustamente maltratada por quien le tiene que dar una solución. ¿Cómo es posible que el Banco de España emitiera aquella circular se olvidara que se cumpliera? Una de las cosas que le pedimos fue que nos dijeran cuántos IRPH había en Baleares y cuántos tenían diferencial negativo. Los datos que nos dieron eran de los últimos años cuando ya no había habido casi IRPH. En total, eran 32 casos. ¿Y antes? No lo sabían ni nos lo van a decir».
