Un total de 69 inmigrantes del CIE de Zona Franca (Barcelona) comenzaron ayer una huelga de hambre para pedir su libertad y la no deportación a sus países de origen. Según fuentes policiales, los internos no han comido ni cenado y se han concentrado en el patio como muestra de protesta de su estancia en las instalaciones.

De los internos que están llevando a cabo la huelga, todos menos uno son de origen argelino. En estos centros, los inmigrantes pueden llegar a pasar hasta 60 días para ser expulsados de este país.

Fuentes policiales han señalado que los internos que se han declarado en huelga de hambre “están tranquilos” y no se ha producido ningún tipo de incidente violento hasta la fecha. A día de hoy, el CIE de Barcelona alberga a 165 personas y un 40% se encuentran en huelga. El director ha intentado negociar con ellos, sin éxito de momento.

Durante el mes de julio, un juez denegó el permiso solicitado por el Ayuntamiento de Barcelona para inspeccionar el CIE de la ciudad.

 

Protestas que s extienden

Varios han sido los CIEs que han sufrido motines y huidas durante los últimos meses; el último caso fue el motín de Aluche el pasado martes. Posteriormente, varios internos comenzaron una huelga de hambre durante dos días pero la dejaron ayer bajo la promesa de hablar con el director del centro. El CIE de Aluche es uno de los que más denuncias acumula por torturas y falta de servicio sanitario.

El CIE de Barcelona está situado en un polígono industrial, lejos y de difícil acceso desde el centro de la ciudad, lo que dificulta las visitas. Pese a que los CIEs son establecimientos no penitenciarios sus características son muy parecidas a las cárceles. Las personas internas duermen en celdas con literas de dos o tres pisos y sin servicios en su interior. Por las noches cierran las celdas con llave y sólo los funcionarios pueden abrir a los internos.

 

Muertes en la Zona Franca

La opacidad de los CIEs no es algo nuevo y el de Zona Franca no es una excepción. En mayo del 2010 Mohamed Abagui, marroquí de 22 años, murió a los pocos días de ingresar en el centro. Los familiares que lo visitaban habían reclamado tratamiento para Abagui por su estado físico y psicológico.

La noche de reyes del 2012 un joven guineano de 21 años, Idrissa Diallo, moría de madrugada según testimonios “mientras gemía de dolor”. Idrissa Diallo no estaba acusado de ningún crimen. Saltó la valla en Melilla el 5 de diciembre de 2011 en busca de una vida mejor y la policía lo detuvo por no tener papeles.

En diciembre de 2013 Aramis Manukyan moría también en el CIE de Barcelona. Tenía 32 años y una niña de 7. La versión oficial de la Policía Nacional hablaba de suicidio. Según cuentan los compañeros de celda de Aramis “Tuvo un enfrentamiento con la policía que vigilaba el CIE, lo agredieron y se lo llevaron a la fuerza”. Aseguran que durante toda la noche escucharon con angustia los gritos y gemidos de Aramis.

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